Noche del 13 de Diciembre

Capítulo 5

Sabía que no hacía falta ir muy arreglada, pero quería dar una buena impresión y no ir demasiado dejada.

Empecé probándome un vestido que me regaló mi tía pero no me pareció adecuado llevarlo ya que pensé que podían hacerme correr o cualquier cosa que no es nada compatible con llevar un vestido. Simplemente no quería arriesgarme a quedar mal delante de todos ellos.

Seguí con una blusa y unos pantalones cortos pero tampoco fue lo mejor porque si llovía me quedaría empapada y tendría frío.

Finalmente, me decidí con una camiseta de tirantes y unos pantalones largos. Ni mucho frío, ni mucho calor. Perfecto. - pensé.

Miré el reloj y ya eran las 5:30.

- ¡Joder, no no no no no no! – dije

Miré la habitación y vi todas las prendas de ropa tiradas por el suelo y en la cama. Cogí todo lo que pude y lo tiré encima de la cama.

Salí corriendo de la habitación, bajé las escaleras y chillé antes de cerrar la puerta "¡Me voy a las actividades de la universidad! Estaré aquí a la hora de cenar."

Salí a la calle y vi una nube gris aproximándose, pero eso no era lo peor. Lo peor era que llegaba tarde y los ingleses odiaban a los impuntuales. Lo mejor para causar una buena impresión.

Corrí hasta la parada de bus más cercana que estaba al final de la calle. Parece cerca dicho así pero tenías que andar unos siete minutos para llegar. Cinco si era corriendo. Cuando llegué vi a dos personas ocupando el único banco que había. Una mujer ya mayor que llevaba dos bolsas con comida y un hombre vestido con una camiseta de 'The Who' mirando al suelo.

En ese momento vi como el hombre y la mujer se levantaban y se acercaban a la carretera mirando hacia el final de la calle. Imité su movimiento y vi el autobús viniendo.

- Perdona, ¿este bus se dirige a la Universidad de Nottingham? - le pregunté al conductor.

- Así es. - me dijo sin apartar la mirada del frente y cerrándose las puertas detrás de mí.

Pagué el billete y me senté en la parte de atrás de todo del bus. No sé por qué lo hice pero estaba vacío y tampoco quería sentarme al lado de alguien y tener que levantarme cuando este quisiera salir. Prefería sentarme al final. Durante el trayecto pensé todo lo que podía decir para no quedar tan mal. Podía decir que venía del dentista porque esta mañana mi tía se había roto un diente o que mi primos se habían perdido yendo a comprar el pan. No parecían muy creíbles pero eran lo único que había pensado así que si no funcionaban no tendría un plan B.

Cuando salí del bus le dije adiós al conductor. Empecé a andar hasta la entrada de la universidad y me giré cuando escuché a alguien correr. Pasó por mi lado un chico moreno con el pelo corto y gafas que llevaba en la mano un folleto de la universidad. ¡Seguro que también llega tarde! así que lo seguí y cuando se pasó la entrada principal me sentí como una tonta ya que, por lo visto, no se dirigía al mismo sitio que yo. O al menos es lo que pensaba.

- ¡Eh, chico, ¿adónde piensas que vas? La puerta está aquí. - le dije chillando mientras se alejaba corriendo.

El chico paró en seco y miro hacia los lados buscando quién le había llamado. Espero unos segundos y se dio la vuelta. Se colocó las gafas bien y entrecerró los ojos un poco y luego sonrió.

Me indicó con el índice que fuera hacia él y así lo hice. ¿Qué quería este chico?

- ¿Quieres entrar o no? Ya llegamos demasiado tarde.

- Sí, ya lo sé. Pero la puerta de entrada esta por ahí. - dije señalando hacia el lado contrario.

- Entonces sígueme, listilla. - me dijo con una sonrisa pícara y se giró. Parecía que sabía dónde iba así que le seguí.