Título: Rescribamos las estrellas.
Advertencia: ninguna.
Número de palabras: 1085
Aclaración: esto está basado en la película "The greatest showman" y en la canción "Rewrite The Stars" más no es una adaptación ni una traducción exacta, algunas cosas son cambiadas para la conveniencia de la historia.~•~
Bucky corrió dentro del gran edificio en el que las funciones del circo de su socio Steve Rogers, se llevaban a cabo. Dejo su saco sobre una de las mesas que estaban allí cuando en su mirada diviso a Sam, sentado en las grandas dónde el público aplaudía todas y cada una de sus actuaciones.
James de acercó a él, el moreno ajustaba unas vendas en su mano izquierda, esas que usaba siempre en sus acrobacias como trapecista.
— Sam...— este ni siquiera lo miro, Bucky se arrodilló frente a él— Son personas de mente cerrada...— trato de acercar su mano a la del otro, pero la movió, mirándolo por fin, con enojo y tristeza.
Wilson estaba molesto con él. Primero, cuando fueron a ver a la talentosa cantante Sharon Cárter, se tomaron de las manos por primera vez durante el espectáculo, pero el castaño no tardó en soltarla tras notar la mirada que les lanzaban todos a su alrededor, esa mirada que juzga y que duele, y entonces lo soltó. Y segundo, como manera de disculpa por lo primero, Bucky llevo a Sam al teatro, este acepto, pero mientras se aproximaban a la entrada, el señor y la señora Barnes los detuvieron; "Salir en público con un esclavo es otra" le había dicho su padre, Sam no tardó en voltar he irse. Eso había ocurrido hacia menos de una hora.
— ¿Que te importa lo que ellos digan?— pregunto mirando a los ojos contrarios.
— No son solo ellos— contestó, con la voz temblorosa y negando con la cabeza— A ti jamás te han mirado como tus padres me miran a mi... La forma como nos miran a todos— suspiro y se pudo de pie, alejándose de James, quien también se puso de pie.
— Sabes que te quiero— Sam se detuvo— Y que no lo quiero ocultar, piense lo que piense el mundo, y tú sabes que me quieres, así que no digas que nuestras manos están atadas
Con un suspiro, el moreno volvió a lo que hacía, se acercó a la soga que estaba atada a un poste, él la usaban en su acto.
— Dices que no estaba en las cartas, y que el destino te separa de mi, más allá de donde te puedo alcanzar— se acercó lentamente hasta quedar frente a él— Pero estás en mi corazón— al escuchar eso, Sam volvió a suspirar, soltó la soga, y volvió a tratar de alejarse de Bucky, rumbo hacia el otro poste— Así que... ¿Quien puede detenerme si decido que tú eres mi destino?
Wilson desató la otra soga con un nudo en la garganta por la palabras de Bucky, realmente quería correr y abrazarlo fuertemente, pero sabía que no debía.
Pero James no se iba a rendir tan fácilmente— Entonces... Rescribamos las estrellas— dijo acercándose y poniéndose en frente del otro— Vamos, di que fuiste creado para estar conmigo, y nada podrá separarnos, porque tú eres a quien tenía que encontrar— lo tomo suavemente de la cintura.
Sam se aparto tan rápido como pudo y se dirigió al centro del escenario, Bucky lo siguió. Lo tomo de los hombros para juntar sus frentes.
— Depende de ti y de mi, nadie puede decirnos lo que llegaremos a ser.
El moreno suspiro, sujeto la soga colgante del techo para con un movimiento astuto zafarse del agarre, pero de la misma forma volvió a ser atrapado por los brazos de Bucky, parecían un gato y un ratón.
— ¿Por qué no reescribimos las estrellas?— acaricio su barbilla— Y, tal vez, el mundo podría ser nuestro... Esta noche— susurro cerca de su boca, y entonces, con el brazo enroscado en la soga, se impulso para salir disparado hacia arriba.
Bucky levanto la cabeza y vio a Sam sobre el aro atado a la soga que colgaba del techo.
— ¿Crees que es fácil?— exclamó desde arriba mirando al hombre que estaba debajo de él— ¿Crees que no quiero correr hacia ti? Lo quiero, Buck... Pero hay montañas y puertas que no podemos atravesar— dijo mientras lentamente descendía.
James lo miro atentamente, con la luz del sol que se colaba por las ventanas, parecía un ángel que bajaba del cielo.
— Se que te preguntarás, ¿Por qué?, ¿Que es lo tan complicado? Bucky, podemos ser solo tu y yo dentro de estas paredes— comenzó a explicar, al mismo tiempo que con una pirueta se sentaba en el aro— Pero cuando salgamos, despertarás, y verás como es el mundo real, como nos va a tratar, y verás que, después de todo, no había esperanza.
Su voz estaba agitada, no solo por lo que decía, si no por las acrobacias que realizaba mientas las palabras salían de su boca. En un movimiento rápido, se impuso, choco a Bucky haciéndolo caer y quedando él sentado sobre su abdomen.
— Nadie puede reescribir las estrellas, ¿Cómo puedes que estarás conmigo? Si todo puede separarnos, y no soy yo a quien debías encontrar— dijo, para después tomar la soga, tirar de esta, y subir rápidamente.
Bucky frunció el seño y cuando lo vio empezar a subir tomo su pie, obligándolo a bajar.
— Deja de huir de mi— mumuro Barnes, Sam sonrió con melancolía.
— Bucky... No depende de mí, ni tampoco de ti, cuando todos nos dicen lo que podemos ser, ¿Cómo podríamos reescribir las estrellas, y decir que el mundo será nuestro?— termino, se volteó, pero James no lo dejo irse por completo, lo tomo de la cintura, y lo hizo mirarlo.
— Todo lo que quiero es estar contigo, volar o caer, pero contigo, te daré todo de mi...
— Se siente imposible— quiso librarse, Barnes no lo permitió.
— No es imposible— Sam se quedó en silencio, trago en pesado.
— ¿No es imposible?— pregunto con la temblorosa.
— Es posible— contestó, se acercó lentamente a él y depósito un suave beso en su mejilla— Piénsalo, ¿Si?
— ¿Pensar que? ¿Si quiero reescribir las estrellas contigo?— rieron.
— Exacto, estoy dispuesto a todo, hasta arriesgar mi vida por ti, te lo aseguro.
Sam sonrió, puso sus manos en el mentón a ajeno y lo beso. Fue correspondido casi al instante, Bucky puso sus manos en su cintura y siguió ese beso que fue de torpe y brusco, a suave y cariñoso.
Se separaron— Entonces no tengo que pensar.
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