Título: Deja vu.
Advertencia: previo al día anterior.
Número de palabras:~•~
Sam ya no se acordaba hace cuántas horas que estaba dando vueltas en la cama. El lado junto a él estaba vacío, Bucky había viajado a la ciudad a comprar mercancía para la tienda de ropa que tenía, y no volverían hasta la mañana siguiente.
Hacia demasiado tiempo que no dormían separados, en verdad, desde la primera vez que durmieron juntos nunca volvieron a dormir solos, y estaba casados hace casi diez años.
Sam, harto de no poder conciliar el sueño, se puso de pie y tomo su celular, el reloj marcaban las tres de la mañana. Decidió que tal vez un vas de leche le ayudaría a dormir, así que salió de su cuarto rumbo a la cocina, abrió la nevera y saco el cartón de leche.
Estaba a punto de tomar un vaso cuando escucho el ruido de una de las puertas del piso de arriba, el piso de las habitaciones, abrirse y cerrarse. Frunció el seño extrañado, pero se dijo que tal vez solo había sido su imaginación.
Volvió a lo que hacía cuando ese mismo ruido lo hizo voltearse otra vez.
Sam estaba cada vez más confundido, a lo que decido acercarse a la escalera lentamente. Por la construcción de la casa no podías ver quién bajaba la escalera desde la cocina.
Y entonces, otro sonido, el chirrido de la madera de la escalera.
En la mirada de Sam comenzó a hacerse presente una figura, pequeña, en pijama, y con un pequeño peluche del león cobarde de la película "el mago de oz". La pequeña Kobik.
— Kobik, ¿Que despierta a esta hora, cariño?— pregunto Sam en un susurro.
Ella solo se encogió de hombros, pero su padre pudo escuchar como jadeaba con tristeza y sus ojitos se llenaban de lágrimas.
Se acercó lo suficiente a ella para levantarla del sueño y abrazarla con delicadeza.
— Mi amor, ¿Que pasó? ¿Por qué estás triste?— pregunto con un tono dulce mientras la pequeña lloraba en su hombro.
— Tuve una pesadilla, y tengo mucho miedo— contestó.
Su papá, a parte de derretirse por dentro al escuchar eso, sintió una sensación rara en el pecho, lo que algunos llaman: deja vu.
Por la mente de Sam pasaron varias de las noches en las que su esposo, cuando eran novios, solía tener pesadillas con su pasado siendo controlado y todo el dolor que le obligaron a causar. Las noches en las que se alejaba lo más posible de él en la cama para que no notase su miedo, pero aún así Sam lo hacía, y se encargaba consolarlo y tranquilizarlo con todo el cariño y amor que podía. Recordó una de esas noches de consuelo, en la que Bucky le había agradecido por su apoyo, y después de eso se había acercado a su oído y suavemente había susurrado el primer "Te amo" de su relación. Recordó que en una de esas noches fue la primera vez que hicieron el amor. Y recordó una noche, en la que muchos años después de no tener pesadillas, ya ambos casados, Bucky volvió a soñar, está vez no con su pasado, si no con su presente. Un sueño en el que sus hijos eran lastimados por las mismas personas que le hicieron daño a él, y todo había sido su culpa. A Sam le tomo días consolar a Bucky de la que para ambos había sido la pesadilla más horrible que James hubiera tenido nunca.
Por suerte para toda la familia, nada de eso paso, obviamente, después de eso Bucky se había vuelto bastante sobreprotector con sus hijos Elijah y Kobik, pero poco a poco, se fue soltando y ahora, tres años después de aquella terrible pesadilla, la sobreprotección de Bucky desapareció por completo.
La pequeña niña se separó levemente del abrazo que su padre le daba sacando a este de su trance de recuerdos.
— ¿Que soñaste?— le pregunto.
— Soñé que tú y papá nos dejaban a Eli y a mi y unos tipos malos nos querían llevar y nosotros les pediamos ayuda y ustedes no hacían nada— contó Kobik aún con la voz temblorosa y entrecortada.
El mismo sueño, distinta perspectiva.
— Tranquila, linda, es solo un sueño, nadie va a hacerte nada ni a ti ni a Eli mientras papi y yo estemos vivos.
— ¿Me lo prometes?— Sam sonrió, beso la mejilla de su hija y está rio.
— Te lo juro, muñeca.
— ¿Papá?
— ¿Si?
— ¿Puedo dormir contigo esta noche?— pregunto con inocencia mirando a su papá a los ojos y este solo pudo sonreír como un idiota.
¿Cómo era posible que siendo su hija adoptiva tuviera unos ojos tan parecidos a los de su papá?
— Claro, preciosa, sube, ahora voy— dijo dejando a su pequeña en el suelo, está abrazo su juguete y le regaló una sonrisa a su papá para comenzar a subir las escaleras rumbo al cuarto.
Sam regreso a la cocina para guardar el vaso y la leche. Después de eso se dirigió a su cuarto donde encontró a la niña ya recostada en la cama y con los ojos cerrados, su papá sonrió y recostó junto a ella abrazándola.
— Papá.
— ¿Si, linda?
— Te amo— le susurro al oído, otra vez Sam sintió que se derretía.
— También te amo, hija— eso fue lo último que se dijeron.
Ambos cayeron dormidos a las tres de la mañana, para ser despertados a las diez por las palabras de un Bucky recién llegado.
— Vaya, Samuel, ya me remplazaste— bromeó, su esposo rio somnoliento.
— Se levantó a la tres de la mañana por una pesadilla, ¿A quien me hace acordar?— James solo sonrió muerto de amor por la escena que presenciaba.
~•~
Algo soft
Nos vemos 👋🏼👋🏼