Día 15: Viaje a la Playa

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El sol estaba radiante como nunca, a lo lejos se oía el movimiento de las olas acompañado de la brisa marina. En el apogeo del verano, cierto grupo de amigos no tuvo mejor idea que organizar una visita grupal a la playa para divertirse todos juntos en un ambiente cálido y relajante. 

Bueno, relajante para algunos, puesto que al ser un grupo de nueve personas cada quien tenía sus propios planes sobre como pasarla bien. Se trasladaban en una espaciosa camioneta propiedad de Bull, quien manejaba junto a Colt como copiloto; en los asientos de atrás iban sentadas Bea, Shelly y Bibi, mientras que en la parte trasera donde llevaban las heladoras, mantas y mochilas iban algo apretados Primo, Crow, Poco y Brock.

 —¡Estoy impaciente!, ¿preparado para que te destroze en la cancha de voley Colt? —El moreno de gafas presumió con gran emoción desde la parte trasera del vehículo.

—¡Oye!, eres muy presumido sabiendo que soy mejor que tú. —El mencionado volteó para hablarle directamente a su amigo quien se asomaba sobre los asientos de las chicas.

—¡Ni lo sueñen!, Bull y yo los haremos comer arena, ya lo aparté en mi equipo. —Primo intervino en la conversación sonriente como siempre.

—¡Ey, no es justo! Yo debía ir contra Colt. —Brock se quejó ante la decisión de su compañero.

—¿Por qué no sólo te vas a su equipo y que Poco y Crow vayan con Colt? —Shelly tomó parte de la discusión, en un intento de que aquello no continuara conociendo lo escandalosos que esos tipos podían ser.

—Ni loco jugaré en contra de Bull, yo me voy con ellos. —Crow habló con su típico tono indiferente cruzado de brazos a un lado de Primo.

—¡Eso es todo!, con Crow y Bull en mi equipo ya me corono como el ganador. —El fornido enmascarado rodeó con uno de sus brazos al contrario, quien colocó una expresión incómoda al ser prácticamente asfixiado por su tremenda fuerza.

—¡Aún no cantes victoria amigo!, me tienen a mi en su equipo. -El esqueleto viviente lo apuntó desafiante, aun cuando en el fondo él también quería ir en el grupo de Primo y Bull.

—¡Ya cállense!, están poniendo nerviosa a Bea. -Bibi le arrojó a Brock un pequeño abanico para que dejaran de incomodar a la tímida muchacha que yacía entre medio de las otras dos.

—Lo siento Bea... —El moreno tomó sus lentes que habían salido disparados por el impacto del abanico y se disculpó con su invitada al no notar que aquel ambiente quizá sería demasiado para su bajo perfil.

—Descuida..., ya estoy ansiosa por verlos jugar. —Confesó mostrando una tierna sonrisa. —Personalmente también creo que el equipo de Primo ganará, ¡sin ofender! 

Algunas quejas mezcladas con carcajadas llenaron el reducido espacio en aquella camioneta, Colt los observaba por el espejo retrovisor, cada vez estaba más convencido que esa salida había sido la mejor idea que había tenido en mucho tiempo. Miró hacia su izquierda, encontrándose a un Bull que manejaba muy concentrado, con el bañador azul que él le había obsequiado y una camisa blanca con las mangas arrancadas, no pudo evitar suspirar enamorado, ese desgraciado lucía bien sin importar lo que llevara encima. Sutilmente posó una de sus manos en el muslo del más alto, quien al sentir aquel contacto le dedicó una mirada fugaz que le fue devuelta con un guiño, regresó su vista al camino, esta vez con una sonrisa.

—Dejen de hacer tanto escándalo, ya falta poco para llegar. —Anunció el conductor con un tono severo, como un padre regañando a sus hijos. Los demás acataron y regularon un poco el volumen, al cabo de unos minutos, llegaron al tan esperado lugar. Luego de estacionar la camioneta, encontraron el punto perfecto para comenzar a preparar las mantas y sombrillas, también colocando unas pocas reposeras. La mayoría ya traía su traje de baño puesto, pero tanto Bea como Crow y Poco fueron a unos cubículos en cierto sector de la playa que funcionaban tanto de baños como de cambiadores.

—¿Qué quieren hacer primero? —Interrogó el de gafas, quien se frotaba las manos ansioso por comenzar el dichoso juego.

—Shelly y yo vamos a asolearnos un rato. Ustedes hagan lo que quieran. —Respondió la chica del chicle, mientras plácidamente en una reposera.

—Yo iré a ver por qué tardan tanto los muchachos. —Primo realizó algunos estiramientos innecesarios luego de quitarse la camiseta, unicamente para mostrar su trabajado físico, y se encaminó en rumbo a los baños.

—Te acompaño. —Brock lo siguió ya que con ellos también se encontraba Bea, y no podía dejarla sola siendo que él la había invitado a venir.

—Vamos todos, de todas formas iremos directo a la cancha de voley, ¿no es así? —Colt comenzó a caminar detrás de ambos hombres arrastrando a Bull con él.

—¡Oh, por supuesto! —Exclamó emocionado el de lentes.

En poco tiempo se reunieron con los que faltaban y de allí se dirigieron a la cancha, Bibi y Shelly los miraban a lo lejos desde las reposeras, mientras que Bea tomó el levanto asiento del árbitro para controlar las puntuaciones. Por fin, el juego dio comienzo.

Primo y Bull realizaban saques extremadamente potentes que les eran difíciles de devolver, y gracias a la velocidad de Crow no perdían la pelota ni una sola vez. El otro trío de muchachos la tenía bastante complicada, pero con mucho esfuerzo se defendían. Estaban bastante reñidos ya que ninguno iba a rendirse por nada del mundo. Cada punto que hacía un equipo, el otro lo empataba, la partida era tan ruidosa e interesante que inclusive varias personas se reunieron alrededor de la cancha para ver.

Por muy bueno que fuera, Bull estaba bastante distraído fijandose en los hábiles movimientos que el pelirrojo realizaba, era muy competitivo pero tenerlo delante de él tensando sus músculos a medio vestir le podía más. Y no era así únicamente para él, sino que el contrario también se encontraba disperso por su culpa, y las dos veces en las que perdió la pelota fue por fijar su mirada demasiado tiempo esa figura esbelta y varonil. Tan sólo un punto decidiría este enfrentamiento, ninguno daba el brazo a torcer a pesar de que el cansancio comenzaba a hacerse presente.

Colt no era ignorante de las miradas que el otro le dedicaba, podía sentirlas sobre él como el calor del sol, por lo que le surgió una idea. Golpeó la pelota de tal forma que se elevara varios metros hacia arriba sobre su cabeza, se preparó para dirigirla hacia Bull en cuanto bajara, pero justo antes de ello, exclamó:

—¡Es toda tuya, amorcito! —El azabache se quedó pasmado al igual que los demás ante aquellas palabras que obviamente eran para él, a tal punto en que no logró procesar adecuadamente cuando la pelota estuvo demasiado cerca como para calcular su trayectoria. Solo pudo propinarle un disparejo golpe que hizo a la pelota chocar contra la red para luego irse a la arena.

—¡El equipo Colt gana! —La tímida voz de Bea salió con gran entusiasmo al ver como su chico y sus compañeros se habían llevado la vitoria, hubo algunos aplausos y vitores de parte de los demás espectadores.

—¡Oye, eso fue jugar sucio! —Bull alzó su voz avergonzado al pelirrojo quien fedtejaba con sus camaradas, se tomó un momento para dirigirle una mirada traviesa, ir hasta la pelota y tomarla.

—¡Ahí te va otra vez, corazón! —Volvió a llamarlo cariñosamente, lanzandole el balón a lo que, aun más apenado, Bull logró desviar hacia su izquierda con un certero golpe, el cual salió despedido hacia el rostro de Crow. Primo por suerte reaccionó a tiempo y le dio un puñetazo a la pelota antes de que impactara en su compañero, pero lastimosamente esto solo la redirigió hasta la cara de Bea. La muchacha quedó noqueada al instante y se tambaleó en el podio.

—¡Bea! —Brock corrió rápidamente hasta la silla del árbitro y consiguió atrapar a la joven entre sus brazos que cayó desde las alturas. El moreno le dirigió una mirada severa a Primo, quien rascaba su nuca apenado.

—¡Lo siento...! —Se disculpó, por suerte Poco estaba allí para socorrerla.

Bull y Colt cruzaron miradas y ambos tuvieron que esforzarse por contener la risa, aquel maravilloso día a penas había dado comienzo.

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30 Days (BullxColt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora