Capítulo 16

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DAN

Después de una infinidad de intentos fallidos por dormir, dejé la cama y me puse a limpiar.

Changmin ya había terminado su trabajo y me dejó una nota con su número de cuenta para transferirle una cantidad con el costo de las reparaciones.

Pasé un trapo húmedo por la ventana y limpié el nuevo piso, él se había tomado la molestia de reparar hasta las escaleras de la entrada y el tejado. Todo lucía mucho mejor y una vez terminé de limpiar me di cuenta que ya no tenía con que más aliviar mi tormenta mental.

No sabía si estaba exagerando, tampoco sabía por qué me sentía tan mal. Hasta ese momento de mi vida, nunca le había dado importancia a las heridas que dejaron mis relaciones pasadas, pero resultaba abrumador darme cuenta que cada una de esas relaciones me había llevado a creer que quizá ser feliz no se me daba del todo bien porque siempre anteponía a mi familia.

Es decir ¿Cuántos noviazgos tuve miedo de terminar tan sólo por complacer o no intimidad a la abuela?

Es duro tener que admitir para ti mismo que has tropezado varias veces con el mismo problema, las mismas dudas y los mismos miedos.

Me dejé caer en el sofá que parecía nuevo. Cerré los ojos y preferí volverlos a abrir porque todo lo que inundaba mi mente era la imagen de un Jaekyung que me dedicaba una mirada intensa que me atravesaba por completo y me hacía latir el corazón.

Yo... estaba enamorado del esposo de mi hermana ¿Realmente alguien aceptaría esa historia? ¿Qué iba pasar si decidíamos tener una historia juntos?

Todo era demasiado, ya no era capaz de comprenderme, quizá nunca lo hice y me aterraba la idea de hundirlo a él en toda mi confusión y pensamientos inservibles.

Me sobresalté con el sonido del timbre, supuse que esa fue otra de las reparaciones o era simplemente que nunca nadie había ido a buscarme. Se me oprimió el pecho, pensé que sería Jaekyung, nadie a parte de él iría a visitarme un domingo por la mañana.

Me encaminé al recibidor, puse la mano en la puerta antes de abrir y me tomé mi tiempo. Iba a pedirle que me diera un poco de espacio y que le prometía buscarlo esa misma noche, pero una voz conocida se escuchó al otro lado.

—Dan ¿Estás ahí?

Era mi abuela. Abrí los ojos tratando de dar sentido a la situación. Abrí de prisa.

—¡Sorpresa! —gritó mi hermana y se lanzó a mí para darme un abrazo asfixiante—. Te vimos en televisión, la abuela quería verte y pasar unos días en la aldea. Así que conduje desde la madrugada. Hace un frío del demonio y recién es noviembre ¿Tienes café? — ella se abrió pasó como si nada y me inquietó su presencia.

La abuela entró detrás de ella a paso lento y cuando me abrazó cerré los ojos y me dejé envolver por su proximidad, por su tacto y su calor. Recordé cuando era un niño pequeño y tenía un mal día. Ella me abrazaba diciéndome que sus brazos tenían el poder de hacer sentir mejor a la gente. Y era verdad, al menos conmigo funcionaba.

—¿Pasa algo? — me preguntó cuándo nos separamos y noté que estaba a punto de llorar. Tenía tanto miedo de que eso de que ahora ellas estuvieran frente a mí, fuera una señal del universo para dejar atrás todo y volver con ellas para que nunca se enteraran que entre Jaekyung y yo hubo algo.

—Te echaba de menos abuela.

Seorim apareció con dos tazas humeantes de café. Les ofrecí el sofá, mi abuela miró de arriba abajo y sonrió con nostalgia.

Yo no decía nada.

—¿Sabías que la dueña de esta casa era la mejor amiga de la abuela?

—¿Qué? — no esperaba esa revelación. Pensaba que la señora Ming era una simple conocida de la abuela, pero resultaba que eran mejores amigas.

Un par de extraños (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora