𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒟𝒾𝑒𝒸𝒾𝑜𝒸𝒽𝑜

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𝒦𝓌𝑜𝓃 𝒯𝓃

Otro día comenzó, la luz solar entraba por el gran balcón de Jeon, bajé mi vista hacia el brazo que me tenía abrazada y vi los tatuajes, sonreí inconscientemente.

Traté de zafarme para ir al baño, pero solo logré que apretara más su agarre.

— ¿A donde vas? —su voz ronca me hizo saltar un poco.

— Quiero ir al baño.

— Ve, y vuelves pronto.

Asentí y fui al baño, hice mis necesidades, lavé mi rostro y mis dientes, volví a la cama, aún era muy temprano para ir a la universidad.

— Ahora si, buenos días Kookie.

— Buenos días princesa.

— No me digas así.

— Está bien, buenos días Tn.

Me jalo a él y me dio un beso, amo esos besos desprevenidos.

— ¿Dormiste bien? —me preguntó.

— Si, hace tanto no dormía así. —dije.

— ¿Como así?

— Con alguien, dormir con una persona.

— ¿Ya habías dormido con un chico?

— Si, con mi ex, él estudia Administración.

— ¿Es de nuestro grado?

— Si.

— ¿Con él perdiste tu virginidad?

— Así es —miré a otro lado.

— ¿Por qué terminaron?

— Por qué no teníamos los mismos planes, es decir, su familia es acaudalada, y ya tienen a la esposa perfecta para él, y yo soy hija de madre soltera, de clase media, y no soy apta para Chan.

— ¿Chan?

— Se llama Bang Chan, en realidad se llama Christopher Bang, pero le apodan Chan —reí.

— Ya entiendo, ¿hace cuanto terminaron?

— Mmm!, hace seis meses más o menos.

— ¿Y aún lo amas?

— Lo amé, ahora ya no, a veces cuando nos encontramos nos saludamos, existe aún un poco de cariño, fueron casi dos años que fuimos novios.

— Espero que no le hables ahora que estás conmigo.

— Tranquilo, se respetar cuando tengo algo con alguien. ¿Y tú tienes ex?
—pregunté.

— Dejemos de hablar del pasado, mejor móntame, que estoy duro.

— Bájate la ropa —le dije y reí.

Se bajó su short y el bóxer, yo me quité mi pijama y pasé mis piernas por sus costados.

Bajé lentamente penetrándome, ambos soltamos un gemido de placer y comencé a moverme, aún no me acostumbro a su tamaño, es un pene grande, grueso y venoso, tal vez unos veinte centímetros.

Comencé a saltar, voltee mis ojos cuando sentí que llegó muy al fondo de mis entrañas.

— Mmh! —mordí mi labio.

— Agh! Que rico —sus gemidos roncos eran tan perfectos..

Estando sobre él me volvía completamente loca, brincar para que su gran miembro entrara y saliera de mi, me gustaba, también el sonido de nuestros golpeteos y esa mezcla de nuestros fluidos hacían más caliente el momento.

Jeon me tomó de la cintura y de un segundo a otro ya estaba sobre mi.

— Me encantas nena —besó mi cuello y llegó a mis senos— Me matas con tu rico cuerpo, con tus gemidos.

— Agh! Jeon.

— ¿De quien eres? —dijo en un gemido ronco.

— Joder —cerré mis ojos.

— Abre los ojos y dime de quien eres.

Puso su mano en mi cuello sin llegar a lastimarme.

— Contesta, ¿de quien eres?

— Tuya, soy tuya Jeon —dije cómo pude.

— Eres mía y de nadie más.

Dimos unas estocadas más y los dos terminamos al mismo tiempo, rozó su miembro en mi palpitante y mojada intimidad.

— Vamos a bañarnos.

Me tomó de la mano y fuimos a la ducha, entré besos y caricias nos bañamos, hacer estas cosas, me dieron la necesidad de tener alguien en mi vida, pero claro está que ese alguien no será Jeon, aunque me enamore de él e intente enamorarlo, no funcionará.. él no es un chico de una sola mujer.

Al salir nos cambiamos y arreglamos para ir a la universidad, el desayuno ya estaba listo, verlo comer frente a mi, sonreír y tener una charla sin sentido me ponía feliz.

— Vamos princesa.

— Jeon.. —dije.

— ¿Que?, me gusta ese apodo, a parte te queda bien.

— Está bien, dilo cuantas veces quieras —reí.

Salimos de la gran casa y subimos a su auto, era hora de irnos a la universidad.

— En receso quiero que te sientes conmigo.

— Jeon, no puedo.

— ¿Por qué? —frunció el ceño.

— Siempre como con mis amigas.

— Pues que coman con nosotros, no quiero que estes sola y llegue Mingyu, por qué si se acerca a ti lo voy a golpear.

— Eres muy celoso.

— Lo soy, y más si es por ti, eres muy bonita y no quiero que te alejen de mi.

Se acercó y me dio un pequeño beso.
Mi corazón es débil Jeon.

Eres mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora