¡Hola! Voy a cintinuar con esta historia, espero que les guste el siguiente capítulo, ¡un saludo!
No hay nada que duela más que un corazón roto. Ni una daga, ni una lanza se pueden comparar con el sufrimiento que uno experimeta al ser juzgado como traidor, como mentiroso. Es mejor vivir en una mentira, a sufrir con una verdad. Pero duele más vivir en una verdad creyendo que es una mentira. Algún día, cuando todo el que dijo saber algo lo olvide, la muerte será lo único que me inunde. Al fin seré perdonado por un error, que no he cometido.
Charlie leía tales palabras con muchas lágrimas en los ojos. No durmió, ni comió, ni bebió, ni orinó ni hizo nada en tres días. Unos cortos, pero a la vez largos tres días, el tiempo que le costó saber la dura verdad de todo. El tiempo que le costó en saber lo ingenua que era de verdad. Su corazón, estaba podrido.
(...)
Charlie y Alastor se regalavan caricias, besos y cumplidos mientras se demostraban lo mucho que se amaban en tal oficina, no hacían falta palabras, solo sentir el brillo en los ojos, el sabor de los labios, las marcas en sus cuellos, eso bastaba.
-Te amo, Alastor -dijo la princesa, por si acaso no hubiera quedado muy claro.
-Siento no habértelo dicho yo primero, cariño, pero yo te amo con locura -dijo él mientras besaba su cuello, pasando su lengua por tal pálida y a la vez caliente piel.
La ropa empezó a sobrar y gracias a un chasquido, Alastor fué teletransportado a su mismísima habitación, donde residía el libro que tan detenidamente escribía cada noche, con todos sus sentimientos. Los dos se tumbaron en la cama.
El demonio de la radio rasgó la blusa que llevaba la súcubo, haciendo que una vez rota cayera al suelo, mientras ella desabotonaba los botones de su camisa roja uno por uno. Cuando ninguno de los dos tenía prendas en el pecho, volvieron a juntar sus labios, disfrutando de cada momento juntos. Los dos lo estaban disfrutando. Ningún toque, ningún roce, ninguna caricia, era comparable con las que ellos se daban, llenas de amor y pasión.
El demonio de la radio continuó hacia abajo, fijándose en su cuello, dónde le había dejado una marca. Todo el mundo debía saber que ella era suya. La demonia solo lo acercó más para darle una mordida en el cuello, ahora el también le pertenecía. Lo hacían mutuamente.
Alastor entrelazó sus dedos con la mano de Charlie, haciendo que ella mirara hacia sus manos y supiera que todo lo que hacían, lo hacían por que se querían, no por otra cosa.
(...)
-¿PERO QUÉ ESTÁ PASANDO AHÍ ARRIBA? -dijo la araña albina el notar como desde las maderas del viejo techo salía polvo.
-Seguramente estén saltando para que el polvo caiga del techo y que Niffty pueda limpiarlo -dijo Husk aclarando una copa.
-A mi me parece que están haciendo otra cosa- dijo coqueto el ser arácnido.
-El demonio de la radio es todo menos fan del sexo, ni de coña está haciendo lo que tú crees que está haciendo.
Una pequeña cíclope empezó a enloquecer al ver como el polvo caía lentamente en el suelo.
-Mío mío mío mío -decía mientras intentaba atraparlo.
Ángel rió por el comportamiento de la muchacha de un ojo.
-Oye señor Ángel, la puerta de la habitación del señor Alastor esta cerrada con seguro y es la única pieza que me falta limpiar- decía con frustración.
-Debe de ser una broma- decía Husk con los ojos abiertos y con el ceño fruncido.
-Solo hay una forma de averiguarlo- dijo Ángel con una sonrisa pícara.
(...)
Charlie ya había tocado el cielo, se sentía tan bien, ella había pasado la mejor noche de su vida, junto a su socio, quien estaba dormido, abrazándola. La súcubo pasó sus delicados y cálidos dedos por el pecho liso (y mucho más musculoso de lo que parecía) del venado.
Al final, Alastor se movió hacia un lado, para quedar de espaldas a la princesa, por puro azar, lo que hizo que ella lo abrazara por detrás, haciendo que sus pieles volvieran a chocar, trayendo todos los buenos recuerdos. Hasta quedar, profundamente dormida.
(...)
-NI DE COÑA VAMOS A ENTRAR -dijo el demonio felino alado- ME SUBIRÁ MÁS AÑOS DE LOS QUE ESTOY CONDENADO -dijo muy enfadado intentando que sus otros dos amigos entraran en razón.
-Vamos Husker, nadie se dará cuenta, además, ya no hay movimiento, seguramente se habrán dormido- dijo la cíclope.
-Por Lucifer ¿ya has olvidado que ese imbécil tiene un sentido auditivo increíblemente desarrollado?- dijo él.
-Ahí tienes un punto, él nos puede estar escuchando ahora mismo- dijo Ángel apenado.
-Yo siempre tengo razón Ángel -dijo él.
-Pues mañana les diremos cosas por el estilo y si se ruborizan es que algo ha pasado- dijo Ángel con su maravillosa cabeza atando cabos.
-¿No hay manera de que cambieis de opinión? -dijo Husk intentando que sus amigos no lo obligaran a nada.
-Lo siento bombón pero es lo mismo que si me pides que te deje de lado -decía mientras pasaba un dedo por su pecho, haciendo que el ser gatuno se ruborizara un poco y apartara tal mano.
-¿PERO A TI QUE TE PASA? -dijo Husk en un tono sorprendido.
-Quería saber si sabes ronronear- dijo el pecador araña.
-Husk si que ronronea, yo lo oigo cada noche cuando tu llegas de trabaj- dijo una cíclope siendo cortada por el gatuno.
-Que es obviamente por el alcohol barato ¿verdad, Niffty?- dijo mirándola de una froma algo... amenazante.
-Claro, claro -dijo rondando los ojos.
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En vida y en muerte (CHARLASTOR)
FanficCharlie y Alastor se conocen casualmente en su vida humana, y viven de todas las experiencias posibles. Al final terminan amándose. Después de un gran robo, Charlie fallece y Alastor se vuelve muy cerrado la vida no tiene sentido sin ella, nunca fué...