Parte 6- El asesinato

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-Kenjiro- ¿Hideo? ¿Dónde estás?

Kenjiro se encontraba buscando a Hideo después de lo que había sucedido, pero no lo encontraba en ninguna clase ni en los lugares donde probablemente estaría, lo cual lo tenia preocupado. Solo le quedaba preguntarles a las personas que tal vez sabían algo de él, sus padres, los profesores Shigeru y Tsuki.

-Kenjiro- Emm...profesora Tsuki...

-Tsuki- ¡Hola Kenjiro! ¿Qué sucede?

-Kenjiro- ¿Sabe dónde está Hideo?

-Tsuki- No he visto a mi hijo en algo de tiempo. Tal vez Shigeru sepa algo.

Kenjiro al ver la sonrisa de Tsuki, agradeció y se fue a buscar al profesor Shigeru, que, aunque le daba algo de miedo porque era notorio la amargura y odio que tenía hacia todos, incluso a sus propios hijos, haría cualquier cosa para encontrar a su amigo y preguntarle qué era lo que le pasaba al intentar hacerle daño a Tsuneo.

Mientras iba pasando se encontró con Matsuyo, una chica que había conocido al entrar a la escuela y a la cual le tenía mucho cariño y la apoyaba en todo, al igual que ella a él.

-Matsuyo- ¡Kenjiro! ¿Qué haces?

-Kenjiro- Buscando a Hideo, últimamente ha estado algo extraño... ¿Y tú?

-Matsuyo- Estaba pensando en lo del fantasma de la otra vez... todavía no confió en él, pero es raro que, por lo que nos habían contado sobre los demonios y los fantasmas...que no quiera matarnos. 

-Kenjiro- Lo sé... pero recuerda que aún hay fantasmas que si quieren matarnos.

Kenjiro le dio una sonrisa sincera a Matsuyo, lo que hizo que ella se tranquilizara y ya no se preocupara por lo que pueda pasar.

Kenjiro le dio una sonrisa sincera a Matsuyo, lo que hizo que ella se tranquilizara y ya no se preocupara por lo que pueda pasar

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_Kenjiro- Todo estará bien, si todos nos mantenemos juntos, podremos vencerlos. Bien... ¿Me acompañas a buscarlo?

-Matsuyo- Si.


Por otro lado, se encontraban Tadeki y su hermano Hiroshi, buscando a su hermana pequeña, Hiromi.

-Tadeki- Probablemente está con Hiroki y Hoshimi, los hijos del maestro Hiro y de la profesora Ritsuko. Vienen de la escuela y son amigos, así que debe de estar ahí.

-Hiroshi- Bien, porque ya va a ser hora de irnos.

Los dos hermanos se encontraron con el pequeño Hiroki, un niño de 7 años de edad, al cual le preguntaron sobre Hiromi, pero no obtuvieron respuesta de donde estaba, lo que se le hizo algo extraño, porque detrás del niño iba su hermana gemela Hoshimi. Tadeki y Hiroshi decidieron irse a buscar a su madre, porque sería la única que sabría dónde estaría su hermanita pequeña.

Al salir de los salones al salón principal, encontraron un rastro rojo... como si fuera sangre.

-Hiroshi- ¿Qué demonios es esto?

Al asomarse al balcón, se quedaron sorprendidos al ver a su hermana tirada en el suelo. Rápidamente corrieron a donde se encontraba su cuerpo, solamente lo que pudieron hacer es derramar lágrimas de dolor.

-Tadeki- Hiromi... ¿Qué te sucedió mi niña? Por favor responde...no me dejes así, no nos abandones, te lo ruego, aguanta un poco más...sé que puedes recuperarte...

Llegaron varios compañeros a ver lo que había sucedido, incluyendo a algunos maestros, como Shigeru y Hiro.

-Shigeru- ¿Qué sucede aquí? No debe-

-Hiro- ¡¿Que sucedió?! a ver, déjame verla...

Hiro revisó los signos vitales, pero se dio cuenta que la pequeña Hiromi ya estaba muerta.

-Hiro- No podemos hacer nada...ya murió.

Hiroshi al escuchar esto, no quería aceptarlo, mientras lloraba, empezó a gritar.

-Hiroshi- ¡¡DIGAME QUE ES UNA BROMA!! ¡¡ELLA NO PUEDE ESTAR MUERTA!! ¡¡NO ES CIERTO!! ¡¡¿VERDAD?!!

-Maiko- Hiroshi... no es una broma, el profesor jamás haría bromas como esa, es la realidad...Hiromi ya no está con nosotros.

Al terminar de decir esto, solo abrazó a Hiroshi para consolarlo mientras lloraba aún más de lo que ya había llorado. Al igual Tadeki quien también se encontraba así, por lo que a Matsuyo no le quedó de otra más que abrazarlo y tratar de calmarlo.


Después de lo sucedido, ninguno de ellos quería salir de sus habitaciones o ir a clases, hasta que había llegado la hora de hacerlo. Regresaron normalmente a lo debían hacer y olvidaron la escena trágica que habían vivido.

Otra persona que también tenía un comportamiento extraño era la profesora Himiko, quien también había visto a su hija muerta y todavía no lo superaba.

-Tsuki- Ritsuko... ¿Has visto a Himiko?

-Ritsuko- No profesora, de hecho, no ha venido, el chico Tadeki dice que se la pasa todo el día encerrada en la habitación de la niña que falleció.

-Tsuki- Deberían de ellos entrar a la habitación a preguntarle que sucede, tal vez se ha de sentir sola.


Tadeki se sentía mal por su madre, que no salía para nada de ese cuarto, siempre le tenían que dejar comida afuera. Ya era hora de entrar a ayudarla a salir, hasta que se dio cuenta que no había recogido la comida, lo que se le hizo raro, decidió entrar y...

-Tadeki- ¿¿¿Mamá???

Estaba ahí su madre, colgada de una soga en el cuello, Tadeki llegó a la conclusión de que se había suicidado. También encontró una pequeña nota que había escrito ella para ellos.

"Queridos hijos, no pude soportarlo más, siempre estaré con ustedes, pero también he decidido que el mejor lugar en el que puedo estar es con mi hija. Cuídense mucho por favor, también cuidan a su padre, sé que él los quiere demasiado. Siempre los querré mucho, desde donde quiera que yo esté, quiero verlos felices, por lo que decidí que no se preocuparan más por mí. Yo fui la que asesinó a mi propia hija, hasta que me di cuenta de que lo había hecho, no quería hacerlo, es como si alguien dentro de mí lo hiciera contra mi voluntad. No podía parar de pensar en ese momento, al recordar verlos llorando por ella. Ella no merecía morir, yo era la que debía. Tal vez pueda ser mejor en la otra vida, y no permitir que les hagan daño, sean felices y sonrían. Hasta siempre."

Tadeki solo pudo derramar lágrimas de nuevo, al igual que su hermano al leer la carta. Ahora solo quedaban ellos, por lo que sabían que se tenían que cuidar entre ellos.

-Hiroshi- Prométeme algo hermano... que hagas lo que hagas, no me dejaras solo, no quiero que lo único que me queda se vaya.

-Tadeki- Tienes que prometerme lo mismo hermano, solo nos tenemos a nosotros.

Los dos sellaron esa promesa con un abrazo, jurando que jamás se abandonarían y que no permitirían que al otro le sucediera algo parecido a lo que han vivido con su madre y hermana menor.

*Almas perdidas en la sombra*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora