🌺La cabane sur la plage🌺

284 22 2
                                    

Llegue a casa un poco antes que Percy, me conto como abandono a Grover ya que este lo estaba asustando aún más, y que había visto a las moiras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegue a casa un poco antes que Percy, me conto como abandono a Grover ya que este lo estaba asustando aún más, y que había visto a las moiras.

Claro que me preocupe y lo regañe por abandonar a su amigo, pero quedamos en no decirle esto a mamá, trataríamos de disfrutar todo el tiempo posible antes de irnos al campamento.

Sally Jackson es la persona más buena del mundo, lo que demuestra mi teoría de que los mejores son los que tienen peor suerte. Sus padres murieron en un accidente aéreo cuando tenía cinco años, y la crió un tío que no se ocupaba demasiado de ella. Quería ser novelista, así que pasó todo el instituto trabajando y ahorrando dinero para ir a una universidad con buenos cursos de escritura creativa. Entonces su tío enfermó de cáncer, por lo que tuvo que dejar el instituto el último año para cuidarlo. Cuando murió, se quedó sin dinero, sin familia y sin bachillerato.

El único buen momento que pasó fue cuando conoció a nuestro padre. Apenas conservo recuerdos de él, solo una especie de calidez, quizá un leve rastro de su sonrisa y la melodía de una canción, pero sé que Percy no lo recuerda o por lo menos no tanto. A mi madre no le gusta hablar de él porque la pone triste. No tiene fotos. Mi madre me contó que era rico e importante, y que su relación era secreta. Un buen día, él embarcó hacia el Atlántico en algún viaje importante y jamás regresó. Se perdió en el mar, según mi madre. No murió. Se perdió en el mar. Le creí hasta que me enteré del mudo divino y no pude evitar generar resentimiento hacia mi padre por abandonarnos.

Ella trabajaba en empleos irregulares, asistía a clases nocturnas para conseguir su título de bachillerato y nos crio sola. Jamás se quejaba o se enfadaba, ni siquiera una vez, pese a que Percy se metía en cada vez mas problemas. Yo lo acompañaría sin duda, si no fuera por Apolo, él siempre me detenía de hacer tonterías, claro que no siempre funciona ya que no dejaría solo a mi hermano

Entramos en nuestro pequeño apartamento con la esperanza de que nuestra madre hubiera vuelto del trabajo. En cambio, me encontré en la sala a Gabe el Apestoso, jugando al póquer con sus amigotes. El televisor rugía con el canal de deportes ESPN. Había patatas fritas y latas de cerveza desperdigadas por toda la alfombra, puse a mi hermano detrás de mi cuerpo. Sin levantar la mirada, él dijo desde el otro lado del puro:

—Conque ya están aquí, ¿eh?

—¿Dónde está mi madre? - pregunte con voz fría

—Trabajando —contestó—. ¿Tienes suelto?

- Púdrete

Fue lo que conteste, Gabe había engordado. Parecía una morsa sin colmillos vestida con ropa de segunda mano. Tenía unos tres pelos en la cabeza, que se extendían por toda la calva, como si eso lo volviera más atractivo o vete tú a saber. Trabajaba en el Electronics Mega-Mart de Queens, pero estaba en casa la mayor parte del tiempo. No sé por qué no lo echaban. Lo único que hacía era gastarse el sueldo en puros que me hacían vomitar y en cerveza, por supuesto. Cerveza siempre. Cuando mi pececito estaba en casa, esperaba que le proporcionara fondos para jugar. Lo llamaba su «secreto de machotes». Lo que significaba que, si se lo contaba a mi madre, lo molería a palos, claro que me lo contaba a mí y yo lo golpeaba a él hasta casi matarlo, para después empujarlo por las escaleras

Reina del OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora