Capítulo 12

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DAN

Realmente no sé cómo debería comenzar a decirte todo esto, prefiero escribirlo porque se me da terrible hablar mientras intento mirarte a los ojos, cuando eso pasa, lo único que se me da bien es dejarme llevar en tus brazos y ofrecerte mis labios para que hayas con ellos lo que se te dé la gana.

Me gustas Jaekyung. Me gustas desde hace tanto tiempo que no podría explicarlo en voz alta.



Me obligué a dejar de escribir.

¿Qué demonios era todo eso?

Primero arrugué la hoja, después volví a abrirla y la extendí todo lo posible alisándola con la mano para volver a leer a ver si había algo rescatable. No, ni de broma le entregaría algo como eso.

La destrocé en mil pedazos, la rompí hasta que quedó hecha pedacitos y no se distinguía ninguna de las palabras, poco me faltó para quemarla, pero estaba en una habitación ajena y no deseaba que el olor a humo despertara la curiosidad de Jaekyung.

El asunto de no ser capaz de hablar con Jaekyung comenzaba a darme dolor de cabeza, quería expresar mis sentimientos abierta mente, pero tampoco era como si tuviera claro hacia dónde estábamos yendo con todo el asunto de vivir juntos (una medida temporal) y besarnos cuando nos apetecía hacerlo.

Cada vez me era más difícil mantener la cabeza fría y el cuerpo quieto, porque la verdad era que me gustaban tanto sus besos que no me sentía capaz de detenerme una vez que comenzábamos.

Me bastaba recordar sus manos aferradas a mis caderas y el movimiento que estas hacían recorriéndome la espalda hasta acercarme más, para enrojecer y ser un incompetente en el control de los latidos de mi corazón.

Me revolví el pelo. Dejé caer la cabeza en el escritorio y suspiré girando el rostro hacia mi derecha para ver las lindas puertas del armario.

La casa de Jaekyung era tan bonita que empecé a cuestionarme ¿Cuánto tiempo le tiempo le habría llevado dejarla así? ¿Habría pensado en ir a vivir ahí mucho antes de divorciarse de mi hermana?

No quería pensar más en eso, así que dejé la habitación y fui hasta la cocina, ahí me sentía como pez en el agua y después de cuatro días realmente había memorizado dónde estaba todo.

Preparé el desayuno y revisé la hora, Jaekyung tenía que estar muy cansado porque no despertaba.

Después de terminar mi comida, me dejé caer en la sala. Una mesilla decorativa al centro estaba repleta de esos papeles que seguido veía que cambiaban de lugar, a veces estaban arrinconados en el sofá, otras veces los veía en el mueble del pasillo en el recibidor. Volvían a cambiar y estaban en esa mesa.

Vi el control remoto y vi los papeles, la opción tenía que ser simple y la decisión rápida. La cuestión era que yo siempre tomaba decisiones que contradecían a mi razonamiento y me puse a leer las notas de Jaekyung.

Leí varios papelitos de colores en los que escribió algunas frases, miré dentro de las carpetas y tomé algunas de las páginas. Era todo muy interesante, era su tesis en proceso.

Hasta ese momento desconocía que Jaekyung estaba tratando de especializarse en la cirugía cardiotorácica. Mis ojos se abrieron todavía más. Su investigación iba sobre algo de las correcciones en las válvulas cardiacas que mejoraban la calidad de vida en ciertos pacientes. Quedé absorto, era muy interesante y pese a no entender muy bien, recordé un artículo que leí sobre eso.

Avancé entre páginas e ideas sin terminar, Jaekyung llevaba investigando poco más de un año y había hojas con notas a pie de página, no era su letra, tenía que tratarse de la de algún profesor.

Un par de extraños (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora