[Jeremy]
– Jeremy, los accionistas ya llegaron – me distrajo la voz de mi compañero de trabajo.
– Ok, tengo todo listo – respondí, terminaba de apuntar unas ideas en mi carpeta.
– Señores, adelante – escuchamos detrás de la puerta a la recepcionista.
La puerta se abrió y 2 hombres de mediana edad entraron.
Los nervios estaban en todo mi cuerpo, me había preparado mucho para ese momento, sabía que tenía que pensarlo muy bien antes de decir o hacer cualquier cosa – Jeremy concéntrate, todo saldrá bien – me dije unas tres veces como mínimo.
– Sr De Rossi, tome asiento – lo invité a sentarse frente a nosotros, luego de haberlos saludado con un apretón de manos.
–Sres les presento a mi abogado y socio en este proyecto, el sr Rizzo – dijo el señor, antes de tomar asiento.
Mi compañero comenzó a exponer el proyecto, agradecí que él hablara perfectamente italiano, como yo, ya que los futuros accionistas podían entender todo a la perfección.
Se me vino a la mente la imagen de Mike, – seguramente él hubiera hecho el comentario de que faltan los subtítulos – me reí disimuladamente, o eso pensé, hasta que sentí los 6 ojos de los demás puestos en mí.
– Lo siento – me disculpé y me volví a concentrar en la presentación.
Cuando tocó mi turno de exponer, hablé del balance de los pro y contra del asunto, además, finalizar la presentación como si fuera una de las mejores decisiones que podrían tomar en sus vida.
– Sres les diré la verdad, no me convence del todo esta gran inversión, además de no creer al 100% en las cifras que nos entregan – comenzó a decir el sr De Rossi, no pude disimular mi decepción –. Denme unos minutos con Rizzo a solas, por favor.
– Sí, tómese todo el tiempo que desee – dije, poniéndome de pie y saliendo de la sala con mi compañero.
– Si no volvemos con estos papeles firmados, el jefe nos despedirá – soltó mi compañero cuando cerramos la puerta.
No pude decirle nada para reconfortarlo, sabía que era verdad.
Coloqué mi mano en su espalda para que supiera que no estaba solo.
Intentaba pensar en que decir, como explicarle de mejor forma la propuesta, sabía que era una locura, las cifras eran poco creíbles, pero eran ciertas, estaba seguro de eso.
– ¿Cómo podemos hacer que crean en nosotros? – pregunté al aire.
– Es una gran suma la que debe invertir el sr De Rossi – señaló mi compañero.
Seguí en silencio, no podía pensar en nada.
Cuando pasaron cerca de 30 minutos, la puerta de la sala de la reunión se abrió.
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Tiempo de Viaje
Romance¿Te detendrías a ayudar a un desconocido varado en la carretera? Por un lado está Mike, un músico de 26 años, moreno, alto, le gusta disfrutar de la vida y por otro lado está Jeremy, apodado como el "Simpático", según Mike, un rubio, de ojos celeste...