Título: Razón
Advertencia: temas relacionados con el suicidio y la depresión.
Número de palabras: 959~•~
Bucky se sentó en la tapa del inodoro y dejo caer su espalda en la mochila de este.
Estaba en el peor momento de su vida, ni hydra, ni Brock, ni Steve, ni nada que lo haya echo sufrir, se comparaba con el sufrimiento que padecía ahora, había perdido al amor de su vida, ¿Había si quiera algún tipo de comparación?
Sam y él habían ido una misión, algo había salido mal, una maniobra errónea, una explosión, una herida, y sangre. Los recuerdos eran borrosos, solo recordaba a Sam en sus brazos, muriendo lentamente y diciéndole que lo amaba y que todo estaba bien, cuando claramente no. Sintió su corazón dejar de latir, creyó que el suyo lo había hecho también, y el silencio que eso provocó fue ensordecedor. Grito, lloro, quería morir él también, no sabía cómo seguir su vida, cuando ya habían planeado una juntos.
La decisión estaba en tomada, el arma estaba en una de sus manos y en la otra el bote de antidepresivos. Las otras veces que había tratado de acabar con su sufrimiento no habían salido bien por sus poderes, las pastillas y los cortes, por separado, no lo lograban, pero juntos, lo acabarían todo.
Trago pesado, y con un movimiento de uno de sus dedos de metal retiro la tapa del bote con si fuera cualquier cosa, lo levanto y acercó lentamente a su boca, estaba listo para tragarlas, cuando entonces escucho algo.
— Buck...— fue como un murmuro en su oreja, pudo sentir hasta el aliento de alguien en ella.
Dió un respingo y retiro levemente el cuchillo, miro hacia atrás suyo, no había nada, obviamente.
— Buckaroo... — volvió a oír, y juro, por su vida, que era la voz de Sam.
— ¿Sam?— susurro tembloroso.
— Bucky...— otra vez.
— ¿Qué quieres?
— Por favor...
James pensaba que se estaba volviendo loco. Era la voz de su pareja, de su prometido, estaba más que seguro, y eso lo estaba destruyendo, oír su voz de esa forma tan clara y real le hacía sentir que estaba allí con él, otra vez.
Pensó que estaba alucinado, cuando sintió un roce por los costados de su torso, y un peso extra en su hombro derecho y en su regazo, como las veces en las que él se había encerrado en el baño a llorar después de una pesadilla, esas veces en las que Sam lo consolaba y lo abrazaba sentado en sus piernas hasta que se calmará. Eso mismo sintió en ese momento, como cuando Sam lo abrazaba.
Se quedó completamente quieto, y asustado pregunto— ¿Sam? ¿Eres tú?
Silencio, por algunos segundos, a Bucky le parecieron horas, hasta que la voz volvió a llamarlo.
— Por favor, amor, no lo hagas, te lo ruego...— oyó.
Bucky cerro los ojos, e imaginando a su prometido abrazado a él, estiró sus brazos para abrazarlo de vuelta, sintió como sus manos rozaban con el cuerpo contrario, así que lo acerco, lo empujó más hacia si mismo, y lo abrazo con fuerza.
Lloro como nunca antes había llorado, el abrazo era tibio, el cuerpo que tenía entre sus brazos era tibio, sentía su calor. Recordó el día del accidente, como el se abrazo al cuerpo de Sam sin querer soltarlo mientras Torres y Sharon trataban de calmarlo, lo cual fue imposible, recordó lo frío que estaba el cuerpo de su amado, y el sentir nuevamente su calor, lo destrozó por completo.
— No puedo... No sin ti— dijo entre sollozos— Eres mi familia... Y te necesito, por favor, déjame ir contigo...
— Puedes seguir, confío en ti, se que eres fuerte, eres la persona más fuerte que conozco y que conocí, por favor, sigue un poco más, hazlo, te lo suplico— contestó Sam al borde del llanto.
— Dame una razón para seguir con mi vida que no seas tú— pidió, el moreno de quedó callado, solo unos segundos.
— Hazme un favor, mañana es jueves, y los jueves yo busco a mis sobrinos de la escuela por qué Sarah trabaja, búscalos por mi, ¿Si?
— ¿Solo quieres que viva para eso?— soltó una pequeña risa mientras lágrimas aún caían de sus ojos cerrados, que no se atrevía a abrir, ya que sabía que al hacerlo, no sentiría más a Sam.
— Si, por favor, en serio, hazlo, y luego piensa si realmente quieres irte, por favor...— termino, Bucky dejo de sentir las caricias, el peso extra, y sobre todo, el calor.
Abrió los ojos, y se vio exactamente como estaba antes, solo, sentado en el inodoro del baño, la única diferencia era que el bote de pastillas y el cuchillo había caído al suelo, no lo había notado, pero los había soltado cuando se abrazo a Sam.
Lloro un rato más allí, pero no toco ninguna de las dos cosas que estaban destinadas acabar con su vida otra vez, las dejo en su lugar. Salió del baño después de unas horas y fue a su habitación, durmió como pudo, teniendo en cuenta la cantidad de pesadilla que tuvo. Se levantó a la mañana siguiente, se quedó en el lugar que estaba, cuando sintió el sonido de algo que vibraba sobre la madera de su mesita de noche, la de Sam, mejor dicho. Se incorporó y tomo su celular, le había llegado un mensaje de Sarah: "Bucky, puedes buscar a los niños? Por favor" decía. James sonrió, por alguna razón.
Ese solo mensaje lo hizo ponerse de pie, cambiarse el pijama, desayunar (aún que sea cereal con alcohol) y salir de su casa, después de semanas encerrado.
Siempre que se rompía y perdía la razón por la que estaba vivo, con mucho esfuerzo encontraba una nueva. Tal vez que está vez no sería la excepción.
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