sweet little creatures 𐙚 kookmin.

Te amo

Jungkook no paraba de sobrepensar la cosas. Todo estaba yendo tan bien, hasta que apreció ella. No tenía problema en dejarla ver a su hijo, pero no de esa forma. Sólo pensaba buscarla si Jungsoo le pedía verla y si Jungkook sabía que su hijo estaba listo para todo lo que conllevaba verla y conocerla.

Dejó de concentrarse en su trabajo, ya no era tan eficiente como hace unos días antes. La comida se le quemaba, por lo que Jimin se había ofrecido a ayudarle, y la mudanza a la nueva casa tuvo que retrasarse unas semanas hasta que Jungkook estuviera mejor debido a todo el huracán de emociones que llegó.

—¿Mami va a venir hoy? —preguntó Jungsoo con galletita en sus brazos, acercándose a Jungkook quien estaba sentado en el sofá, con Jimin a su lado.

Jungkook lo miró, mordió su labio. Jimin tenía su mano entrelazada con la suya, sintió como empezaba a sudar.

—Hoy tampoco, cielo. Tiene cosas que hacer. Papá y yo te avisaremos cuando vaya a venir a verte, ¿sí? —Jimin llegó a su rescate.

—Ou, bien —bajó su mirada, volvió a su habitación. Ya no corriendo, ya no brincando. Decaído.

Jungkook recargó su espalda en el sofá, llevando sus manos a su cabeza, dándose un masaje.

—Por eso no quería que la viera. Todavía es sensible, sabía que ella haría esto. Viene y desaparece, ilusionó a Jungsoo y ahora va a estar preguntando por ella para que terminemos diciéndole que ya no va a volver y sólo vino a joderlo una vez más —suspiró cansado—. Me prometí no dejar que algo lo dañara. Fallé una vez. Me contuve a una relación por varios años para no afectarlo encariñándose con alguien. Cuando lo hago, y sé que eres la persona correcta, ¿qué pasa? Llega ella y lo vuelve a dañar. Le estoy fallando a mi solecito, Jimin...

—Cariño, no —frunció su ceño—. Tú no le estás fallando a nuestro bebé. Eres el mejor papá que pudo tener, y todos estamos de acuerdo. Esto es algo que no está en tus manos, no pudiste evitar que Chaekyung supiera quien sabe cómo en dónde vives ahora, no le pediste venir. A Jungsoo no lo obligaste a saludarla, él lo hizo y es algo que no podías impedir porque... él la sigue queriendo —tomó el rostro de Jungkook entre sus manos—. Tú no tienes la culpa de nada, tampoco estás haciendo mal las cosas, sino todo lo contrario, estás tratando de protegerlo todavía —besó sus labios—. Podemos llamar a su terapeuta y contarle todo, tal vez nos ayude en cómo trabajar esto.

Jungkook puso una mano sobre la de Jimin, besando después el dorso. Sonrió débilmente, al menos era una sonrisa genuina.

—Eres el mejor, amor.

—¿Por qué no le decimos a Taehyung que cuide del pequeño y lo lleve a jugar a esos lugares de los que tanto hablan ambos cuando se juntan? Estoy seguro que eso ayudará a subirle el ánimo a Jungsoo y en dejarte un tiempo a ti. Lo necesitas, cariño —acarició su mejilla.

Jungkook asintió con la cabeza. Jimin sonrió, besó una vez más sus labios para ponerse de pie, llamar a Taehyung y después ir por el pequeño para darle el aviso que se divertiría con su tío hiperactivo.

Unas horas más tarde, cuando Jungkook y Jimin dejaron a Jungsoo con Taehyung, haciéndole prometer que regresarían por él en la noche, ambos jóvenes caminaban al apartamento de Jungkook. Necesitaban aire fresco, ¿qué mejor que una caminata cuando el sol estaba en su máximo esplendor?

Iban tomados de las manos. Jungkook se sentía frío al tacto de Jimin. Estaba nervioso.

[ . . . ]

Estaban en casa, Jimin acurrucado en el pecho de Jungkook. Ambos frente al televisor de la sala, viendo una película de suspenso, una que tanto quería ver Jungkook desde hace bastante tiempo. Jimin pensó que sería buena idea distraerlo con ello.