En cuanto sus pies tocaron la tierra, los guerreros miraron a su alrededor para darse cuenta de que lo que una vez había sido Alfheim en esos momentos estaba completamente destruido.
A su alrededor lo que solían ser hermosas y verdes colinas llenas de vida, no eran más que montañas de fuego. Había escombros en los alrededores y los canticos y celebraciones que caracterizaban aquellos terrenos habían sido reemplazados por un silencio de ultratumba. Loki abrió los ojos con sorpresa, la sorpresa provoco que por unos segundos bajara su espada ante la impresión de ver un reino como Alfheim, lleno de gracia y belleza destruido de manera tan cruel. Había estado muy pocas veces ahí, y de aquellas pocas veces había sido para ayudar en alguna batalla contra una criatura lo suficiente fuerte como para que los elfos no pudiesen acabar con ella por sí solos, de todas aquellas experiencias podía decir que había conocido muchas cortesanas y plebeyas de aquella raza, bellísimas y dispuestas a agradecer la ayuda de cualquier forma que fuese posible. Pero esta ocasión era diferente, la magnitud de la destrucción a su alrededor ayudo a Loki a notar la dimensión del poder de los elfos oscuros y de la manera en la que su exilio había ayudado a aumentar su poder. El cielo se había teñido de naranja y rojo, el suelo desaparecía debajo de nubes de humo negro debido a las llamas que devoraban los magníficos edificios que solían estar de pie imponentes ante la entrada del reino, pero ahora no eran más que ruinas, el cielo parecía que se había salpicado con la sangre de los inocentes y el azul cristalino que caracterizaba el cielo de los elfos se veía reemplazado por todo aquél dolor.
– ¡Loki! ¡Vamos, no te quedes ahí parado, nos encontrarán!
Thor lo sacó de sus propios pensamientos.
No era la primera vez que los guerreros eran enviados a alguna misión de rescate, pero esta era más complicada que las que alguna vez habían tenido, debían llegar a una princesa antes de que el enemigo la tomara como su presa. Y aquella no era una princesa cualquiera, era la única que podría terminar con la guerra que comenzaba a tomar lugar y amenazaba el bienestar de todos los mundos.
Corrieron entre los escombros y las llamas, escuchando los gritos que ya no ocurrían pero que habían quedado como un eco en el silencio ensordecedor y sintiendo la impotencia de no poder ayudar a su alrededor a cualquiera que lo necesitase. No había rastro alguno de un elfo oscuro, lo cual hacía que a Loki le diese una punzada de desconfianza, imaginaba que por el estado en el que habían encontrado a Alfheim, los elfos estarían regocijándose de su victoria.
– ¿A dónde debemos dirigirnos?
Preguntó Volstagg, mirando a su alrededor en busca de algo sospechoso.
–Pienso que deberíamos dividirnos, puede estar en cualquier lado.
Thor sonaba muy seguro de lo que decía.
–Yo pienso que no ha salido del castillo, todos deberíamos de ir ahí, es el lugar más seguro, ya has escuchado a Padre, los elfos son criaturas leales que seguramente se arriesgaran hasta el final por su princesa, no creo que ella haya salido de ahí.
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Lealtad.
FanfictionCuando el reino de Alfheim cae en manos de la luz de los elfos obscuros, la princesa de los Elfos de la luz se ve obligada a casarse con el primogenito de Asgard, Thor, aunque este ya este comprometido con otra joven guerrera. Pero la lealtad de un...