𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒞𝒾𝓃𝒸𝑜

505 28 0
                                    

𝒥𝑒𝑜𝓃 𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀

Yo la vi primero y también me la quieres quitar como lo hiciste con Suni, no lo voy a permitir, primero será mía y después la podrás tener tú, claro, siempre tomando las sobras de otros.

Los vi irse en el coche de Mingyu, quise seguirlos, pero no, mañana tendré que cobrármelas, Tn será mia y después quien la quiera pero no se irá sin antes haber pasado por mi.

Subí a mi coche y me fui a casa, por la ventana de mi coche veía si llegaba el que fue mi amigo, pasaron dos horas y lo vi llegar.

Estaba aburrido, y no tenía una chica a quien follar, fui al bar a donde siempre voy cuando estoy aburrido y busqué a Mía, es la chica que siempre follo cuando no tengo presa nueva.

— Jeon, hace tanto que no te veo —sonrió coqueta.

— Vengo a follarte —sonreí.

— Vamos, no perdamos tiempo.

Entramos a una de las habitaciones y solo la besé sin decirle nada, fui quitando su ropa hasta tenerla desnuda para.

La follaba tan duro, cerré los ojos y al abrirlos vi a Tn, así que la folle el doble de lo que ya lo hacía.

— Jeon, estás siendo rudo.

— Cállate, voy a venirme.

Después de unas estocadas terminé dentro del condón.

— ¿Que te pasa hoy? —se acomodó en la cama.

Aparte de usarla para follar, a veces suelo contarle mis cosas y me aconseja.

— No es nada —desvíe la mirada.

— Yo sé que tienes algo, así que habla.

— Es una chica.

— Oh, ¿mi conejito esta enamorado?

— Sabes que no me enamoro, solo quiero follarla, pero se ve que no es una chica como las otras de la universidad, a demás que el idiota de Mingyu anda detrás de ella.

— Creo que esa chica te atrae, sabes algo, no sé por qué pero presiento que esa chica será tu perdición, y espero que te haga sentar cabeza de una vez.
—sonrió.

— Eso jamás, solo follo, no me enamoro, ya no vuelvo a pasar por esas mierdas del amor.

— Por una mala experiencia, no significa que todas serán así, si dices que ella es diferente, puede serlo de todas las maneras, ¿como se llama?

— Tn, Kwon Tn.

— Lindo nombre, supongo que es bella.

— Lo es, Tn es hermosa, tiene unos ojos hermosos, sus labios, ni hablar de su cinturita y un gran culo —mordí mis labios.

— Vaya, algo me dice que te vas a enamorar. —esta vez se rió.

— Mejor me voy.

Me levanté de la cama y me puse la ropa.

— Toma —le di una buena cantidad de dinero— Gracias por lo de hoy.

— Cuando gustes guapo.

Sonreí y salí de la habitación, me fui a casa, esa mujer si que sabe dejarme sin ganas de nada.

🍄

Llegué a la universidad tarde como siempre, ya estaban todos dentro junto a la maestra, y ella nunca me deja entrar.

— ¿Otra vez tarde Jeon?

— Lo siento, me quedé dormido.

— Ya sabes la regla, quien llega diez minutos tarde no entra.

— Buenos días maestra —escuché una dulce voz, me giré y ahí estaba ella.

— Señorita Kwon, también llega tarde, lo siento pero no pueden pasar.

— Tuve un pequeño accidente.

— No importa, no va a pasar.

— Ni quien quiera estar en su ridícula clase, no se entiende nada.

Tomé de la mano a Tn y me la llevé, quería saber que le había pasado.

— ¿Por qué haces eso?

— Aunque le ruegues no te dejará entrar.

— Joder, por llegar a tiempo me caí —miró su pierna.

Tenía unos raspones en ambas piernas y en sus manos también.

— ¿Que te pasó?

— Bajé del autobús y vi que ya era tarde así que corrí pero tropecé.

— ¿Quieres ir al doctor? —ella sonrió un poco.

— No es para tanto Jeon, solo son pequeños raspones.

— Entonces vamos.

La tomé de la mano y salimos de la universidad, igual no tenía ganas de asistir hoy, y que mejor que escaparme con Tn, así hago que me tome confianza.

— Oye, no podemos irnos.

— Si podemos.

Llegamos al estacionamiento y abrí la puerta del copiloto.

— Entra.

Dudó un poco pero entró, luego rodee el coche y subí.

— ¿A donde iremos? —la sentía un poco nerviosa.

— A una farmacia, compare algo para curarte.

— Pudimos ir a la enfermería.

— No tienen nada ahí, seria una pérdida de tiempo.

Comencé a conducir hasta llegar a la farmacia.

— Ya vuelvo.

Bajé y me acerqué a la farmacia, antes de pedir los medicamentos compré algo para beber.

— Quiero medicamentos de curación.

— Claro —la chica sonrió coqueta— Tenemos este pequeño kit.

— Está bien para las heridas de mi novia.

¿Novia? Hace tanto que no mencionaba esa palabra, se sintió extraño escucharlo de mi.

Voltee por la gran ventana y Tn abrió la puerta del coche, espero que no sea para irse.

Le pagué a la chica y volví al auto.

— ¿Intentas huir de mi?

— No tonto —se rió.

— Déjame ponerte esto.

Tn traía una falda, la alzó un poco, coloque paso por pasó el medicamento, claro que iba a aprovechar para tocar su linda y suave  piel.

— Listo, ¿te llevo a tu casa?

— No, ahí está mi mamá, mejor llévame a la universidad.

— No, a la universidad no, mejor vamos a mi casa.

Eres mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora