31 Días {Sambucky}

|Parque de Diversiones|

Titulo: Primera Cita.
Advertencia: Ninguna.
Número de palabras: 607.

~•~

Tanto Bucky como Sam estaban teniendo la mejor primera cita de sus vidas. Habían decido ir al parque de diversiones que ya habían visitado una vez en compañía de Sarah y sus hijos. En esa ocasión, después de bajarse tomados, inconscientemente, de las manos de la montaña rusa, ambos confirmaron que estaban enamorados.

Volviendo a la primera cita. No solo se estaban divirtiendo por las atracciones, también por las bromas, o simplemente mirarse, era suficiente para darles una descarga de mariposas en el estómago. Estuvieron casi todo el día con los dedos entrelazados, y las sonrisas no desaparecieron en ningún momento de sus rostro.

Después de subirse a la montaña rusa, pasaron frente a un de aquellos puestos con juegos donde te daban un peluche como premio, y a Bucky se le ocurrió una idea.

— Ven— dijo, arrastró a Sam hasta quedar frente al puesto.

— ¿Que pasa?— Bucky no contesto, busco entre sus bolsillos hasta encontrar su billetera.

— ¿Cuál quieres?— pregunto.

— ¿Eh?

— ¿Que peluche quieres?— volvió a preguntar.

Sam sonrió— Cualquiera, me lo quedaré igual.

Bucky también sonrió— Okey.

El juego consistía en explotar globos con un dardo, todos y cada uno de ellos fueron reventados por James.

— Wow ¿Ahora eres hawkeye?

— El soldado del invierno también era francotirador, algo me quedo.

— Elija su premio— dijo el chico que estaba detrás del mostrador con una expresión sorprendida.

— Mh... Aquel del Capitán América— señaló al muñeco de tamaño medio colgado del techo, que en realidad era un osito vestido con el icónico traje de barras y estrellas.

— Okey— el muchacho tomo el muñeco y se lo extendió— Gracias y que tenga un buen día.

— Gracias, buen día— Bucky volvió a tomar la mano de Sam y se alejo del puesto hasta quedar detrás de el— Ten.

— ¿Que?

— Es para ti, lo gane para ti— se lo extendió.

— ¿De verdad?

— Si, capitán Wilson— ambos rieron.

— Okey— lo tomo aún con sus ojos clavados en los en su acompañante, no podía desviar la mirada aunque quisiera, esos ojos azules acero, esos labios rojos, lo estaban matando, tenía una sola idea en la cabeza. Tomo el osito, y en un gesto juguetón, lo acerco al rostro de Bucky, específicamente a su boca, como si el oso lo besara, una representación de su deseo, ambos rieron, y después de calmarse, Sam volvió a hablar.— ¿Puedo besarte?— pregunto sin pensar.

— ¿Que?— Bucky sintió como sus mejillas se pintaban de un rojo intenso.

— ¿Eh? ¡Ay, dios! Perdón, no lo pensé, lo siento, en serio— un silencio un poco incómodo se formo entre ellos, uno que James no fue capaz de soportar.

— Okey— Sam frunció el seño.

— ¿Okey qué?

— Lo que me preguntaste, si podías... B-besarme, está bien, p-puedes hacerlo, si quieres.

— Ah... Está bien— ambos se quedaron quietos.

— ¿No vas a hacerlo?— dijo con un tono de decepción.

— Si, solo... Déjame encontrar el valor— rieron— Dame un segun- — pero Bucky no quiso esperar, acercó su rostro y estampó sus labios contra los contrarios.

Fue un beso corto y repentino, pero fue suficiente impulso para que Sam empezará el siguiente. Acunó el rostro de Bucky y lo acerco al suyo en un beso un poco más lento y profundo, uno el que se examinaron mutuamente y descubrieron una nueva adicción, los labios del otro. Se quedaron así por buen rato, separandose cada cierto tiempo para respirar. No importaba las miradas de la gente que pasaba, ni el hecho de que estaban en un parque de diversiones, solo importaba eso, ellos, su momento, su primer beso, su primera cita. El resto del mundo, no importaba.