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𝗔𝗴𝗮𝘁𝗵𝗮 𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿

—¡En todos los huevos!—gritó Kyler mientras reía, fuertemente mirando la película.

Yo me encontraba entre Robby y Tory, la única chica aparte de mí en el dojo. Había intercambiado unas pocas palabras con ella, pero parecía maja.

Aún así los nervios estaban en mí aunque nadie estuviese prestándome atención. Odiaba sentirme así, como que cualquier cosa que hiciera podría ser juzgada por alguno de los presentes y no por culpa de ellos, en todo momento me habían acogido bien incluso Kyler de quien me había advertido Robby antes, siempre me sentía así.

Seguramente era porque mis habilidades sociales eran escasas, por no decir nulas. Nunca había tenido la necesidad de hacerlo pues casi siempre estaba en mi casa así que no tenía práctica.

Giraba mi pulsera alrededor de mi muñeca distrayéndome de mis estúpidos nervios.

¿Por qué no podía simplemente estar tranquila?

—¿No te gusta la peli?—me preguntó Robby sacándome de mis pensamientos.

—No, está bien—respondí—. Solo estoy... algo distraída.

—Preguntaría, pero... por qué me dirías nada si apenas me conoces—dijo con algo de diversión.

Le dediqué una pequeña sonrisa.

-Eh, tú recadero- escuché que le decía Kyler a Kenny-, ¿y lo mío?

-Has dicho que no querías nada-le respondió Kenny.

-Pues ahora sí-mencionó Kyler-. Tráeme dos de palomitas con mantequilla, cuatro refrescos grandes, frankfurts con mostaza y kétchup y un pretzel.

Miré a Kyler con el ceño fruncido mientras que Robby negaba con la cabeza.

-Pero, no lo puedo llevar...-empezó a decir Kenny, pero fue interrumpido por Kyler.

-Ah, y unos nachos con queso-añadió Kyler-. Espabila.

Kenny empezó a irse sin decir nada, pero Robby se bajó del coche y lo detuvo.

-Oye, no te preocupes. Te la está jugando-le dijo Robby a Kenny-, eso es bueno.

-¿Ah, sí?-cuestionó Kenny.

-Sí-respondió Robby sonriendo-. Es menos peligroso que lo que yo tuve que hacer. Mantén la cabeza alta y te harás respetar, ¿queda claro?

Kenny asintió.

-Sí-respondió Kenny.

-Ah, y tráeme una chocolatina-le dijo Robby dándole en el brazo amistosamente.

—Me alegra que haya otra chica más en el dojo—me dijo Tory—. Desde que mi amiga se mudó no he tenido más que hombres sin cerebro como los que se encuentran en este coche.

La miré, divertida.

》Tendré más ayuda contra Sam LaRusso.

—¿Quién es esa?—cuestioné.

—Es una larga historia...

[...]

—Joder, vaya pinta de zorra—comenté tras escuchar la historia.

—Lo es—aseguró—. Y siempre salen mal parados los demás por su culpa. No creo que tardes en conocerla.

—Ese come mierda—murmuró Robby antes de bajar del coche.

Fruncí el ceño, confusa.

—Mira, parece que la vas a conocer ya—mencionó Tory mirando el retrovisor—. Vamos, ven.

Caminamos hasta donde habían tres chicos, uno con una cresta, junto a Robby y Kenny.

—... Traicionaste a Miyagi-Do, traidor—dijo uno de los chicos.

—Qué aquí hay un traidor está claro—dijo Tory cuando llegamos— y pagará.

—No si de mí depende, princesa—habló una chica de pelo rizado llegando junto a otro chico. Supuse que sería esa tal Sam.

Hubo un silencio tenso.

—¿Podéis creer que tienen una gran variedad de refrescos?—cuestionó un pelinegro interrumpiendo ese silencio—. Mierda, otra pelea no.

—Cuidado, LaRusso. Tu mami no está aquí para jugar a la paz—habló Tory de nuevo.

Entonces verifiqué que era ella.

—¿Qué quieres decir?—cuestionó Sam.

—¡Chicos, basta!—interrumpió un moreno—. Los venceremos, pero en el tatami.

—Oh, ¿en serio?—cuestionó Robby—. ¿Recuerdas lo que pasó la última vez que peleamos?

Me imagino que se referiría a la pelea en el instituto que antes me contó Robby.

—Muy bien, en el campo de béisbol dentro de treinta minutos. Y sin armas—dijo el moreno mirando a Tory.

—No las necesitamos—aseguró Tory.

Cada dojo se fue por un lado.

[...]

Fuimos al campo de béisbol cuando pasó el tiempo acordado.

-¿Veis algo?-cuestionó Kyler.

-Ya vendrán-respondió Robby.

-Más les vale-dijo Tory.

De repente todas las luces del campo se fueron apagando.

Algo no iba bien.

-¿Qué?-cuestionó Kenny.

De un momento a otro, los aspersores se pusieron en marcha mojándonos a todos.
Vimos como los Miyagis se iban en un coche de color gris.

-Tienen que pagar esto-dijo Kyler.

-Y lo harán-aseguró Robby.

10•05•2024

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𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿'𝘀 𝗽𝗮𝘄𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora