Nuevo día, nuevos sentimientos y nuevos momentos. ¿Cómo pasé de estar viendo a Jungkook a través de una pantalla a estarlo viendo en la cama? Creo que es algo que jamás podré explicar.
Jungkook y yo ya habíamos despertado después de una agitada noche. Nos levantamos y lo primero que me ofreció fue pedir servicio de comida a la habitación para poder desayunar.
— ¿Hae? — dijo mi nombre viéndome mientras comía.
— ¿Si? — le pregunté — ¿sucede algo?
— ¿Irás al concierto de hoy? — preguntó con gran incógnita en su rostro.
— Oh... No, Jungkook. Mi presupuesto solo me alcanzaba para uno — mencioné riéndome.
— Tienes que ir — dijo Jungkook mientras mordía un pedazo de fruta y justo con eso terminaba su desayuno.
— ¿Y cómo quieres que vaya?
— Te daré un boleto, boba. Te quiero ver en primera fila para admirarte justo como la primera vez — dijo Jungkook mientras se acercaba a mí.
— ¿Ah, si? Pues en ese caso, acepto.
— Bien, iremos a ensayar con los chicos. Le pediré a mi seguridad que te lleve al recinto a la hora que estés lista. Solo avísales, ellos estarán en el living. — después de acabar esa frase me dio un pico en los labios.
— Está bien, Jungkook. — le di otro pico — suerte, nos vemos al rato.
— Sé que es muy pronto, pero ya siento que te quiero. — confesó Jungkook
— No me lo esperaba — confesé — pero, créeme que yo te quiero de mucho antes — reí, mientras le daba un beso.
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Había terminado de arreglarme para irme al concierto de hoy. No sabía porque estaba nerviosa si al fin y al cabo todo lo que creía imposible pasó.
[...]
En el concierto como era de esperarse, Jungkook no dejó de mirarme. Sentía su mirada pesada todo el tiempo y sonriendo de una forma muy coqueta.
Ahora nos encontrábamos yendo al hotel una vez más, creo que el llegar a casa en estos días sería imposible para mí. Y sinceramente, no me quejaba.
— Por fin, cama — dijo Jungkook mientras se aventaba a la cama — Por cierto, quiero que me pases tu celular, más que nada para comunicarnos los puntos muertos del día. Y ya sabes el contrato, no es necesario repetirlo. ¿Verdad?
— Claro que no es necesario repetirlo. Y ten, esta es mi tarjeta.
— Haerin, en todo el día se me hacía una eternidad volver a verte — me confesó mientras se sentaba en la cama.
— ¿Verme? Si me viste todo el concierto — me reí mientras me sentaba a un lado de él.
— Bueno, pues es imposible no verte. Eres hermosa — Jungkook se sentó a mi lado y empezó a acariciarme la cara mientras se acercaba a mí.
— Yo no creo serlo, por eso me resulta tan irreal tenerte aquí — confesé mientras veía sus labios
— ¿Qué? ¿Quieres besarme? — se rió mientras rozaba sus labios con los míos.
— Probablemente — mordí mi labio ligeramente.
— Mierda, no hagas eso
Apenas iba a responder cuando sentí los labios de Jungkook estampándose con los míos de una forma salvaje. Jamás me cansaría de probar sus labios una y otra vez. Se había vuelto mi perdición y solo los había probado un día antes. Sin duda estaba metida en un lío si esto acaba el día que él se vaya. ¿Será capaz de dejar esto después de todo lo que me dijo? No... ¿Verdad?