¡Hola! En este capítulo entendereis todo lo que habeis leído hasta ahora, todo dará una explicación, bueno espero que les guste el capítulo. Un saludo.
Un venado se teletransportaba pensando en su amada, a la que en menos de un segundo vería. Quería abrazarla y besarla para celebrar que habían superado el exterminio, gracias a ellos no muchos demonios fueron asesinados (de la ciudad), ya que toda la atención era basada en el hotel.
El venado buscó por todos lados hasta que la encontró, derrumbada en el suelo, se notaba... sombría. Ella, con solo notar la presencia del venado al salir de su portal, empezó a correr, quiso huir, no creer nada de lo que ellos le decían, nada de lo que la estúpida ángel esa dijo. Quería olvidarlo todo y vivir feliz, aunque fuera una mentira pero... no podía. El sentimiento de haber sido traicionada la mataba por centro. La dañaba, le metía estacas en el corazón. Pronto se perdió por las calles del infierno, sin querer volver a ningún sitio, y en una calle en la que rondaban algunos demonios, ya tranquilos por haber sobrevivido, su brazo la paró, el cálido brazo del que le había roto el corazón.
(Momentos antes)
El demonio de la radio no entendía la situación, la chica estaba derrumbada y de repente, empezó a correr. Él pensó que seguramente no notó su presencia o estaba huyendo de él. El venado la siguió corrió con todas sus fuerzas para que en una calle que por desgracia no estaba sola pudo alcanzarla. La agarró de la muñeca para ver como ella se paraba sin verle.
(Dónde antes)
La princesa del averno tan solo se soltó del agarre del demonio radiofónico de una manera brusca, llena de ira.
Tanto se sorprendió el venado que para que no volviera a escapar hizo el mismo escudo que había usado momentos antes en el exterminio, pero ahora mucho más pequeño, como una pequeña cúpula, pero con bastante espacio. Este lo que hacía era insonorizar y no dejar ver lo que estaba pasando en el interior, a parte era muy dificil de romper.
-Charlie, ¿qué sucede, querida? -dijo él bastante preocupado.
-¿Cuando dejarás de fingir, Alastor? -dijo ella con la voz algo rota, pero muy firme y con un tono triste y de decepción.
-¿Fingir? No sé a que te refieres, querida- dijo él más que confuso.
-Ya sé cuales son tus intenciones, no te hagas el confuso -dijo ella con dolor, pero sin atreverse a mirarlo, estando a más o menos 7 metros de distancia.
-¿Intenciones? -decía él.
La princesa ya no pudo más y se giró haciéndose ver. Sus ojos vestidos de desesperación y odio junto a las lágrimas que inundaban su cara, su cuerpo tenso y frustrado, sus manos en garras y su pelo despeinado.
-¡QUE DEJES DE FINGIR ALASTOR, DEJA DE FINGIR QUE ME AMAS! -dijo ella con desesperación, con la voz rota y con cara hecha agua.- DEJA DE FINGIR QUE TE IMPORTO Y DÍMELO A LA CARA.
-¡Pero Charlie ¿qué quieres que te diga?! -dijo totalmente intrigado el demonio de la radio- Por supuesto que te amo -dijo con total seguridad.
-¿Sí? ¿Enserio? Alastor lo sé perfectamente. Tú nunca te fijarías en nadie, nunca tendrías una relación con nadie, NUNCA, tu solo te amas a ti mismo. Te encanta el sufrimiento, el dolor, el miedo... Yo soy lo contrario. Pero solo hay una cosa que este por encima de todo lo que te encanta, y eso es el puto poder. ¡DOS PAJAROS DE UN TIRO! Ridiculizo más a la princesa del infierno, la veo sufrir, y me convierto en rey, el soberano del infierno. Lo que SOLO YO te puedo dar. De todas las mujeres que hay en el infierno. ¿Por qué a mí? Obvio. Poder -dijo ella apretando su puño en su pecho.
-¡Charlie nada de eso es cierto! -dijo el demonio de la radio desesperado, a punto de ¿romperse?
-¿Y cómo sé que no lo es? -dijo algo más suavemente, enseñando su inmenso dolor, estando cara cara con el demonio de la radio.
Alastor agarró la mano de Charlie y la puso en su pecho, junto a sus manos.
-¿Lo oyes Charlie? Mi corazón late unicamente por tí. Me da igual que seas la princesa del infierno por que yo estoy enamorado de Charlie, no de Su Alteza, Charlotte Magne.
-No sé como puedes seguir mintiendo Alastor -dijo bajito mientras apretaba sus brazos en su pecho del dolor que sentía- No se como puedes ser tan descarado de intentar una y otra vez conseguir el trono. Si no es matando a mi padre, será usándome a mi ¿no?- dijo ella muy dolida entre lágrimas.
-CHARLIE TE EQUIVOCAS -dijo intentando explicarse.- NADA DE LO QUE DICES ES CIERTO -dijo él.
-NO ME DIGAS QUE ME EQUIVOCO JODER, A TI TE DOY COMPLETAMENTE IGUAL, NO TE IMPORTO UNA MIERDA, VAGATHA ME LO HA DEJADO BIEN CLARO. TÚ NO AMAS A NADIE-dijo llorando.
-Charlie... no me digas que creen a esa estúpida polilla antes que a mí. -dijo él llorando.
Ella lo vió, llorando por primera vez al demonio de la radio. Sus lágrimas eran cristalinas.
-¡ALASTOR CLARO QUE LE CREO POR QUE ES LA REALIDAD! TU ESTÁS ENGAÑÁNDOME AHORA MISMO Y NI SIQUIERA SABES LO QUE ESTOY SUFRIENDO POR QUE YO TE AMO Y HE CREÍDO TODO ESTE TIEMPO QUE TU ME CORRESPONDÍAS -decía mientras sus lágrimas se volvían negras-Y TU NO PUEDES QUITAR ESA ESTÚPIDA SONRISA DE TU CARA- dijo gritando mientras sus lágrimas como el petróleo caían al suelo. -VETE Y NO VUELVAS
<Las lágrimas negras son claro ejemplo de un grado superior de sufrimiento. Solo cuando un demonio sufre tanto como para desear el suicidio aparecen>.
Charlie se giró para no verlo a los ojos y así darle la espalda.
"Crack" -el sonido de un espejo romperse.
Alastor se había roto. Su cara ya no sostenía la sonrisa que tanto lo caracterizaba. Ahora solo era capaz de llorar, pasando de unas lágrimas de cristal a unas lágrimas negras como la muerte misma. Por primera vez Charlie pudo ver el verdadero sufrimiento de Alastor, como lloraba de tal color, como... sus expresiones lo decían todo. Ella le había roto el corazón.
-No me volverá a ver princesa, lo juro -dijo mientras desaparecía gracias a sus portales.
La cúpula desapareció, dejando ver a la princesa, quien se dió cuenta de lo estúpida e ingenua que fué y de lo mucho que iba a sufrir desde ese día en adelante. Ella misma se había roto el corazón, y había matado, había marchitado, el corazón de Alastor de nuevo, el que solamente latía por ella.

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En vida y en muerte (CHARLASTOR)
FanfictionCharlie y Alastor se conocen casualmente en su vida humana, y viven de todas las experiencias posibles. Al final terminan amándose. Después de un gran robo, Charlie fallece y Alastor se vuelve muy cerrado la vida no tiene sentido sin ella, nunca fué...