No podía asimilar nada de lo que pasó en cuestión de horas. Jungkook diciéndome que no quería nada conmigo, echándome de su cuarto y de repente choco con Hoseok. ¿Qué clase de día es esto?
— D-discúlpame. No te ví. Soy una tonta. Perdón, perdón perdón. — dije mientras intentaba alejarme del agarre.
— Oye, mírame — dijo Hoseok mientras intentaba acercarme a él, pero yo solo caminaba hacia atrás — tranquila. Respira. Todo estará bien — y ahí topé contra la pared, no tenía escapatoria.
— N-no te preocupes por mí — dije mientras trataba de regular mi respiración.
— Claro que me preocupo. No es por nada pero este piso está cerrado, no cualquiera entra aquí y verte a ti llorando desconsoladamente me llena de incertidumbre — dijo mientras intentaba verme la cara por mi cabeza agachada.
— S-solo estoy pasando un momento feo. No es nada.
— ¿Puedo darte un abrazo? — dijo mientras tocaba mi cabeza, como si me fuera a romper.
— N-no creo que sea correcto.
Y ahí, fue cuando Hoseok me dió un abrazo y me rompí todo lo que había tratado de contener dentro de mi pecho. Sobre su hombro lloraba desconsoladamente como si algo grave me hubiera pasado. Y es que yo soy una persona sumamente emocional, aún así sea la mínima cosa que suceda a mí ya me tiene sobre pensando al mil.
— Oye, todo estará bien. ¿Dónde está tu cuarto? — dijo Hoseok mientras se separaba de mí y verme la cara.
No dije nada. Únicamente le di mi tarjeta del cuarto y el me fue guiando mientras pasaba su brazo sobre mis hombros.
Llegamos al cuarto, cerró la puerta y me sentó en la cama.— No es por presionarte, pero quiero saber que hacías en este piso y llorando de esta manera — dijo mientras se agachaba para verme desde abajo al estar yo sentada en la cama.
— No se si deba decirte — dije mientras limpiaba mis lágrimas — no quiero ocasionar ningún problema, aparte firme algo y no. No. No diré nada.
— Creo que ya entiendo — me dijo dándome una media sonrisa mientras se levantaba y se sentaba a mi lado sobre la cama — ¿quién fue?
— Jungkook — y ahí, me rompí otra vez.
— Hey. Tranquila — dijo mientras pasaba su brazo sobre mis hombros — Jungkook a veces suele tomar decisiones impulsivas y no piensa en las consecuencias. Quizá dijo algo que no quería.
— No. Él realmente me dejó en claro que no quería nada conmigo. Me dijo que no era correcto cuando horas y días antes juraba que me quería y que por nadie había sentido esto. ¿Es así que soy insuficiente? ¿Por qué tan repentinamente cambió todo?
— ¿Días? Vaya — dijo Hoseok mientras volteaba los ojos. No estaba segura de lo que significa esa reacción — Bonita, eres suficiente. Solamente tienes que encontrar a la persona correcta que te sepa valorar con todos tus problemas, con todos tus defectos y con todas tus perfecciones. Que te quiera sobre toda las cosas. Si él no sabe lo que quiere, no es ahí...¿Cuál es tu nombre?
— Haerin — dije mientras trataba de evitar romperme más. Sus palabras si que me habían llegado al corazón.
— Hoseok, mucho gusto. Aunque creo que ya me conoces — reímos después de eso — como te digo, Haerin. Si él no te supo valorar, entonces no es ahí. Todos merecemos a una persona que sepa lo que quiere y que nos ame frente a todo el mundo.
— Lo sé, pero realmente le había creído. Había caído ante sus encantos, y no sé si él sintió algo o mintió todo.
— Quizá si lo siente, Hae. Pero no sabe lo que quiere, y eso es igual o peor que mentirte. Mira, descansa, es muy tarde y estás muy sensible y te puedes sentir mal. Me quedaré aquí contigo, no quiero que te pase algo y nadie se de cuenta.