Capítulo 13

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DAN

Las fotos no cesaron durante un largo tiempo.

Fue hasta que todo se tranquilizó que nos sentamos en una mesa improvisada que llevaron los aldeanos.

El alcalde no perdía la oportunidad para hacer promesas de modernización en Hahoe, siempre dejando en claro que la aldea no perdería su esencia, estaba próximo a reelegirse y debía quedar bien.

Heesung se aseguró de sentarse junto a mí, esto hizo que se me quitara el hambre, todo lo que podía pedir es que ese momento terminara y él desapareciera de ahí tal y como había llegado.

Yo estaba sentado en medio del alcalde y Heesung. Jaekyung estaba en medio de Yoon Gu y Yosep. Busqué su mirada un par de veces sin tener éxito ¿Estaría molesto?

Esa mañana cerca del lago nos la habíamos pasado increíble. Por primera vez se sintió como si fuéramos una pareja de verdad y me armé toda una historia en la cabeza, ahora en cambio, evitaba mirarme.

—Dan, tenemos que hablar— me susurró Heesung que aprovechó las risas en una terrible broma del alcalde y me estremecí por su aliento chocando en mi oreja. No fue un estremecimiento agradable, fue uno de cierto desprecio en el que lo quería lejos de mí.

—Dejemos las cosas claras de una vez— murmuré moviendo el hombro para apartarlo de mi cuerpo—. No tengo nada que hablar contigo.

—Ya—sostuvo mi mano debajo de la mesa, forcejeé con él para que me soltara y lo único que provoqué fue que me tomara con más fuerza—. No estés enojado, han pasado unos meses.

Jaekyung nos miraba, esta vez sí que intercambiamos miradas y dejé la mesa, estaba exhausto y necesitaba un respiro. Quería explicarle todo a Jaekyung, darle todos los detalles de por qué terminé en la aldea y todo lo que salió mal con Heesung. Muy en el fondo, supuse que me daba vergüenza, él conocía lo peor de mí, ese lado vulnerable y torpe que fallaba en sus relaciones románticas, sólo que en esta ocasión había terminado escapando para ocultarme de un obstinado ex novio que pretendía arreglar todo con dulzura y promesas que no llevarían a ninguna parte.

Me encontraba en el baño de la clínica refrescándome el rostro con agua cuando Heesung llamó a la puerta.

No tuve alternativa, tampoco se trataba de encerrarme ahí durante horas y horas hasta que se fuera.

—¿Qué quieres? — pregunté con fastidio y él me abrazó. Me abrazó tan fuerte como solía hacerlo cuando aparecía para pedir perdón. Respiró en mi cuello. Me quedé de piedra sometido por su fuerza y comencé a moverme para recuperar la libertad. Su abrazo era asfixiante—. Suéltame.

—Te echaba tanto de menos. No tienes idea cuánto.

Lo aparté con dificultad. Lo miré sin titubeos y fruncí el ceño, esta vez su sonrisa y sus ojos de cachorro indefenso no tendrían efecto en mí.

—Montar todo el espectáculo de la donación sólo para dar conmigo ¿Qué intentabas? ¿Hacer notar tus influencias? ¿Demostrarme que podías dar conmigo tan sólo con proponértelo?

—¿Por qué estás tan molesto? Estaba desesperado por encontrarte, tu hermana no dejaba de mentir.

—Fue porque yo se lo pedí. Todo entre nosotros terminó.

—Dan, yo te amo. Es por eso que decidí esparcir el rumor de que he tenido una pareja durante un tiempo.

—Por supuesto que fuiste tú— me crucé de brazos—. Desde que escuché las noticias sabía que se trataba de un nuevo intento tuyo, esta vez sí que te superaste.

Un par de extraños (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora