Capítulo 14

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Sobre las 5 de la tarde me animé a enviar un mensaje a Clarie para saber cómo estaba.

***

Katherine: ¡Hola, Clarie! ¿Cómo estás? Espero que mejor. ¿Qué dijeron tus padres?

Clarie: ¡Katherine, buenos días! Estoy mucho mejor aunque me he pasado toda la mañana durmiendo. Llegué a casa y mi hermano estaba en la cocina bebiendo un vaso de agua. ¡Deberías haber visto su cara cuando me vió! Me ayudó a subir a mi habitación y me hizo tomarme unas pastillas para que la resaca no fuera tan fuerte al día siguiente.

Katherine: Me lo puedo imaginar. ¿Qué te dijo tu hermano?

Clarie: Al principio me preguntó de dónde venía y le dije que de una fiesta de inicio de clases. Se sorprendió al saber que salía de fiesta. ¿Te lo puedes creer? Él no está en casa en todo el día y se sorprende que yo salga.

Katherine: sí, está claro que siempre serás su hermana pequeña. Nos vemos en clase.

***

- ¿Dónde os metistéis? - dijo Eddie cuando nos vio al salir de la cafetería de la Universidad.

- Nos fuimos antes a casa. – dije.

- Vaya, ¿y eso?... mejoró mucho al pasar unas horas.

- Es que vimos una bolsa de... - intentó decir Clarie.

- ¡Se nos iba el bus! - interrumpí- Ya no había más así que tuvimos que salir corriendo para cogerlo y llegar a casa. – dije rápidamente.

- ¡Anda! Pues podríais habérmelo dicho que yo os busqué para irnos juntos. – comentó Eddie.

- Perdona Eddie. – dije.

- Sí, lo sentimos... Se nos olvidó por completo. - dijo Clarie.

- Tranquilas, no pasa nada pero os perdísteis lo mejor de la fiesta. - dijo con una sonrisa.

- ¿Qué pasó? - preguntamos.

- Alguien trajo drogas a la fiesta y dos chicos de segundo curso acabaron peleándose. - Clarie y yo nos miramos sorprendidas.

- ¿En serio?¿y cómo terminó? - preguntó Clarie.

- Ellos con un ojo morado y algunas heridas. Rompieron una mesa del jardín y poco después la fiesta se acabó porque echaron a todo el mundo.

- ¿Y sabéis quién trajo las drogas? - pregunté para comprobar mis sospechas.

- Dicen que Michelle, la chica que iba conmigo en el concurso. Creo recordar que me dijo que estudiaba medicina. O infermeria. No sé. Sinceramente, no me cayó nada bien. - explicó Eddie.

- ¿Por qué dices eso? - pregunté

- No lo sé. Estaba buscando siempre que todos le hicieramos caso y parece que le gusta mucho llamar la atención.

Nos despedimos ya que teníamos clase de Arte Moderno y nos dirigimos a la clase. Al salir, Clarie y yo estábamos hablando cuando Clarie me avisó.

- Mira, ahí está Michelle. ¿Crees que se habrá metido en problemas? A lo mejor alguien dijo algo a la polícia.

- No lo sé. - alzé mis hombros mostrando desconocimiento.

Michelle estaba con algunas amigas hablando euforicamente. Cuando pasamos por su lado para ir a la siguiente clase, Michelle se giró.

- Eh, ¿tu eres Katherine? - me dijo muy seria.

Yo estaba hablando con Clarie y no escuché lo que me dijo. - ¿Qué? - dije.

- Que si eres Katherine.

- Sí. - No sabía muy bien qué quería de mi. Yo la vi en el baño con sus amigas y con las drogas pero cerró la puerta muy rápido. ¿Qué quería decirme? Todo fue muy rápido y a lo mejor ni se dió cuenta de que lo vi.

- Así que tu eres Katherine. ¿Viniste a la fiesta del sábado, verdad? y entraste en el baño.

- Sí, aunque me fui temprano. Teníamos que coger el bus. - añadí.

- Mira - dijo acercandóse a mi - No sé qué viste pero ahora todo el mundo se piensa que consumo drogas.

Mierda - pensé. - Uhm... yo... no dije nada a nadie. Me fui temprano y hoy me han explicado todo lo qué paso. No tenía ni idea.

- No te creo. ¿Tu madre no te ha enseñado a no entrar cuando la puerta está cerrada? A lo mejor sabes mentir mejor de lo que dibujas. - se rió mientras miraba a sus amigas.

- Oye, ¿de qué vas? - dije enfadada. Ella no era nadie para meterse conmigo, y menos con mi madre. - No es mi problema que solo sepas pasar un buen tiempo si tienes drogas al lado. Te he dicho la verdad.

- Es verdad. - dijó Clarie. - Yo estaba con ella.

- Ah, sí. - dijo con una sonrisa. - Ya me dijo Frank que le dejaste la camiseta con un estampado muy bonito. - sus amigas rieron. - Las dos os podéis dedicar a hacer estampados en camisetas, a ver si así tenéis más suerte.

- Michelle, te estás pasando. - dije sintiendo como la rabia empezaba a surgir de mi interior.

- Tened más cuidado con lo que váis diciendo por ahí. No querréis tener problemas conmigo. - dijó Michelle dando la vuelta para irse.

Mi furia estaba a flor de piel. Noté una calor que hacía que mi cara se pusiera un poco roja.

Clarie me cogió del hombro. - Katherine, no vale la pena. Ya has escuchado lo que ha dicho. Será mejor dejarlo estar. Es un rumor y seguro que mañana ya nadie se va a acordar.

Me lo pensé unos segundos. Clarie tenía razón pero Michelle se había pasado. Tenía mucho orgullo y no dejaría que nadie me hablara así de mal. Ni a mi ni a mis seres queridos.

Fuimos a la siguiente clase y tardé unos minutos en dejar de pensar en la discusión. Sólo se me ocurrían contestaciones mucho más apropiadas para dejarla sin respuesta. Ojalá tuviéramos una máquina del tiempo para parar el tiempo en estas situaciones y poder pensar en la mejor contestación. Sería la mejor herramienta para ganar todas las discusiones.
No estaba muy atenta a la clase así que no sabía de lo que estaban hablando. Dirigí mi atención al gran ventanal que había en los laterales de las clases. Ya era octubre y los árboles que rodeaban la universidad empezaban a teñirse de marrón. Cada vez hacía más frío y había menos personas paseando por los alrededores. Vi como dos chicos corrían para resguardarse del aire frío que ya empezaba a soplar. Entonces mi mirada se fijó en alguien.

Noche del 13 de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora