—Una vez más princesa.
Idhrenniel escucha a Loki con atención, en los últimos días había notado a Loki más entusiasta por ayudarla a controlar sus habilidades, y en realidad había sido de bastante ayuda, pues Idhrenniel también había seguido el consejo que le había dado Thor, hacer las cosas desde el corazón. Pensaba en su padre y en su madre, notando de inmediato como la paz invadía su cuerpo y al mismo tiempo sus poderes. Había continuado su lectura con respecto a los de su especie, informándose más acerca de todo lo que ella podía controlar si se lo proponía.
Movía las manos de manera grácil y delicada, como si llevara a cabo una elegante y deliciosa danza en los jardines del enorme palacio, y en cuanto sus manos se movían, el viento cambiaba su curso, moviéndose a su alrededor, aunque lo hacía de manera débil Idhrenniel se sentía empoderada al tener aquella sensación de que podía controlar las cosas.
—Su Alteza, ¿usted cree que pueda regresar a Alfheim?
Preguntó Idhrenniel en cuanto su entrenamiento había terminado. Loki la miro escéptico, pensando en que ella no tendría ninguna alegría de volver y se sintió emocionado al pensarlo.
—No, no aun. Aun es usted bastante débil.
Las palabras de Loki le herían, pero al mismo tiempo entendía que debía usarlas para fortalecerse, nadie en todo Asgard le hablaba de la misma manera en la que lo hacía Loki y ella simplemente se sentía agradecida.
—¿Y cómo cree que pueda cambiar eso?
—Comience comportándose como una monarca, deje de agachar la mirada cada ve a una persona. Mejore el tono de voz con el que se dirige a las personas, ya deje las niñerías, comience con un entrenamiento. ¿Sabe usted algo de batalla?
—Sé utilizar el arco...
—¿Lo utiliza bien?
—Bueno... nunca he estado en un combate.
—¡Entonces no lo sabe!
—Deje de formarse como princesa y hágalo como una reina.
Loki dijo esto último sin mirarla a los ojos, se dio la vuelta sin despedirse de ella. Loki se daba cuenta de la manera en la que la trataba, pero de inmediato notaba también que cada vez que lo hacía ella lo seguía como un pequeño cachorro con ojos llorosos, podía tratarla con delicadeza pero se daba cuenta de que ella notaba de inmediato la falsedad. Y aunque había estado pasando mucho tiempo con ella en los últimos días, no podía negarse que también Thor lo hacía, siempre encontraba el tiempo de estar a su lado, y sabía a quién podía acudir para poder separarlos. Siguió su camino por los pasillos dorados hasta llegar justo a la cámara de la persona con la que quería hablar.
Idhrenniel hablaba con Thor mientras caminaban por el gran salón del castillo de Asgard, admirando las hermosas pinturas sobrias y elegantes de todos los integrantes de la realeza Asgardiana, como todo en el castillo, las paredes se rodeaban de un color dorado y una que otra vitrina gigante cubierta por cortinas rojas. Pequeñas y grandes estatuas de mármol adornan la habitación por completo mientras ellos recorren el cuarto sin poder dejar de hablar.
Idhrenniel y Thor n imaginaban que mientras ellos mantenían una charla, Loki ya tenía a una de sus mejores espías escuchando y observando todos sus movimiento, Laoghaire, y aquella ocasión no había sido la excepción. Thor e Idhrenniel caminaban en los largos pasillos del castillo, observando a través de las enormes ventanas adornadas con preciosas columnas hechas de oro a cada lado, a través de aquellas ventanas de oro Idhrenniel podía ver al pueblo de Asgard, no alcanzaba a ver con calidad precisa debido a la altura a la que se encontraban, pero veía con atención la dirección en la que señalaba Thor y escuchaba ansiosa las historias que este narraba con entusiasmo.
ESTÁS LEYENDO
Lealtad.
FanfictionCuando el reino de Alfheim cae en manos de la luz de los elfos obscuros, la princesa de los Elfos de la luz se ve obligada a casarse con el primogenito de Asgard, Thor, aunque este ya este comprometido con otra joven guerrera. Pero la lealtad de un...