info: Theo nunca manejó bien sus emociones, y cuando su novia aparece en un momento equivocado, las cosas se complican y Theodore no sabe cómo arreglarlo.
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warnings: historia larga
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Theo ha sido una bomba de tiempo últimamente y tú lo sabías. Te había estado preocupando, pero cada vez que intentabas hablarle con sensatez, él lo desestimaba todo, diciendo algo demasiado estúpido y temerario para que lo escucharas, así que el tema se dejaba antes de que se trajera a colación.
Era una de esas veces de nuevo, cuando un pensamiento recurrente se plantaba en tu cerebro de que no conocías a tu novio como pensabas que lo harías. Theodore no ha sido él mismo últimamente, lo que te preocupaba mucho. Había estado fumando mucho más y metiéndose en peleas con más frecuencia, así como en problemas con los profesores, perdiendo puntos para tu casa, lo cual... bueno, no te importaba tanto. Lo que te preocupaba era el bienestar de Theo.
Como había sido el descanso de Navidad, habías vuelto a casa para pasar tiempo con tu familia, lo que significaba que tu contacto con Theo se limitaba a unas pocas cartas en las que decía que estaba más o menos bien, pero eras lo suficientemente inteligente como para saber que pasar la Navidad con su padre y abuelo nunca lo haría sentir bien, ni siquiera un poco. Fue el punto de quiebre en ti en el que decidiste que era el fin de que te desestimara.
"Riddle, Berkshire, ¡fuera!" irrumpiste en el dormitorio, mirando con furia a los compañeros de habitación de tu novio, haciendo que el primero gruñera de molestia.
"Jesús, ya no puedes estar en tu propia habitación". Mattheo te rodó los ojos, aunque sabía que iba a pasar, así que se levantó con esfuerzo, dándole palmaditas en la espalda a Theo. "Buena suerte con esa, Nott". murmuró antes de salir de la habitación con Lorenzo, quien simplemente te envió una sonrisa de simpatía.
Theo, por otro lado, solo te miró por un segundo, frunciendo el ceño. "¿Qué quieres, Rossier?" preguntó, con la nariz aún enterrada entre las páginas de un libro que le diste para Navidad.
"Oh, tratas de ser formal, muy bien". murmuraste, quitándole el libro de las manos, tu cuerpo temblando de furia. No habías tenido una conversación adecuada en más de dos semanas, y aún así él no podía ser un hombre decente contigo. "¿Qué te pasa, Nott?"
"Deja de joder, Aileen, en serio" rodó los ojos, con una expresión que coincidía con la de su compañero de habitación hace unos momentos antes. "No tengo el jodido tiempo para esta mierda". añadió Theo, claramente agitado.
"Bueno, si lo quieres, lo tienes, no me meteré contigo en mucho tiempo". Tu voz estaba cargada de emoción al mencionar la abstinencia, lo que te valió una mirada. "Sé que algo está pasando. Lo sé, porque soy tu novia y me importas. Solo confía..." empezaste, pero la frase no estaba destinada a ser terminada, porque Nott te interrumpió.
