𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒟𝒾𝑒𝒸𝒾𝓈𝑒́𝒾𝓈

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𝒦𝓌𝑜𝓃 𝒯𝓃

Salí de mi departamento para ir a la universidad y lo vi esperándome, estaba hablando con el vigilante del edificio, ver esa faceta amable me gustaba..

— Hola buenos días señor Jung.

— Buenos días señorita, su novio vino por usted.

Solo sonreí y me despedí del señor, Jeon se acercó a mi y me dio un pequeño beso.

— No me darás los buenos días —levantó una ceja.

— Buenos días Jeon, ¿que haces aquí?

— ¿No puedo venir por ti?, ser mi amiga con derecho, te da el privilegio de pasar por ti, por cierto, hoy dormiremos juntos en mi casa, así que ve por ropa, aunque no la necesitarás.

— Está bien Jeon, dame unos minutos.

Le di mi mochila y subí nuevamente, hice una pequeña maleta, rompa interior, dos juegos de pijamas y dos cambios de ropa, mañana tengo que ir a la universidad.

— Listo —le dije.

— Sube —sonrió y subí al coche.

Esa sonrisa me mata..

Llegamos a la universidad y bajamos, todos estaban atentos a él y a mi, tal vez preguntándose qué somos.

No somos nada, solo amigos, pero no amigos comunes, amigos que solo tienen sexo sin ningún tipo de sentimiento.

Las clases comenzaron, Mingyu me miraba pidiendo alguna explicación, pero no podía hablarle o acercarme a él. Es parte del trato que tengo con Jeon.

— No se te ocurra acercarte a él o tendré que castigarte severamente. —me tomó de la cintura.

— No lo haré Jeon.

— Aunque creo que te puede gustar mi castigo —sonrió.

— Entonces me acercaré a Mingyu, quiero sabes el castigo.

Quise jugar un poco con él y puse mi mano en su entrepierna.

— No juegues aquí, querré follarte y no se puede.

— Claro que se puede, después de que salga vas a la enfermería —lo miré.

— Mmm, me gusta este lado tuyo.

— Profesor, ¿puedo ir al baño?

— No se tarde.

Me levanté y salí del salón y fui a la enfermería, nunca esta la enfermera.

Minutos después entró Jeon y cerró poniendo seguro.

— Aquí est....

No lo dejé terminar por que me lancé a besarlo, y él siguió mis besos.

— Vamos a follar aquí, si seremos amigos con derecho, quiero hacerte sentir bien y hacerlo en lugares prohibidos
—dije en el beso.

— No tengo condones y no puedo dejar mi seme aquí —se rió.

— Vente en mi, empecé a tomar pastillas anticonceptivas.

— Eso me gusta —me cargó y me sentó en la camilla.

Bajé mis manos a su pantalón y lo desabroché, fue buena idea traer falda, la subió e hizo a un lado mi braga.

— Mmh! Jeon—gemí al sentirlo.

— Agh!, te voy a follar duro por provocarme.

— Solo date prisa por qué puede venir alguien.

Tomó mis caderas y comenzó a embestirme, intentamos callar nuestros gemidos pero era imposible, estábamos calientes y el echo de hacerlo en la universidad nos llenó de adrenalina.

Salió de mi me volteó dejando mis pies en el suelo pero subí una pierna a la camilla, esa pose me hacía querer llegar pronto.

— Joder Jeon, justo ahí.

— Mierda, me encantas Tn

Esas palabras hicieron un revoltijo en mi estomago, las mariposas estaban revoloteando dentro de mi pero se calmaron al recordar que solo éramos amigos con derecho.

— Jeon, me vengo.

— Hazlo, también voy a venirme.

Los dos nos corrimos al mismo tiempo, sintiendo nuestros fluidos en nuestras intimidades.

Recuperamos la respiración y nos miramos a los ojos.

— Me encanta que seas atrevida —me dio un pequeño beso.

— Jeon.

— Dime —se alejó un poco para verme.

— ¿Por que yo?

— Por qué tú ¿qué?

— Si, por qué me pediste a mi ser tu amiga con derecho.

— Por qué, por qué me gustó como follamos la primera vez, no suelo repetir chica, pero me gustó follar contigo, bueno con la única que follo siempre es Mía, una mujer que trabaja en ya sabes, vender su cuerpo.

— Pues esa Mía tendrá que buscarse otro, por qué tú eres mío —me acerqué a él para besarlo.

— Soy tuyo y tú eres mía Tn.

Nuestros labios se complementaban tan bien, teníamos momentos para los besos desesperados y apasionados y momentos para los besos lentos y tiernos.

Eres mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora