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𝗔𝗴𝗮𝘁𝗵𝗮 𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿

—No puedo creer que tu abuelo haya hecho eso—mencionó Tory mientras me pasaba una bolsa de hielo—. Quiero decir, sí que puedo, pero no a ti.

—Desde que volvió a ser sensei es horrible conmigo—dije—. Cada vez más.

Se escucharon unos golpes en la puerta, llamando nuestra atención.

Tory se levantó para abrir. Cuando la puerta estuvo abierta, pudimos ver a Sam ahí.

—¿Qué haces tú aquí?—le preguntó Tory.

—He—la mirada de la castaña se posó en mí—... Madre mía. ¿Qué te ha pasado?

—No finjas que te importa—respondí.

—Oye, no querría haber venido, pero... si tenéis problemas en Cobra Kai, soy toda oídos—habló Sam.

Tory la dejó pasar y caminó al sofá donde yo estaba.

La castaña observó la casa antes de acercarse a nosotras.

—Quería ganar el All Valley con toda mi alma—explicó Tory—. Cuando me dieron ese trofeo, fue el mejor momento de mi vida.

》Pero luego, vi a Silver y a ese árbitro, y eso me destrozo. Me sentí una farsante, más aún cuando me enteré de que había hecho a Agatha dejarse ganar.

》Tenía tantas ganas de vengarme de Silver que le hice caso a Kreese. Pero me vi atrapada en más mentiras. Y ahora mi vida es un infierno.

Acaricié el brazo de la rubia con mi mano buena.

—No sabía por lo que pasabas—mencionó Sam—. Pero, ahora que lo sé, podemos colaborar.

》He hablado con Stingray. Ha reconocido que tu abuelo le atacó en el antiguo dojo, pero no se atreve a denunciarlo.

—Dios mío—suspiré—. Ahora vuelvo.

Me levanté y salí fuera a tomar el aire.

No podía creer toda la mierda que mi abuelo estaba haciendo. Nada que ver con como mi abuelo había sido durante toda mi vida.

Eso, poco a poco, me estaba destruyendo a mí también.

De repente, la puerta de la casa se abrió dejando ver a las dos chicas.

—Sabemos como incriminar a Silver—mencionó Tory—. Si quieres hacerlo...

Asentí.

—Sí que quiero—aseguré—. Ya no aguanto más.

Ellas asistieron.

—Pues vamos, les he enviado un mensaje al resto—mencionó Sam.

[...]

L

legamos a Reseda donde pudimos ver a los chicos hablando fuera de los apartamentos.


—¿Tory? ¿Agatha?—cuestionó Halcón quien fue el primero en notar nuestra presencia.

—¿Qué...? ¿Qué pasa?—preguntó Miguel—. Hola.

—¿Qué te ha pasado?—me preguntó Robby.

Miré mi mano.

—Am... Un accidente entrenando—respondí—. No es grave.

Me miró con una clara preocupación en su rostro.

𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿'𝘀 𝗽𝗮𝘄𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora