Capitulo XIX: 0:00

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"Te volveré pedazos, los cuales esconderé y protegeré, te volveré mi vicio y yo, tu única salida"

Att: Venecikiller  

Extiendo mi mano aferrándome a lo primero que alcanzó

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Extiendo mi mano aferrándome a lo primero que alcanzó. Al detenerme bruscamente en el aire, mi cuerpo recibe las consecuencias chocando con uno de los soportes de estante, recibiendo un fuerte golpe en una de mis costillas mientras para agravar el asunto, algunos libros caen ruidosamente y chocan conmigo o algunos otros caen por mis costados.

— ¡Dios mío, Adessa! ¿¡Estás bien!? — oigo el alterado grito de Jessie.

Suspiro mordiendo mi labio, soltando lentamente el aire de mis pulmones.

— Eso creo — respondí sintiendo  agudas punzadas en mi costilla izquierda. 

— Tú puedes chica — Me anima uno de los otros chicos desconocidos y otros le siguen. Animado.

Muerdo fuertemente mi labio sintiendo el dolor intenso en mi costilla.

Creo que me rompí una costilla, pienso sintiendo dolor insoportable.

Trato de que mis ojos no se cristalicen por el lado afectado y entiendo una de mis manos así arriba empezando a escalar los 5 metros que baje. Al apoyar mi pie izquierdo casi suelto grito al sentí una dolorosa punzada que me recorre el costado izquierdo haciendo que suelte unos leves quejidos.

No es nada, no te preocupes, repito en mi mente.

Al menos conseguí el soporte de la cámara y no lo dejé caer por el susto.

Me acomodo bien al subir mirando hacia arriba. Al estante moverse me alejo bastante de la reja, tendré que subir al último soporte del estante. Miró abajo viendo a todos atentos a mis movimientos.

Suspiro volviendo mi mirada a la ventilación y le echo un vistazo al cronómetro.

16 minutos.

No importa la altura que tenga que subir, esta gente tiene toda su esperanza en mí, no puedo acobardarme y menos con el poco tiempo que queda. Subo al último soporte ignorando la punzada en mi costillas y al establecerme bien en el soporte, me arrodilló y tomó la cámara en mis manos, usando toda la fuerza que me queda para desprenderla del soporte y sin tomar tiempo a pensar en los riesgos me levanto lentamente, tratando de equilibrar mi cuerpo y no tambalear. Al conseguirlo empiezo a darle vueltas al tornillo, viendo que gira perfectamente.

¡Si!, por fin hoy algo sale bien.

Sacó los dos tornillos de la manera más rápida y quitó la rejilla dejándola sostenida por los dos tornillos del otro lado.

Me levanto asomando mi cabeza, viendo que solo es un largo pasillo de conductos. Saco mi cabeza para escanear mi alrededor y me concentro en el estante de enfrente que es el último y el más cercano a la ventanilla.

Venecikiller. [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora