Miré a Percy, su expresión de asombro y confusión mezcladas mientras explorábamos el campamento. Mi corazón se llenó de ternura al verlo así, tan perdido y necesitado de orientación. Me acerqué y puse una mano sobre su hombro.
-Pececito, déjame explicarte cómo funciona este lugar -dije suavemente, guiándolo hacia la Casa Grande.
Percy asintió, sus ojos verdes llenos de preguntas. Sabía que debía ser paciente y clara, porque todo esto era nuevo y abrumador para él.
-Aquí en el campamento tenemos dos figuras principales que dirigen todo -comencé, señalando la imponente Casa Grande frente a nosotros-. El director del campamento es Dionisio, pero todos lo llamamos el Sr. D.
Percy frunció el ceño. -¿El dios del vino?
Asentí, con una pizca de resentimiento en mi voz. -Sí, él mismo. No es precisamente el más entusiasta o el más amable de los dioses, pero cumple con su deber. -Traté de suavizar mis palabras, sabiendo que Percy necesitaba una imagen más completa del campamento-. Pero nuestro verdadero líder, quien realmente se preocupa por nosotros y nos entrena, es Quirón.
Percy me miró con curiosidad. -¿Quirón?
Una sonrisa se formó en mis labios al pensar en Quirón. -Sí, Quirón es nuestro entrenador. Es el mejor maestro que podríamos tener. Siempre tiene paciencia y sabiduría para compartir. Es como un abuelo para todos nosotros.
Percy parecía aliviado al escuchar esto, pero aún estaba confundido. -¿Dónde está Quirón ahora?
-Está aquí, en la Casa Grande -le dije, abriendo la puerta para que entráramos-. Quirón es increíble. Te enseñará todo lo que necesitas saber para sobrevivir en el mundo de los semidioses. Siempre está dispuesto a ayudar y guiar a cualquiera que lo necesite.
Mientras caminábamos por el pasillo, una figura rubia apareció en nuestra vista. Sonreí al verla.
-Percy, quiero presentarte a alguien muy especial -dije, mi voz rebosante de cariño-. Esta es Annabeth, pero yo siempre la llamo Ratoncita.
Annabeth levantó la vista de su libro y nos sonrió. -Hola, Percy.
Percy la miró con curiosidad. -¿Ratoncita?
Annabeth rodó los ojos, pero su sonrisa no se desvaneció. -Es el apodo que Nerea me puso cuando llegué aquí. Me dijo que era porque siempre estaba leyendo y estudiando.
Me reí suavemente, recordando esos días. -Es cierto. Annabeth es una de las personas más inteligentes que he conocido. Siempre tiene una respuesta para todo, y su pasión por aprender es admirable.
Annabeth se sonrojó ligeramente, pero sus ojos mostraban gratitud. -Gracias, Nerea.
-Es verdad -le aseguré, apretando su hombro amistosamente-. Percy, Annabeth te ayudará a entender mejor cómo funcionan las cosas aquí. Ella es una excelente guía y una amiga leal.
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Reina del Océano
Fiksi Penggemar- Ya no quiero estar solo Artie, es mejor acostumbrarse a la soledad ya que parece ser mi camino - dijo estando recostado en las piernas de su gemela - ¿Le has preguntado al oráculo si ese es tu destino? Tal vez este pueda ayudarte ...