Pijamas

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Soo, Jimin y Jungkook caminaban en una plaza comercial, querían distraerse un rato. Soo amaba ir a la plaza porque sabía que significaba que su padre le compraría un helado. A los mayores les gustaba ir visitando tiendas en tiendas y comprar lo que les llamara la atención. La mayoría de las veces Jungkook terminaba comprándole ropita y accesorios a su pequeño solecito.

El pequeño iba tomado de las manos de sus padres, de un lado Jimin y del otro Jungkook. Caminaban frente a una tienda de ropa cuando el castaño vio en el aparador unos maniquíes con unas lindas pijamas navideñas en conjunto.

La época favorita de Jungkook y Soo estaba por venir.

Todos los años Jungkook suele comprar una nueva pijama navideña para ambos, algo que ha hecho desde que nació su hijo. Quería contagiarle el espíritu navideño, y creía lo estaba logrando.

Soo giró su cabecita al mismo lugar, encontrándose con lo mismo que veía su papá.

—Papi, mira —señaló el aparador—. Son bonitas —sonrió.

Jungkook asintió con una sonrisa y sus ojos achinados. Sabía que había hecho un buen trabajo.

—Serán las pijamas de este año, mi vida.

Soo brincó de emoción y aplaudió con sus manitas. Jimin veía la escena tan linda de ellos, el menor le dedicó unos segundos para verlo.

—¿Papi Mimi puede tener una también?

—Papi Jimin tendrá pijamas iguales con nosotros a partir de este día, solecito —se puso de cuclillas y besó su mejilla, después se puso de pie y dio un beso en los labios de Jimin.

—Gracias, cariño —dijo sobre sus labios.

—Todos en esta pequeña familia tienen su pijama navideña. Tú eres de la familia, amor. ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? —dio otro beso rápido antes de entrar a la tienda, provocando una sonrisa tonta y linda en Jimin.

Saliendo de la tienda, Soo llevaba a su padre del brazo, corriendo. Jimin caminaba detrás de ellos con las bolsas en mano riendo por lo lindo que se veía el pequeño tan emocionado.

Desde dentro de la tienda Soo vio los típicos carritos eléctricos para niños que hay en las plazas, dio unos pequeños tirones del suéter de Jimin para llamarle su atención y hacerlo ver en la dirección de los pequeños autos, Soo hizo un lindo puchero con sus ojitos que ahora también convencían a Jimin y ya no sólo a Jungkook, el pelinegro soltó un suspiro y le dijo que hablaría con Jungkook para que lo dejara subirse a uno.

Vio cómo su papi Jimin hablaba con el castaño, y un asentimiento en la cabeza de su otro papá bastó para que sonriera a más no poder. En cuanto pagó, Soo lo sacó de la tienda muy emocionado. Quería subirse a su carrito.

Dieron una última vuelta en la plaza, Soo iba adelantado que ellos por unos cuantos metros. Tenían sus manos entrelazadas. Jungsoo paró frente una tienda de mascotas, había dos pequeños cachorros jugando en un espacio hecho para que las personas pudieran acariciarlos. El pequeño bajó del auto y fue con Jimin.

—¿Papi, podemos ir con los perritos?

—Vamos, cielo —estiró su mano y Soo la aceptó.

Ambos caminaron juntos para poder verlos y acariciarlos. Jimin lo cargaba para que pudiera alcanzar el menor. Jungkook cuidaba del auto, viendo lo hermoso que era tenerlos juntos a sus personas que más amaba. No pudo evitar agachar un poco su cabeza para esconder su tonta sonrisa que sabía estaba haciendo. Pero la causa de eso eran ellos. Los amores de su vida.

Jimin seguía sosteniendo al pequeño. Un cachorrito se acercó lentamente a la manita de Soo, lo olfateó un poco y después se dejó acariciar por el pequeño.

sweet little creatures 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora