—Quiero mostrarte algo —murmuró Taehyung con los labios en su nuca.
Jungkook suspiró en respuesta, no tenía energía para hacer nada más que dormir para olvidarse de todo por un momento.
Acababa de tener mucho sexo, el nudo apenas había bajado y se sentía pegajoso por todos lados, su cuerpo todavía estaba entumecid. Además, el silencio y la oscuridad de la noche aumentaba la melancolía de la que era presa desde hacía mucho tiempo por lo mal que estaba su vida. La ausencia de su hijo le había dejado un dolor inmenso en el pecho, tenía una relación conflictiva con su hija –que decidió echarle en cara todas las cosas vividas malas por su culpa– y Taehyung ya no lo dejaba en paz para nada. Sin sus hijos de por medio el alfa estaba extasiado, regresó a los días de su juventud en los que nada más eran ellos dos con su amor.
Por desgracia entre ellos ya no había tal cosa.
Sin embargo, una cosa que Jungkook tenía muy grabada era que no podía negarse a las solicitudes de Taehyung porque eso podría tener consecuencias graves.
—Bien —cedió.
Se levantó del futón con un suspiro, buscó su ropa y un abrigo, después tomó la mano que le ofreció su marido para seguirlo a donde fuera que lo llevara. El frío los recibió al poner un pie fuera del palacio, el viento esa noche era suave pero helado. Taehyung lo abrazó por los hombros para darle calor mientras caminaban. Se detuvieron justo frente al templo construido en honor a Jungkook, este se alzaba majestuoso entre los árboles y las flores dormidas. El alfa señaló orgulloso el edificio.
—Está hecho —murmuró dejando un beso en sus nudillos—. Tomó muchísimos años porque quería que fuera perfecto y en verdad lo es. Perdurará por siglos, Jungkook, tu nombre y tu legado, el amor que te profeso.
"Amor" que palabra tan frágil, era ridículo compararla con las paredes de ese templo.
—Después de todo —susurró Jungkook con los ojos en algún punto indefinido lejos de su esposo—, ¿todavía te atreves a llamarlo "amor"?
—¡Claro! —respondió con la más grande de las sonrisas—. ¿Qué más si no?
Jungkook lo observó en silencio unos momentos, incapaz de entender esa felicidad que mostraba y la seguridad con la que aseguraba amarlo.
El resentimiento y frustración reprimidos se acumuaron en su pecho para explotar con una violencia abrasadora que llevó lágrimas furiosas a sus ojos negros. Sus puños se cerraron y fueron hasta el pecho de Taehyung para golpearlo con todas sus fuerzas.
—¡¿Cómo puedes seguir diciendo que me amas después de todo lo que me hiciste?! —recrimina lleno de odio—. ¡Han sido años de sufrimiento! Mis hijos, mi vida... ¡Todo lo arruinaste por tu maldita obsesión! ¡Este edificio sólo muestra lo enfermo que estás!
Para su consternación, Taehyung rió, fuerte y alto, sin inmutarse por sus débiles golpes.
—Oh, mi Jungkook, la obsesión es el amor de los locos.
El omega tembló, un par de lágrimas resbaló hasta su mentón, él no se movió, estaba estupefacto por lo que escuchó; aunque eso siempre lo supo.
—Taehyung...
—El amor de un loco es incomprendido —continuó muy calmado Taehyung—. Está lleno de pasión, es tan inmenso que nos rompe el pecho y nos distorsiona la mente. Dime, cariño mío, ¿un cuerdo te amaría con la misma intensidad que yo? ¡Por supuesto que no! Nadie te amará jamás del mismo modo en que lo hice, te di todo y más de lo que tenía.
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HE USED TO BE MINE (KTH&JJK)
FanficJungkook se casó con Taehyung porque este le juro un amor eterno y profundo. Su amor los mantuvo juntos durante años, al principio viviendo una hermosa historia llena de felicidad, después, una pesadilla sin fin. Aquellos ojos que una vez lo vieron...