Capítulo 9. La vieja Uxia está muerta

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Uxia tenía una hora para estar lista. No dudo en darse una nueva ducha tranquilamente, era una chica que podía verse muy guapa con poca cosa pero aún así decidió producirse un poco más. Delineó sus ojos en un tono negro que hizo que su mirada se intensificara más, mascara de pestañas para que lucieran más negras y largas. Colorete y un labial rojo que perfiló perfectamente sus carnosos labios. Sabía que se veía espectacular pero jamás se había sentido tan elegante. Ondulo su pelo y recogió la parte izquierda para dejar a la vista el conjunto de pendientes y collar que Ikal le había regalado. El oro proporcionaba una base lujosa junto a los diamantes que agregaban un brillo espectacular, creando una combinación elegante y atemporal. Esos aros de oro con diamantes incrustados mientras que el colgante tenía un diseño más elaborado con un colgante central de diamantes rodeado de detalles intrincados en el oro.

La chica se acercó al vestido negro y se lo puso sin mucho esfuerzo pues se ceñía perfectamente a sus curvas. Lo acompaño con un elegante tacón de color oro y un pequeño bolso del mismo tono. Ikal iba a quedar boquiabierto pues no había visto ese espectacular vestido que había elegido la chica.

Uxia sabía que aquella noche iba a ser muy especial, la chica usó de nuevo el perfume que se había puesto en casa de Ikal y que al chico tanto le había gustado. Era una fragancia amaderada que la daba un toque extra de elegancia.

A la hora que le había establecido ya iba de camino al hall del hotel, nerviosa pues era la primera vez en su vida que iba a asistir a una gala y no a una cualquiera, tenía que interactuar con ese socio en la sombra que Ikal quería sorprender, tenía que hacer todo lo que estuviera en su mano para que ese acuerdo millonario saliera bien, para conseguir el dinero que Ikal la había prometido y ese dinero que la haría poder volver a tener una vida normal. Ella quería, una vida normal y empezar de 0.

Eran las 9 en punto cuando la chica bajó en el ascensor hasta el hall, salió sin mucho esfuerzo pues aunque no acostumbraba, siempre se le había dado bien andar en tacones.

Ikal, la vio aparecer a cámara lenta, miró a la chica de arriba a abajo deteniéndose unos segundos en el amplio escote en V que hacía que todos los atributos de la chica resaltaran, dándole un toque de sensualidad. Con un corte ajustado en una tela de satén que se cernían perfectamente, deslizándose por el cuerpo de la chica, una falda larga que llegaba hasta el suelo con una raja que hacía que sus largas piernas pudieran asomarse levemente dándole ese toque elegante y sensual que hizo que la garganta se les secara a los cuatro hombres que estaban esperándola en el hall del hotel.

— Hola, chicos. –Dijo la chica para romper el hielo pues los cuatro hombre seguían mirándola en silencio.

Ikal carraspeó y la miró a los labios para después pasar esa gélida mirada a sus cálidos ojos amabar. La chica era hermosa, como sacada de cualquier cuento de hadas.

— Hola Uxia, ya veo que te tomaste enserio lo de sorprender a Kamari –Dijo Azazel mientras inspeccionaba el atuendo que la chica llevaba.

Cuando Uxia estuvo con él, jamás se hubiera atrevido a ponerse nada así, jamás hubiera estado tan provocativa, jamás le hubiera llevado la contraria.

La chica le miró, le sacó el dedo del medio para enseñarle la perfecta manicura en color rojo que adornaba esos largos y estilizados dedos.

— Me tomo muy en serio mi trabajo Aza... y si no te ha quedado claro. No quiero ni verte –Dijo la chica dándole la espalda para caminar hacia Ikal quien ya la esperaba con su brazo en posición para que ella se agarrara a él, la cual lo hizo sin mirar atrás.

— Estás preciosa... –Susurró el chico cuando ella llegó a su lado.

— El smoking te queda muy bien y si, sé que voy a llamar la atención –El lamió su labio inferior.

Polvo de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora