𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿'𝘀 𝗽𝗮𝘄𝗻

•18•

𝗔𝗴𝗮𝘁𝗵𝗮 𝗦𝗶𝗹𝘃𝗲𝗿

Peleé contra un chico de Cobra Kai. Terminé haciéndole una llave para tirarlo al suelo.

Vi como Tory hablaba con Devon así que me acerqué.

-... Confía en mí-decía Tory.

-¿Cómo tú en mí?-cuestionó ella.

-Devon, hazle caso-dije-. Ella tiene razón.

-Me ha estado mintiendo todo este tiempo-echó en cara.

-Lo sé. Lo siento. Traté de decírtelo...-habló Tory.

Un chico vino hacia nosotras así que lo pateé alejándolo.

Al alzar mi mirada, pude ver cómo Kenny golpeaba el pecho de Robby al igual que había hecho con el Eli unos días atrás.

Robby puso una mano en su pecho mientras trataba de tomar aire.

—¡Robby!—exclamé mientras corría hacia él—. Ey, ¿estás bien?

—Sí... solo no... no puedo respirar—respondió entrecortadamente.

Cayó al suelo quedando se rodillas. Sujeté su brazo.

—Mierda—murmuré mientras que ptros chicos se acercaban—. Solo relájate, el aire volverá a tus pulmones enseguida.

Pateé a uno de los que venía llevándome algún golpe por parte de los otros dos.

Y así continuaron un rato.

Noté como Robby se levantaba con dificultad tras de mí.

—Yo me encargo—dijo aunque se notaba que seguía sin poder respirar bien del todo.

—¿Seguro?—cuestioné mientras detenía uno de los golpes.

—Sí, estoy bien—respondió.

—No sé...—respondí parando otro golpe.

—Agatha, ve con Tory. Yo le ayudo—habló Miguel.

Asentí antes de acercarme donde la rubia estaba peleando con unos chicos.

De repente, la sensei Kim, apareció de la nada haciéndome una barrida.

—Me decepcionas, Silver—me dijo.

—Y tú a nosotras—intervino Tory.

—Sabía que no érais de fiar. Ninguna—mencionó—. Esta será la última lección que os dé. Y será más dolorosa que la anterior.

Se puso en posición de pelea.

Yo, con toda la rabia que tenía acumulada hacia Cobra Kai, me levanté rápidamente para después acercarme a ella para golpearla, olvidando que era una sensei.

Terminé en el suelo después de que me hiciese una llave.

Y sin que yo me diese cuenta, pisó mi mano malherida haciendo que soltara un grito de dolor.

—¡Ah!—me quejé.

Tory trató de apartarla, pero la pateó lejos.

—Fachada de mujer dura... que solo esconde las niñita frágil que hay dentro—me dijo.

Su pie cada vez hacia más presión en mi mano.

Cerré mis ojos con fuerza mientras que el dolor se volvía cada vez más insoportable.

—¡Agatha!—escuché la voz de Sam

Y de un momento a otro, la presión en mi mano desapareció.
Abrí mis ojos pudiendo ver a Kim en el suelo quien al parecer acababa de ser pateada por Sam.