Me casé con el hermano de mi ex

Capítulo 59: Seguir Adelante

Había pasado un día desde que se llevaron a Agatha, o bueno, a Nicole. Las cosas salieron bien y la policía la mantendrá encerrada hasta dictar su sentencia, la cual se estima sean varios años de cárcel por lo que había acumulado.

Eric me explicó que resultó ser su ex tóxica e incumplió la orden de alejamiento que él le puso. Vaya loca.

Me encontraba en la recepción, me mandaron a ocupar el cargo hasta que encontraran a alguien más, aunque serían más selectivos en cuanto a los candidatos. No querían cometer el mismo error.

Vi de reojo que Eric se acercaba, no habíamos podido hablar muy bien de lo sucedido con tanto ajetreo. Por otro lado, Olivia me había comentado que la ceremonia de bodas sería una maravilla gracias a su buen gusto.

—Siento que casi no nos hemos visto, aunque vivamos juntos —resopló, llegando a mi posición—. ¿Tienes tiempo para hablar?

—Siempre tendré tiempo para ti, querido —Le guiñé un ojo, a lo que sonrió.

Apoyó ambas manos sobre el mesón, mirándome con picardía y una ligera curva coqueta en sus labios, pero de inmediato se borró.

—Quería decirte que no tienes de qué preocuparte por Dante. Él ya no será un problema —alegó.

Me quedé extrañada por su repentina confesión. Yo todavía dudaba en que Dante se apareciera para arruinar nuestra boda, ¿por qué él estaba tan seguro de que no sería así?

¿Acaso...?

—Eric, ¿fuiste a visitarlo? —inquirí, con el ceño fruncido.

Le pedí que no lo hiciera, pero de todas formas lo hizo. En parte me molestó un poco que no tomara en cuenta mis advertencias. Pudo haberle pasado algo. Gracias a Dios que no fue así.

—Siento no habértelo dicho, pero tenía que asegurarme de confirmar la situación antes de enfrentar a Nicole —proclamó—. Ya ves que las cosas salieron bien. Dante no es un problema.

—¿Significa que Nicole lo usó? —pregunté, tenía sentido si fue así.

Aunque, ya me imaginaba lo furioso que se puso Dante al ser humillado de tal manera por una mujer. Seguro quiso hacer todo lo posible para vengarse de ella, sin importar tener que acudir a su hermano mayor.

—Así es. Dante fue engañado tanto como nosotros. Él me dejó en claro que ya no tiene nada que ver contigo, ni conmigo. Está disfrutando su vida de soltero y mantenido —resopló, encogiéndose de hombros.

—Creo que los problemas están desapareciendo por sí solos. A este paso, nos casaremos dentro de unos días —sonreí, satisfecha por sus palabras.

—Lo haremos, y tendremos a nuestro pequeño hijo —murmuró, mirándome con ternura.

—O hija —corregí.

Era demasiado pronto para saber el sexo del bebé, o si era uno solo... Pero me emocionaba tener que compartir esos momentos junto a Eric.

¿Quién diría que el hermano de mi ex resultaría ser el hombre de mis sueños?

Aunque yo no era la mejor mujer para él, sabía que podían haber mejores, mucho más maduras y menos estúpidas, pero estaba feliz de que Eric me quisiera solo a mí.

El hecho de que deseara formar una familia, ya me llenaba de ilusión y aceleraba mi corazón.

—Llegó el alma de la fiesta —habló Olivia, apareciendo de repente—. Eric, quería hablar contigo.

—¿Algo sobre la decoración? Dejé lo último en tus manos, sabes que confío en ti —expresó el castaño.

—¡Es que no me decido en usar solo rosado y blanco o implementar otro color! —se quejó, echando un mechón de su cabello hacia atrás.