Todo depende de Idhrenniel.

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La sala del trono en Asgard estaba en completo silencio mientras esperaban la llegada del Padre de Todo. Heimdall tan impasible como siempre, esperaba junto con los guerreros y otros estrategas, pero mientras todos esperaban con pensamientos de duda en la cabeza, Heimdall observaba como se llevaba a cabo la masacre que ocurría en Alfheim, aquél planeta lleno de poder, naturaleza y majestuosidad, caía en cenizas.

Las enormes puertas del salón se abrieron provocando que todos miraran en su dirección para lograr ver a Odín entrando completamente vestido en su armadura. El silencio que reinaba unos segundos antes se vio reemplazado por el sonido de las botas de Odín golpeando el suelo con el característico porte que simplemente un rey posee.

—Tengo seguro que muchos desconocen por qué los he citado aquí.

Habló Odín, tomando su lugar en el trono. Thor miró a Loki en busca de una respuesta, pero este lucía igual de confundido que él.

—Freyr ha sido tomado por los elfos oscuros, asumo que bajo el mando de Malekkith.

— ¿Frey? ¿El rey de los Elfos tomado por los elfos oscuros? Pero ellos no pueden ni acercarse a la luz de los elfos. ¿Cómo podrían tomar al rey?

Habló Loki basándose en el conocimiento que había adquirido gracias a horas de lectura en la biblioteca del reino.

—Parece ser que Malekith ha encontrado la forma de evadir las molestias que le provocaba la luz divina a él y a los suyos.

La voz de Heimdall retumbo con fuerza en los oídos de Loki, si los elfos oscuros habían logrado convertirse en una amenaza para Asgard, sonaban como buenos aliados para él.

—No entiendo –La voz de Thor distrajo a Loki de sus pensamientos. – ¿Por qué los elfos no pueden defenderse solos? He escuchado que son guerreros implacables.

—Los elfos de la luz son criaturas complejas, su lealtad llega a grados que ninguna otra criatura en los nueve mundos lograría comprender, han tomado a su rey y se ven incapaces de elegir a cualquier otro líder para no traicionar al rey si es que se presume aún sigue con vida.

La voz de Odín sonaba tranquila a pesar de la situación.

—Entiendo, es un tanto estúpido pero lo entiendo, pero ¿no debemos ir más guerreros para enfrentarlos?

En cuanto Thor dijo aquellas palabras el rostro de Odín cambió por completo.

—Antes de que Malekith tomara el castillo de Freyr, ha enviado un mensaje a Heimdall... Heimdall.

Heimdall asintió y miró en dirección de los guerreros.

—Padre de Todo, me encuentro en una posición de muerte. Los elfos de la oscuridad han encontrado la forma de evadir nuestra única y gran defensa contra ellos. En poco tiempo saldré a pelear junto a los míos, pero primero debo cuidar lo más valioso para mí y la única salvación de estos nueve reinos, porque recuerda Padre de todo, que si los elfos de la oscuridad toman Alfheim, ya no habrá más fertilidad en el universo.

"Todo el universo se desvanecerá ante la hambruna y la sequía. La solución está en mi Idhrenniel. Padre de todo, tenemos que unir fuerzas para acabar con esto, ella está oculta en el castillo..." El mensaje termina ahí pues los elfos lo han tomado como prisioneros.

De nuevo un pequeño silencio se crea en la sala.

— ¿Eso significa que nosotros solamente iremos en una misión de rescate?

Pregunta Fandral, haciendo la pregunta que todos tienen en la mente también.

—Irán en busca de Idhrenniel y la reina, su madre. Heimdall abrirá el Bifrost para ustedes. Deben ser rápidos y prepararse para defenderla con su vida, Freyr tiene razón, su hija será la clave para unir nuestros reinos.

Respondió Odín mirando directamente a Thor.

— ¿Y cómo es que hará eso?

Preguntó Loki, curioso ante aquella criatura elfica.

—Porque a partir de ahora, Idhrenniel hija de Freyr, princesa de Alfheim, está comprometida con el primogénito del rey de Asgard.

A los guerreros les tomó unos cuantos segundos entenderlo, pero la primera en tener alguna reacción fue Lady Sif, una de las guerreras más grandes y fuertes que los nueve mundos hubiesen visto jamás, y la mujer que había tomado el corazón de Thor desde cientos de batallas atrás.

—Pero, mi Rey, Thor... él está prometido conmigo, con nosotros. Usted mismo fue quien apoyó esta promesa, la Reina... ella acompañó a Thor a pedir mi mano.

Thor tomó con fuerza la mano de Sif.

Loki los miró con cierto desprecio, siempre había odiado aquella relación entre ellos dos, pensaba que sus sentimientos influían mucho en su desarrollo en la batalla, lo cual los hacía más débiles, y por lo tanto más vulnerables ante los ojos de sus enemigos.

—Sif tiene razón padre, no puedes elegir una esposa para mí, yo ya he elegido a la mía, Loki también es tu hijo, puedes considerarlo a él también.

Loki pudo sentir la irritación que le provocaba el no ser consultado por su propio hermano para discutir su futuro. Decidió interferir por sí mismo.

—Hermano, espera un segundo...

—Porque el próximo rey de Asgard serás tú y no tu hermano.

La amargura de aquellas palabras atacó el habla de Loki, dejándolo sin palabras, cosa que extraña vez sucedía.

—Padre por favor...

Habló Thor una vez más.

—Tienes una responsabilidad con tu reino, con tu gente. Si logramos unir a Asgard con Alfheim no solo acabaremos con los elfos oscuros, como les he dicho, todos los elfos son criaturas excesivamente leales, ella es su princesa, próximamente su reina.

"Cuando tú te conviertas en rey, ella será tu reina y no solo serás rey de Asgard, también lo serás de Alfheim y con ello tendrás la lealtad de todas las criaturas que lo habitan. Y cuando logren concebir un heredero, seremos indestructibles".

Odín se puso de pie.

—Padre de todo, por favor...

Lady Sif habló en voz baja, temerosa de ser demasiado impertinente. Loki los observó y no pudo evitar disfrutar un poco al ver a su hermano y a Lady Sif sufriendo de aquella manera. ¿Qué tontería sería Thor capaz de hacer para librarse de aquél compromiso? Loki sintió placer simplemente de imaginarlo.

— ¡Ni una palabra más! ¡Prepárense para partir!

Thor abrió la boca para hablar pero Fandral lo detuvo jalando de su capa para que comenzara a moverse y salir del salón con Loki detrás de ellos.

Entonces una idea atacó su mente mientras se preparaba para la misión. Si el obtenía a Idhrenniel, obtendría también el poder de todos sus guerreros, una princesa a cambio de la lealtad de todo un ejército de guerreros como lo eran los Elfos de la luz.

Los guerreros caminaban hacia el Bifrost hasta encontrarse con Heimdall, Thor y Sif aún tomados de las manos esperaban para que Heimdall diese la señal.

Loki los observó y por unos cuantos segundos, observando con atención como sus dedos se entrelazaban al tomarse de las manos, y antes de entrar en el túnel del Bifrost que los llevaría hasta otro planeta, con detalle pudo observar la mirada que se tenían el uno al otro, la complicidad que solamente dos amantes que se conocen tan íntimamente comparten, y solamente por unos cuantos segundos sintió una pequeña punzada de celos.

Los guerreros miraron una vez más a Heimdall en señal de preparación, hubo un pequeño silencio y después un destello que se convertía en un túnel, comenzaron a sentir los efectos del Bifrost sobre ellos y mientras viajaban hasta Alfheim, Loki ideaba el plan ideal para poder tomar a Idhranniel como suya, apoderándose así de todo el ejército al que ella tenía derecho simplemente por haber nacido siendo ella.

Lealtad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora