HE USED TO BE MINE (KTH&JJK)

CAPÍTULO XXI

El tiempo pasó con rapidez, no le dio a Jungkook la oportunidad de disfrutar por más tiempo los buenos momentos de tener un bebé. Jung-hyun creció y comenzó a gatear para luego aprender a caminar, sus balbuceos se volvieron palabras un poco más claras, creció tanto que ya era difícil alzarlo en brazos por mucho tiempo.

Jung-hyun acababa de cumplir dos años, Taehyung se encargó de hacer un festejo en grande en donde todo el reino estuvo involucrado. Jungkook sabía que todo era por las apariencias, pero estaba tan poco acostumbrado a ver su esposo e hijo juntos que se sentía nervioso cuando eso pasaba. Cada vez que Taehyung alzaba a su cachorro y besaba su mejilla, él temblaba. El pequeño Jung-hyun disfrutaba aquello como el bebé ingenuo que era.

Fue una tarde de octubre que el pequeño aprendió a correr, tontamente por su edad, pero eso lo hizo muy feliz. Sujetaba con fuerzas el peluche que Taehyung impregnaba con su olor cada mañana y reía con ganas mientras sus piernas cortas lo llevaban por todo el palacio. Jungkook iba tras él con calma, sonriendo por su hijo, hasta que lo vio andar cerca del estanque.

—Jung-hyun —llamó con preocupación.

El corazón se le detuvo cuando observó al niño correr hacia el agua y darse cuenta de que sería imposible alcanzarlo por la distancia entre ambos, inconscientemente sostuvo el aire, sus piernas se movieron por instinto para ir hacia él; pero no pudo llegar a tiempo.

Jungkook sintió que el alma se le iba del cuerpo al ver a su hijo a centímetros de la orilla y estaba a punto de desmayarse por el terror que eso la causó, cuando un par de brazos fuertes tomaron el cuerpo de Jung-hyun para alejarlo del estanque y alzarlo sin dificultad.

—Ah, pequeño intrépido —rio Namjoon mientras lo abrazaba de la cintura para echárselo al hombro como si fuera un saco de arroz—, ¿qué haces corriendo por ahí?

—¡Am! —saludó Jung-hyun con una sonrisa, todavía no hablaba bien y por eso llamaba así al alfa.

Jungkook dejó salir el aire que había retenido y se llevó una mano al pecho, aliviado por ver bien a su cachorro. Sonrió al presenciar como Namjoon le hacía cosquillas y Jung-hyun reía con mucha alegría, feliz. Le gustaba verlo así de contento.

—No sé porque no pude alcanzarlo —murmuró Jungkook cuando Namjoon estuvo frente a él—, de repente sólo lo vi en la orilla y... —apretó los labios.

—Así son los niños —aseguró Namjoon con una sonrisa tranquilizadora —. Y más este cachorro tan travieso. —Se quitó a Jung-hyun del hombro y los sostuvo por las axilas para dejarlo frente a él.

Jung-hyun rio y le tomó la cara entre las manos para darle un beso en la nariz.

—Am, Am —repitió mientras le abrazaba el cuello.

Jungkook sonrió con cariño y le acarició con extrema suavidad el cabello a Jung-hyun, que se quedó acurrucado en el hombro de Namjoon.

—Creo que tiene sueño —comentó este y sostuvo al niño de la espalda.

—Está cansado de correr tanto —rio Jungkook—, lo llevaré a la habitación para darle un baño y que tome su siesta antes de la cena —alargó los brazos para tomar a su hijo.

—Te acompaño —declaró Namjoon y sostuvo más fuerte el pequeño.

Jungkook no se opuso y agradeció la ayuda, había tenido dolor de espalda desde días atrás, así que cuidar a su Jung-hyun se volvió más cansado y que alguien le quitara un poco de carga era muy bueno. Caminaron lado a lado hasta el palacio personal de Jungkook, de camino vio la construcción de aquel templo que Taehyung se había empeñado en hacerle, estaba planeado que fuera tan grande y ostentoso que en casi tres años aún no estaba ni cerca de ser terminado. Suspiró con pesar, pero no se detuvo a verlo por más tiempo.