𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿'𝘀 𝗽𝗮𝘄𝗻

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𝗔𝗴𝗮𝘁𝗵𝗮 𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿

—Miro alrededor, y veo el futuro—dijo mi abuelo.

El nuevo local para el dojo era increíble, para que mentir. Había muchas instalaciones nuevas y lujos que en el anterior no constaban. Muchos alumnos nuevos habían llegado y Cobra Kai se extendía con rapidez por el Valle abriendo más y más dojos, todos ellos llenos.

A mí eso me daba igual, sinceramente, Robby había dejado el dojo y sabía que lo echaría en falta.

》Es bien sabido que en nuestro pasado hubo errores. El sensei Kreese fue víctima de sus demonios. Pero John Kreese no es Cobra Kai. Nosotros sí. Y hemos demostrado que somos campeones.

》Pero ese campeonato no es más que el trampolín hacia nuevas metas. Por eso he traído a algunos de los mejores senseis del Valle. Esta va a ser su entrevista de trabajo.

Tory entró en el dojo.

》Un fuerte aplauso. La campeona está aquí.

Todos los del dojo aplaudieron, yo también. Era mi amiga y me alegraba que al menos ella se hubiera llevado la victoria, pero no era justo.

》La dejamos llegar un poco tarde... hoy. Venga, a calentar. Los senseis os darán instrucciones. A ver qué saben hacer.

Todos se fueron y yo me quedé esperando a que un sensei se acercara. Finalmente, uno de rasgos asiáticos lo hizo.

—Oye. Tengo entendido que eres la nieta del sensei, ¿no?—preguntó.

Asentí.

—Sí. Exacto—respondí.

—Bien—dijo—. Entonces voy a ser duro contigo.

Comenzamos a entrenar. Yo pateaba las almohadillas que él sostenía.

—Puedes hacerlo mejor—dijo.

—¿Y usted qué sabrá?—cuestioné—. Si no me conoce.

—Es obvio—respondió—. Estás preocupada. Quizá no quieras seguir entrenando ahora que has perdido.

—No sólo lucho por un trofeo—contesté—. Quiero ser fuerte para defender lo que es mío.

—Buen motivo—comentó.

—¿Y usted qué?—cuestioné—. ¿Por qué es sensei?

—Por el honor.

—¿Y ya está?—pregunté.

—Eso lo es todo—respondió—. Creí que había perdido el honor. Pero al final lo acabé entendiendo: nadie puede arrebatarle tu honor. Solo tú puedes arrebatártelo.

Yo asentí.

—¿Qué tal por aquí, sensei...?—cuestionó mi abuelo.

—Jokichi Tatsuya—comentó—. Todos me llaman Joe.

—Sensei Joe—habló mi abuelo—. ¿Qué trabaja con ella?

—Primero entrenamos mente—respondió—. Luego cuerpo.

—Haga como si yo no estuviera aquí—pidió mi abuelo.

El nuevo sensei se giró hacia mí.

—Si quieres deshacerte de tus problemas, enfréntate directamente a ellos—me dijo el sensei Joe.

Asentí.

》Ahora céntrate. Concéntrate. Respira. ¡Ataca!

Di una fuerte patada a lo que sostenía.

—Bien hecho, Agatha—me felicitó mi abuelo.

Lo miré seria.

—Ahora así—habló Joe acercándose a un muñeco de entrenamiento para golpearlo.

—¿Conoce el tangsudo?—le preguntó mi abuelo a Joe a lo que él asintió—. ¿De dónde es, sensei Joe?

—De Kioto—respondió.

—Precioso—habló mi abuelo—. Me encanta el santuario Fushimi Inari.

—Demasiados turistas—comentó Joe—. El templo Nazen-ji, mucho mejor para su próxima visita.

El sensei Silver asintió antes de irse.

[...]

Al terminar de guardar las cosas en mi bolsa pude ver a mi abuelo hablando con Tory.

—¿Pasa algo, Agatha?—me preguntó mi abuelo cuando Tory salió.

—¿Seguirás aclamando su victoria como si nada?—cuestioné—. ¿Cómo si no me hubieras hecho dejarle ganar? Tu razón para que lo hiciera fue una mierda.

》¿Crees que lo que sienta hacia Robby va a cambiar porque me hagas perder? No sé qué clase de sentimientos hayas tenido tú por alguien, pero si eran así no serían de verdad.

—Solo quiero hacerte abrir los ojos—comentó—. Te distrae ahora y si algún día cortais seguirás distraída porque te ha dejado.

—Hubiese ganado de no ser por ti—dije—. Él no es el que me hundirá porque lo harás tú antes.

Me di la vuelta para irme de ahí.

20•05•2024

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