info: Después de una pelea con Sirius, Regulus llega con su novia molesto y ella decide tener una pequeña charla el hermano mayor.
words count: 1.2k
pairing: Regulus Black x Malfoy!Reader
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tú y Regulus tenían muchas más similitudes de las que cualquiera podría adivinar solo con mirarlos. La más obvia era su origen: familias antiguas y de sangre pura, obsesionadas con la pureza, ambos en Slytherin, ambos más ricos que la mayoría de los estudiantes de Hogwarts juntos, y a ojos de todos, eran mezquinos, tercos y pretenciosos.
Ustedes dos eran mezquinos y parecían pretenciosos, pero no era todo. Ambos tenían hermanos que quizá se preocupaban por ustedes de alguna manera, pero nunca lo mostraban lo suficiente como para estar seguros de que les importaban. Tú estabas segura de que a Sirius le importabas, pero no estabas segura de si a Lucius le importabas. Tu hermano estaba lejos de ser un hombre de familia.
Tanto tú como Regulus también eran dolorosamente ambiciosos, y eso los acercaba mucho, ya que en las clases de Slughorn los emparejaban en el mismo grupo, y para asegurarse un lugar destacado, tenían que trabajar juntos. Así que, medio año después, estaban planeando un viaje a Francia, acostados uno al lado del otro en la cama de su dormitorio.
Después de ese verano, todo cambió, y ahora ustedes dos eran una pareja oficial, aunque no muchos lo sabían, ya que ninguno de los dos quería hacer un gran escándalo. La cantidad de clases que compartían había disminuido desde que tomaron diferentes materias, pero eso solo fortaleció su vínculo.
Todo sucedió una semana antes de que ambos regresaran a sus respectivas casas (aunque Regulus se quedaría en casa de Potter). Estabas envolviendo tu regalo para Barty cuando tu novio irrumpió en la habitación. Pandora, que estaba allí contigo, dijo que los dejaría solos y se fue. Podías ver fácilmente que algo había pasado por la expresión en su rostro.
"Reg," comenzaste, con las cejas fruncidas ante su repentina aparición. "¿Está todo bien, amor?" preguntaste suavemente mientras él se acostaba en tu cama, con el rostro enterrado en una almohada.
El silencio llenó la habitación después de que terminaste tu frase. Era el momento de suspirar en silencio, poner una mano en su espalda y rascarla suavemente. "Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad?" Tu tono suave y la sensación de tus uñas en su espalda lo hicieron gruñir.
"No me voy en Navidad." declaró, tomándote un poco por sorpresa. Estabas segura de que se trataba del próximo baile de Navidad que organizaba Slughorn y, como estabas invitada, Regulus debía ir contigo. "Me peleé con Sirius, así que o nos reconciliamos o me voy a casa de mis padres." Ahora te miraba con miseria y tristeza en los ojos.
"Cree que James es más su hermano que yo." añadió Regulus, con la cabeza descansando en tus piernas mientras jugabas con su cabello, tratando de consolarlo al menos un poco. "Y dice que no es gran cosa, ya que yo considero a Evan y Barty mis hermanos y probablemente diría que son más hermanos para mí que él, pero eso no es cierto."
Sus palabras hicieron que tu corazón doliera. Era evidente para todos en tu grupo de amigos (incluido Remus, que a menudo se unía) cuánto necesitaba Regulus la validación de Sirius, cuánto necesitaba ser asegurado de que no lo odiaba tanto como él pensaba.
"Sé que no hemos hablado hasta que se fue de casa, pero aún duele." susurró, sin siquiera mirarte a los ojos. "Y ni siquiera reconoce cuánto significa para mí. Es el único en nuestra familia que importa más que todo. Me tatué sus iniciales y constelaciones y ¿él cree que elegiría a Barty y Evan sobre él?"
"Tu hermano es un idiota, y lo digo en serio." murmuraste, llenando su cabeza de besos. Si Regulus estuviera en su estado habitual, diría que solo actúa como un idiota, pero ahora ni siquiera quería defenderlo. "Me quedaré contigo. Me volvería loca si tuviera que pasar un minuto con Lucius." dijiste suavemente, pasando los dedos por su cabello.
Te tomó unos minutos más consolarlo lo suficiente como para que se fuera a su práctica vespertina, y aunque se suponía que debías terminar de empaquetar tus regalos antes de Navidad, tenías que hablar con un molesto Gryffindor, que no era otro que Sirius Black.
Entrar en su sala común fue fácil, Lily, amiga de una amiga tuya, te dejó entrar después de escuchar tu explicación, mostrándote cómo llegar al dormitorio de Sirius, que compartía con James, Remus y Peter. "Uno de ustedes mejor me detiene o podría matar a su amigo." dijiste, mirando específicamente a Remus, quien te miró con sorpresa.
"¿Qué hizo ahora?" preguntó Lupin, con expresión de reproche. "¿Qué haces aquí, Malfoy?" comenzó Peter, pero antes de que pudiera explayarse, Remus puso una mano en su hombro y sacudió la cabeza mientras buscabas las palabras adecuadas.
"¿Cómo puedes ser tan idiota, Black?" siseaste, apuntando el final de tu varita a su garganta. "Un momento te esfuerzas por ser el mejor hermano mayor posible, pero al siguiente todo lo que veo en ti es a mi hermano, y créeme, eso está lejos de ser un cumplido."
"No he terminado aún." dijiste con los dientes apretados y los ojos entrecerrados. "Él nunca elegiría a nadie sobre ti, pero tú siempre elegirías a él," miraste a James por medio segundo, luego volviste la mirada a Sirius, "sobre tu propio hermano, que saltaría a las llamas solo si se lo pidieras? Increíble." suspiraste, bajando la varita y guardándola en tu bota. "¿Y sabes qué es lo peor de todo esto? Que desearía que él eligiera a cualquiera sobre ti, pero no lo hará, porque ni siquiera puede enojarse contigo por no elegirlo, solo está triste."
La atmósfera en la habitación era tan tensa que alguien podría cortarla con un cuchillo. "Eres un idiota por hacer que Regulus se sienta tan insignificante, y todos ustedes son idiotas por permitírselo." otro suspiro escapó de tus labios mientras tus ojos seguían fijos en Sirius. "Tal vez Regulus te permita tratarlo como basura, pero yo no, Black. Me aseguraré de atormentar tus sueños y convertirlos en pesadillas, te lo puedo prometer." le diste tu sonrisa más irónica. "Soy una Malfoy, no me subestimes, lindo." le guiñaste un ojo.
"Novia protectora, ¿eh?" Remus se rió mientras pasabas junto a él, dándote una palmada. "Oh, ya lo verás, Lupin." y te fuiste, dejando a Sirius casi avergonzado por tu repentino arrebato, pero... fue bastante impresionante, aunque nunca lo admitiría.
No viste a ninguno de ellos hasta la mañana siguiente en el desayuno, cuando entraron juntos al Gran Comedor, hablando de algo hasta que cada uno llegó a sus respectivas mesas. "¿Qué hiciste?" preguntó Regulus, sentándose en el banco a tu lado.
"¿Qué?" preguntaste con una dulce sonrisa, empujándolo ligeramente con el codo. "Solo tuve una pequeña charla con Sirius, ¿por qué?"
"¿Una pequeña charla? ¿Con la punta de tu varita presionada contra su garganta?" Asentiste a sus palabras, enviándole una mirada fingidamente perpleja. "¿Sabes que te amo?" dijo, conteniendo una sonrisa, inclinándose para susurrar esas palabras directamente en tu oído.
"Oye, Malfoy." comenzó Barty, interrumpiendo tu momento íntimo con Regulus. "Teóricamente, si te pagara, ¿podrías hacerme eso a mí también? Eso debió de haber sido increíblemente sexy." Crouch sonrió, recibiendo un ligero golpe en el hombro de parte de tu novio.
"Preferiría no tocarte, Crouch. No sé dónde has estado." te reíste, apoyando la cabeza en el hombro de Regulus mientras su brazo se envolvía alrededor de tu cintura. "No te preocupes, cariño. Si alguno de ellos te molesta, puedo pelear." le guiñaste un ojo juguetonamente.
