"y es por ti, que late mi corazón
y es por ti, que brillan mis ojos hoy
y es por ti, que he vuelto a hablar de amor
y es por ti, que calma mi dolor"
Iba cantando la canción a todo pulmón, el viento fresco me daba en la cara, la sensación era increíble, el clima otoñal con pinta de lluvia, era lo mejor.
Los chicos se habían ido en el autobús de la empresa con los instrumentos, yo me atrasé por querer almorzar con mi hermana, era lo mínimo que podía hacer por su cumpleaños.
La carretera estaba despejada, como estaba en periodo de reconstrucción, no se veían vehículos a kilómetros, era una tranquilidad única, aunque estaba acostumbrado al ruido de los conciertos, agradecía ese silencio mágico.
—Pero que mierda... ¿Será estúpido? —maldije, estacioné para ayudar al chico que parecía tener problemas con su vehículo—. Hola amigo, ¿Te ayudo? —dije, bajándome de mi coche.
Tomé mi chaqueta verde para abrigarme.
—No hace falta, "amigo", puedes irte por donde viniste —contestó el hombre de traje gris.
Por la forma en la que me dijo "amigo", reconocí que había sido mala idea haberme detenido, respiré hondo y continue con mi buen acto del día.
—Señor, lo ayudo, su neumático está pinchado, deje bajar mis herramientas —insistí, me acerqué al maletero para sacar lo que necesitaba, la conciencia no me dejaría tranquilo si lo dejaba ahí tirado.
—Mira, no necesitas crear toda esta escenografía, aquí está mi billetera y dentro del coche están mis cosas, saca todo lo que necesites, solo no utilices la violencia —indicó, sin despegar la vista de su celular.
—¿Broma?... Mira señorito, me detuve para ayudarte, de aquí a que pase otro coche te harás viejo, te saldrán raíces si sigues ahí parado sin hacer nada —caminé hasta la rueda pinchada para sacarla—. Abriré el maletero para sacar el repuesto.
«Maldita sea, estúpida hermana que cría al próximo obispo, debería haber pasado y haberme burlado de él, pero no, a mi hermana se le ocurrió meterme en la cabeza que tenía que ganarme el cielo». Resoplé al ver que el hombre seguía sin moverse de su posición
—En serio, ¿No tienes una rueda de repuesto?, ¿Qué clase de sujeto se mete a esta carretera abandonada sin un repuesto? La ciudad está a 2 horas, aquí no hay señal telefónica, confirmo, se te secaron las neuronas estando parado ahí —solté.
—En primer lugar, nunca te pedí que te detuvieras, en segundo lugar, jamás dije que tuviera una rueda de repuesto y en tercer lugar, si todo el mundo tuviera una de repuesto y supiera cambiarla, los mecánicos y las grúas no tendrían trabajo —me miró por primera vez a los ojos y me sonrió sarcásticamente, sus ojos eran azules, si no fuera por todo el veneno que salía de su boca, me habría fascinado.
—Sabes, espero que te salgan raíces y logres florecer ahí parado, tal vez se te arregle el carácter —levanté la voz, guardé mis cosas en mi Mercedes y me subí para irme lo antes posible de ahí.
Introduje la llave y la giré para hacer andar el motor, pero para mi sorpresa, el vehículo no encendió «¿Qué clase de broma es esta?» me pregunté, respiré hondo y lo volví a intentar. «Nada, hermana, cuando te vea, te juro que me tendrás que escuchar», me intenté calmar.
Salí para revisar el motor y al abrir el capó, una nube de humo llenó mi cara.
Escuché una risa, me volteé para fulminar al hombre de traje que solo me miraba divertido.
—Perfecto Mike, te toca esperar un milagro con el Simpático —dije en voz alta, gritando en su dirección cuando dije "Simpático".
Amo la historia 💕
Espero que les guste, me ayudarían dejando su voto 🦄
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Tiempo de Viaje
Romance¿Te detendrías a ayudar a un desconocido varado en la carretera? Por un lado está Mike, un músico de 26 años, moreno, alto, le gusta disfrutar de la vida y por otro lado está Jeremy, apodado como el "Simpático", según Mike, un rubio, de ojos celeste...