Diamante Rojo

Capítulo N°23

Era un nuevo día y Perla y Amatista salieron caminando de unos pastizales lleno de flores.

—Aun no puedo creer que nos haya ido tan bien —dijo Perla emocionada—Fue fabuloso cuando clavaste tu lanza y el hizo" Pin Pon Puagh" —dice Amatista emulando el sonido con sus manos—Y la forma en la que lo estabas rodeando, casi parecía una estrategia—dice Perla alegre—Bueno, ya sabes. También puedo hacer esas cosas —dice Amatista avergonzada. Mientras conversan, Garnet quien las seguía detrás, envió a la gema encapsulada en una burbuja de vuelta al Templo. Steven sale de los matorrales con una cara llorosa e hinchada—Esperen. Lo siento, no pude evitarlo creo que las flores me hacen —Steven estornudó y sus mocos cayeron en Garnet—Lo siento, Garnet —dijo Steven sonándose la nariz—Viviré —dice Garnet indiferente.

Las Gemas de Cristal y un Steven enfermo se paran en la plataforma del portal y luego la plataforma se activa, debido a la alergia Steven estornuda muy fuerte siendo botado casi fuera del pasaje del portal, debido a eso Steven ve lo que hay fuera del pasaje del portal. Él se queda asombrado, era como estar en el espacio exterior, solo que con tormentas. De pronto, Steven escucha el activar del portal, y al observar abajo ve pasar por un pasaje algo circular. Sin embargo, Garnet recupera a Steven antes de pueda distinguir bien al objeto.

Perla advierte que es peligroso sacar la cabeza fuera del rayo, siendo seguida de Garnet quien alerta del bajo oxígeno y el extremo frio del lugar.

Steven les dice a las Gemas de Cristal que vio algo afuera, pero eso no puede ser y Perla pregunta si le está fallando la vista, Steven insiste, pero es desestimado por Garnet quien le dice que no ha habido nada afuera durante mucho, mucho tiempo.

Consternado en la situación, Steven se encontraba soñoliento en su cama y con los ojos abiertos ¿Qué está haciendo? Vigilando el portal del templo desde su habitación.

Steven ve brillar algo y se asusta, pero solo era una Amatista hambrienta en el refrigerador. Steven declara que no puede dormir, pero en vez de ayudar Amatista solo bromea con Steven sobre que lo morderá el monstruo que vio y se va a su habitación del templo.

Steven no duerme toda la noche custodiando el portal del Templo, al otro día es despertado por Perla quien le trae una sorpresa, pero al ser despertado tan abruptamente Steven rocía agua en la cara de Perla, perdiendo la oportunidad de obtener su sorpresa.

Garnet adivina que Steven no durmió en toda la noche, Perla intuye que Steven no durmió por que se preocupaba por esa cosa que vio y trata de convencerlo de que no existe tal cosa, pero es infructífero y como cualquier niño que cree tener la razón Steven es terco en sus decisiones, por eso Garnet le propone ir a ver en cada portal.

Steven acepta el trato y las Gemas de Cristal se transportan a través del Portal. Su primer destino es el Jardín lleno de flores, pero no hay nada alrededor. Su segundo destino es la Geoda, pero sigue sin haber ninguna pista del objeto. El tercer destino es un conjunto de islas flotantes, de nuevo no hay nada importante. Perla declara que nadie a excepción de las Gemas de Cristal puede activar los portales, pero Steven es terco y declara que podría ser algo del espacio exterior. Con un argumento sólido, Perla no puede argumentar en contra, pero si puede estar insatisfecha con el tono de Steven. El último destino es la zona de Portales, en donde se encuentra cada portal construido por las gemas en la Tierra y el gran portal hacia afuera del planeta.

—Este el portal que antes nos conectaba con otros planetas, si algo trata de venir desde el espacio exterior tendría que pasar por aquí. Pero espérate, este portal está roto. Marcado como inactivo por el mismo cupón adhesivo de cereales que tú mismo le pusiste —dice Perla con confianza, demostrando varios argumentos válidos que desinflan la teoría de Steven. Amatista dice que Perla tiene razón y Garnet dice que están a salvo.