30 Days (BullxColt)

Día 7: Disfrazados

-¡Apresurate Bull, ya vamos más de una hora tarde! -Oyó la estruendosa voz de su prima gritarle desde fuera de su habitación, gruñó por lo bajo, odiaba que lo apuraran pero se sentía aún más molesto por toda esta situación a la que había sido arrastrando.

-¡Ya lo sé! Agh... ¿Por qué dejé que me convencieras de hacer esto? -Respondió sin desprender la mirada de su reflejo, se sentía sumamente patético vistiendo aquel ominoso traje azul de jugador de fútbol americano. No le agradaba llevar disfraces, mucho menos si debía mostrarse así ante decenas de personas.

-¡Vamos! Crow jamás habría aceptado, eres el único que puede acompañarme, no quiero ir sola a la fiesta de disfraces de Emz. -Bibi, quien vestía un magnífico disfraz de zombie, se recargó en la puerta haciendo lo posible para persuadir a su primo que se negaba a salir de su alcoba.

-¿Es necesario que vaya vestido así? -Observó el casco que completaba su conjunto reposar sobre la cama, él no era un hombre fácil de avergonzar, pero su orgullo era más fuerte.

-¡Deja de quejarte!, ¡tu escogiste ese disfraz! -Pateó la puerta ya harta de los peros del contrario; esto último acabó con su poca paciencia y furioso abrió la puerta para enfrentarla.

-¡¿Y tu qué mocosa?! ¡En cuanto lleguemos te irás con tu grupo de amigos y yo me quedaré como un idiota en una esquina el resto de la noche!, sólo quieres tener un chofer que te traiga de regreso cuando estés ebria. -Bibi lo miró en silencio inexpresiva y suspiró resignada, sacando su móvil para hacer una rápida llamada.

-¿Hola, Emz? -Colocó el altavoz para que el pelinegro escuchara.

-¡Hola amiga! ¡¿A qué hora llegas?!, ¡la fiesta está en su punto! -El audio era distorsionado por la ruidosa música y los vitores de la multitud, Bull la miraba preguntándose a qué quería llegar.

-¡Llego tarde, pero ahí voy! Primero dime, ¿está Colt allá? -Al instante entendió el motivo de esa llamada, pero aún irritado, escuchó atento la respuesta.

-¡¿El sheriff?!, ¡por supuesto que está!, ¡justo ahora lo estoy viendo hacer fondo blanco con la jarra de Daiquiri! -El más alto abrió sus ojos de par en par, de fondo se pudo escuchar como un grupo de personas gritaba "¡fondo!", seguido de gritos y festejos. La pelinegra se despidió y lo miró con una sonrisa triunfal.

-Quizá no sea yo la que necesite un aventón. -Guardó su teléfono mientras lo veía ir a por su casco de jugador y malhumorado atravesó el umbral muy decidido.

-Ya cállate, andando. -Resopló sacando sus llaves, más le valía a ese cabeza de fósforo no caer en un coma etílico antes de su llegada.

El viaje fue corto y acelerado, su sentido del ridículo había abandonado por completo sus prioridades luego de esa llamada, lo único en lo que pensaba era en encontrar al pelirrojo y asegurarse de que estuviera bien. Aparcó fuera, desde donde ya podía oirse la música a cargo de Frank, entraron a la casa sin pedir permiso pues nadie tampoco estaba cuidando la entrada, luego de atravesar un corto pasillo, encontraron a la joven zombie acompañada de Edgar, Janet y Chester, todos vistiendo disfraces variopintos.

-¡Bibi, por fin llegas! -Se saludaron efusivamente entre todos, elogiandose los atuendos. -¡Uy, hola Bull! Gracias por venir, luces estupendo. -La atención del grupo de adolescentes se centró ahora en él, quien respondió con desinterés los cumplidos mientras observaba alrededor, en busca de cierta cabellera rubí.

-Si, gracias... ¿Saben dónde está Colt? -A ninguno le sorprendió su pregunta, puesto que ya casi todos en la ciudad sabían lo que tramaban.

-Me pareció verlo cerca de la pista junto a Shelly. -Janet tomó la palabra, señalando una dirección en particular.

-Gracias. -Sin despedirse, dejó atrás al grupo para adentrarse a la multitud que festejaba como si no hubiese un mañana.

Gracias a su altura, no le costaba mirar por encima del tumulto para ver con claridad si daba con su objetivo, a lo lejos pudo distinguir a Shelly y a Primo, aunque le costó reconocerlos por sus disfraces de vaquera y de rey, se acercó sin vacilar.

-¿Bull, eres tú? -El Primo fue el primero en notarlo. -¡Amigo, creí que no vendrías! Me alegra que te nos unas. -Pasó uno de sus brazos por sobre hombros, en su otra mano sostenía un vaso de cerveza.

-Qué extraño que verte aquí, imaginaba que no te gustaban estos eventos. -Shelly le dirigió la palabra, dando un sorbo a su bebida.

-No me gustan, pero Bibi me obligó a ser su escolta. -Comenzaba a impacientarse, quería hallar a Colt lo antes posible.

-¡Anda, cambia esa cara! ¿Quieres un trago? -El enmascarado notó su actitud dispersa y le señaló la mesa llena de botellas diversas.

-No gracias, estoy buscando a... -Fue interrumpido por un grito que se oyó muy cerca de ellos.

-¡Buuuuuull! -El mencionado fue embestido con brusquedad y un par de brazos se cerraron alrededor de sus costillas, dificultandole respirar; miró hacia su abajo, encontrándose aquella cabeza rojiza que tanto ansiaba ver, la cual estaba parcialmente cubierta por un pañuelo negro atado en su nuca. -¡Si viniste!, ¡qué bueno que estés aquí...!, la fiesta no era lo mismo sin ti... Te extrañé muchoooo... -Colt arrastraba las palabras al hablar, sus ojos vidriosos y sonrisa boba movieron algo dentro de Bull, eso sumado al coqueto disfraz de pirata escarlata que lucía con gran encanto mientras se restregaba contra su cuerpo, casi usándolo como soporte, pues mantener el equilibrio se había vuelto todo un reto para él. Lo sostuvo por la cintura para que dejara de tambalearse en el lugar, sintió como un par de miradas se clavaban en ambos.

-Si, él también te estaba buscando. -Dijo Shelly sonriendo junto a Primo, quien llenaba sus vasos con una mueca cómplice.

-Después del tercer vaso, no paró de quejarse y decir que te extrañaba, lo vigilamos todo lo que pudimos pero en un momento lo perdimos se vista y se bebió hasta el agua de los floreros. -Sus amigos estaban conscientes de que el sheriff no tenía autocontrol con el alcohol, y fue aún peor sumado a la melancolía que sintió por la ausencia de pelinegro, éste último no pudo evitar sonreirse ante la actitud tan tierna y despreocupada del más bajo.

-Gracias por cuidarlo, pueden ir a divertirse, yo me encargaré de él. -Con un rápido movimiento, alzó al contrario cual princesa, listo para sacarlo de ese viciado ambiente. Colt se sorprendió pero se dejó hacer y terminó rodeando su cuello con ambos brazos. Primo y Shelly rieron ante la melosa escena y se encaminaron hacia la pista de baile.

-¡Te lo encargamos, asegúrate de que pueda caminar mañana! -Exclamó el enmascarado entre risas, pero Bull no tenía ningún interés en sobrepasarse con el pelirrojo cuando se encontraba tan fuera de sí, lo único que pretendía era protegerlo y atesorar sus dulces gestos que, aún en ese estado, seguían siendo sólo para él.

-Bull... Hueles muy bien... Bull... Yo te... te quiero... Bull... -Sentía aquellas palabras como suaves suspiros en el hueco de su cuello mientras se dirigía a la salida, ese muchacho necesitaba aire puro. Le dieron igual las diversas miradas que los cruzaban, el único objeto de su atención era el pelirrojo entre sus brazos. -No me dejes Bull... Quiero... que estés conmigo siempre... -Sus tímidas confesiones le agitaban el corazón, el alcohol se estaba encargando de mostrarle sus sentimientos sin filtros, y vaya que lo agradecía, le costaba mantener la compostura y no comérselo a besos ahí mismo.

Una vez afuera, con cuidado se sentó en los escalones de la entrada con el sheriff encima. Sostuvo su mejilla para verle mejor y retiró la bandana que cubría su cabello; verlo despeinado, ido y adormilado no era usual, quizo grabar aquella imagen en su memoria por siempre.

-Respira profundo. -Aún estando tan ebrio, el contrario obedeció y volvió a recostarse en su hombro. Bull se retiró el casco para mayor comodidad de ambos.

-Bull... Eres muy lindo... Sé mi novio... Por favor... -Abrió sus ojos estupefacto y perdió el aliento al oírle. Se separó para ver su rostro, pero Colt había caído dormido en su hombro. El pelinegro suspiró sonriente y depositó un suave beso en su frente.

-Vuelve a pedírmelo cuando estés sobrio.

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