Jaqueca

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Loki sintió la ira en la mirada de Thor, mientras daba su paseo diario por los pasillos del castillo

—No ha sido mi culpa, si eso has venido a reprocharme, la princesa hizo esa tontería por su propio gusto.

Thor gruñe como respuesta y le golpea el pecho antes de seguir su camino.

—¿Por qué tanta preocupación de un día para otro? ¿Es que ha comenzado a llamar tu atención ahora? ¿Qué pensará la pobre Sif de todo esto?

Thor da la vuelta, da grandes zancadas, envuelto en cólera hasta enfrentar a Loki, lo toma con fuerza de los hombros, pero antes de comenzar a discutir como tenían acostumbrado, un guardia los interrumpe.

—Sus majestades, el Rey ha solicitado su presencia en la sala del Trono

Thor suelta a Loki poco a poco, sintiendo sus dedos entumecerse debido a la fuera y la frustración de no golpearlo.

—Ahora vamos

Responde Loki, mirando a Thor con esa sonrisa de autosuficiencia que provoca a Thor querer golpearlo con más fuerza.

Caminan hombro con hombro sin decir una palabra en el camino. Distinguen a Odín sentado en un imponente trono hecho completamente de oro.

—Mis hijos los he convocado aquí por una razón, acérquense.

Ambos se acercan a una vitrina que parece una enorme ventana, en donde los nueve mundos se aparecen en su posición habitual.

—El poder de Malekith comienza a hacer estragos en nuestro universo, pongan atención a Vanaheim.

El mundo que antes estaba lleno de vida, comenzaba a convertirse en un mundo gris, pero no se comparaba ni un poco a como lucía Alfheim en aquél momento.

Aquél planeta verde, debido a toda la naturaleza, lleno de colores debido a la magia que había en este, se cubría de una capa negra que se extendía como una infección a través de todas las tierras que existían aún con vida en Alfheim.

—Padre, ¿qué significa todo esto?

Pregunta Thor sin despegar la imagen tan tenebrosa frente a él.

—Lo que dijo Freyr comienza a cobrar sentido, cuando los elfos oscuros toman poder del mundo de los elfos de la luz, las tierras comenzaran a secarse, el agua a evaporarse y la vida a terminarse poco a poco. Todo el universo depende de los elfos y su fertilidad con la vida.

Hubo una pausa nerviosa en la que ambos hermanos se preguntaron qué era lo que debía hacerse por el bien de la princesa.

—¿Qué tenemos que hacer entonces?

Pregunta Loki.

—Thor, iras en la búsqueda de Malekith, en cuanto vuelvas será el día en que deberás casarte, vuelve cuando tengas al menos rastro de él, pistas, lo que sea que nos ayude a capturarlo.

Loki se mordió el interior de la mejilla, mirando a su hermano lleno de envidia, hasta que el Rey finalmente regreso a verlo.

—Mientras que tu Loki, acompañaras a la princesa hasta Alfheim, para convencer a su gente que su lealtad debe ser hacia nosotros. La nueva familia de su princesa.

Thor y Loki abrieron los ojos de golpe, uno reaccionando con emoción mientras que el otro lo hacía con resentimiento.

—Si, la princesa será mi futura esposa, ¿no es más conveniente que sea yo quien deba acompañarla a Alfheim? Si ellos también serán mi gente debo convocarlos ahora.

—Necesito a mis mejores guerreros en la búsqueda de Malekith, incluyéndote a ti, en especial a ti Loki tambipen es un excelente guerrero y es por eso que acompañara a la princesa, no puede ir con cualquiera apra defenderla contra cualquier ataque, ¿no es cierto Loki?

Loki asintió ocultando el rencor en su rostro

—Está decidido, mañana ambos partirán a sus respectivas misiones, pueden irse para comenzar a prepararse.

Ambos hermanos hicieron una reverencia silenciosa, se dieron la vuelta y salieron de la sala del Trono, dejando al Rey a solas, o al menos eso creían ellos.

Thor ni siquiera le dirigió una palabra o una mirada a Loki, siguió su camino sin saber con exactitud hacia donde se dirigía. Sus pies seguían moviéndose aunque sin dirección alguna. La irritación comenzaba a provocarle dolor de cabeza hasta que escucha unas cuantas voces femeninas provenientes del jardín.

—¡Muy bien, princesa! Así, relajada, con la mente completamente despejada. Cierra los ojos y toque la hierba bajo sus pies.

Thor observó la figura llena de gracia de Idhrenniel moverse poco a poco hasta que sus manos tocaron el suelo y la hierba en este. La observo atento a todos sus movimientos sin perderse detalle y sin querer parpadear siquiera.

—Muy bien princesa, ahora debe sentirlo desde su interior como un cosquilleo dentro ti, moviéndose a través de todo tu cuerpo hasta llegar a la parte de tu cuerpo que quieres utilizar.

Thor escucha la voz de su madre, pero no había nada más para él en ese momento, nada más que Idhrenniel y sus poderes.

Debajo de la mano de la princesa comenzó a crecer una diminuta flor, aunque muy bella.

—¿Ve esto su Alteza? ¡Mire lo que he podido hacer!

Gritó Idhrenniel con emoción al ver el resultado de su primera lección, el entusiasmo se volvía contagioso, haciendo que incluso Thor sonriera al verla tan feliz, pero pronto la sonrisa de Thor comenzó a desvanecerse de su rostro, cuando de nuevo alrededor de la princesa comenzaba a crearse una berrera de ramas llenas de espinas que amenazaban con lastimarla, las piernas de Thor se movieron con rapidez para llegar hasta donde ellas estaban, pero un destello color verde lo cegó durante unos cuantos segundos. Cuando finalmente le regresó la vista se dio cuenta de que era Loki quien había ido a ayudarles.

Se sintió lleno de envidia y se alejó a paso decidido de aquella escena que no había hecho más que aumentarle el dolor de cabeza.

Lealtad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora