CAPÍTULO XVI

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Todo era ajeno para Jungkook.

El viento que sopló con fuerza esa tarde, la gente que se inclinó ante él para presentar su respeto, y Taehyung.

Taehyung fue quien se sintió más irreal, con su sonrisa enorme, su mano cálida alrededor de la suya y esos ojos orgullosos que lo miraron con adoración durante todo el festejo.

Hubo música, bailes y comida; todo para el rey Jungkook.

Él había alardeado de ser el hombre más poderoso poco antes, con Namjoon, pero el que aquello se convirtiera en una verdad absoluta para todos era... enfermizo.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó Taehyung.

Jungkook se sobresaltó, no esperaba la repentina aparición de su marido en la habitación, no pudo relajarse de la impresión porque de inmediato sintió el aliento del alfa en su piel. Taehyung estaba detrás de él, tan cerca que le fue imposible sentirse seguro y cómodo por el contacto. Miró a través de las paredes de la habitación, tenso, e hizo lo que pudo para ignorar el contacto que su esposo comenzaba a buscar.

La extravagante celebración terminó cuando la luna se alzó en el cielo, todos los pobladores se fueron felices, contrario a los consejeros, que se veían muy enojados por toda la ceremonia.

Sus sirvientes le quitaron la mayoría de los adornos de la ropa junto al tocado de su cabello, lo dejaron en un hanbok sencillo; lo que significaba que todo había terminado de verdad.

Respiró hondo y cerró los ojos en busca de fortaleza.

—En nada importante —respondió en voz baja.

—¿Te gustó la sorpresa de hoy? —inquirió Taehyung a la vez que depositaba un pequeño beso en su cabeza.

—Fue un poco abrumador, siendo sincero, no esperaba algo así.

—¿Pero te gustó o no?

—Sí —dijo de forma automática, sólo para que dejara de cuestionarlo.

Una de las manos de Taehyung comenzó a acariciar su cintura por encima de la ropa, luego se enredó de forma posesiva alrededor para pegarlo más a su pecho, y Jungkook dejó de respirar cuando sus cuerpos chocaron. Taehyung paseó la nariz por su hombro y fue subiendo poco a poco hasta su cuello, que él ladeó por instinto para darle más espacio.

Jungkook apretó más los párpados y luchó por relajarse, pero no pudo. Llevó sus manos hasta el brazo de Taehyung, que lo apresaba, y le clavó las uñas en un desesperado intento de hacer que lo soltara.

Sin embargo, Taehyung dejó salir un gemido de placer leve contra su piel.

Jungkook tembló.

—¿Crees que ya hice lo suficiente para merecerte? —cuestionó Taehyung con voz profunda.

La mano que mantenía alrededor de él se movió un poco y Jungkook se dio cuenta de que deshizo el nudo de su hanbok sin ninguna dificultad.

—Yo...

Jungkook quiso decirle que no, de verdad lo deseó, porque comenzó a sentir que el aire le faltaba; pero se recordó a sí mismo que su propósito en la vida ya no era encontrar la felicidad, sino ayudar a quienes lo necesitaran.

Todo lo que hiciera a partir de ese momento debía ser para cumplir esa misión. El sexo y su matrimonio, e incluso él mismo, no eran nada más que herramientas útiles que usaría en su beneficio.

Taehyung era demasiado débil ante él, por lo que era necesario que aprendiera a usar eso en su favor.

Respiró hondo, relajó su agarre en el brazo del alfa y comenzó a acariciarlo en su lugar; también abrió los ojos y los clavó en un punto indefinido de la habitación, porque quiso ignorar el enorme futón de varias capas que había en el piso, las florecillas regadas por aquí y por allá, las velas...

HE USED TO BE MINE (KTH&JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora