Capitulo Xl: Espejos rojos

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— ¿Qué mierda Esteban?

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— ¿Qué mierda Esteban?... — Susurro viendo la escena que se transmite en el vídeo una y otra vez en donde yo me encuentro dormida en la habitación de mi casa mientras Esteban está acostado a mi lado y luego me planta un beso en la comisura de los labios mientras yo permanezco dormida y por el vestuario que tengo, se especifica la noche que fue.

Fue exactamente hace 6 semanas. Un día en el que mis padres hicieron una fiesta para sus amigos, dónde invitaron a los socios de la empresa y también a los padres de Esteban.

Mientras mis padres conversaban con sus amigos y se divertían. Yo de ingenua me puse a tomar con Esteban en nuestro aburrimiento y tanto era, que tome tanto al punto de que no me había dado cuánto de lo borracha que había quedado hasta que no podía ni mantenerme en pie hasta Esteban tuvo que llevarme a mi habitación y supongo que en mi momento de inconsciencia, eso fue lo que pasó.

— ¡Somos primos! — le reclamó, golpeando su hombro— ¿¡Qué te pasó por la cabeza!? — le pregunto y este no responde solo me mira sin decir nada y con preocupación en su mirada.

— ¡Responde! — Le exige Jessie.

— ¿¡Me hiciste algo!? —preguntó más alarmada.

— No. ¡Para nada! — niega mientras trata de agarrarme pero me zafó de éste— ¡Somos primos!

— ¡Exacto! — le gritó histérica abriendo los ojos cómo plato — ¿¡Entonces porque me besaste!?

— Ahmmm.... No sé.... ¡Lo siento! — No le salen las palabras mientras me mira avergonzado.

— Me dijiste que eso solo era una estúpida cosa pasajera de tu niñez...

— ¡Cállate! — Esteban trata de callar a Jessie.

— ¿Qué quieres decir? — le pregunto confundida.

— Pues este chico que está aquí, desde niño ha estado enamorado de tí... — me dice rápido mientras Esteban trata de detenerla, poniendo su mano en la boca de esta.

— ¿Cómo así?... — pregunto mucho más confundida.

— Adessa. No tenemos tiempo para explicar esto. Estamos en un lugar que probablemente esté lleno de asesinos — Esteban me sostiene de las mejillas para que lo mire fijamente — Soy tu primo, nada más que eso. Yo te explicaré luego todo. Ahora, no te imagines cosas con lo que Jessie acaba de decir ¿Si?

— Wow...— Me cruzó de brazos sin creermelo — ¿Entonces me quedo como una tonta en el aire, con la idea de que mi primo está enamorado de mí?

— ¡No! ¡Solo fue una locura en ese momento y lo de mi niñez también! — Intenta seguir hablando pero los altavoces se encienden.

Bosteza irónicamente— No tenemos tiempo para ver sus tontas lágrimas y sus aburridas conversaciones. Pequeños ratoncitos — Volteo mi mirada a los altavoces — Lo que les tenemos preparado. Ni siquiera se lo imaginan — se ríe de manera macabra — Que empiece la verdadera diversión — dice y con esto se apagan las luces.

Venecikiller. [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora