Capítulo 12

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- Te paso a buscar a las 18h si quieres. Así podemos coger el autobús juntas. Hasta luego. - me dijo Clarie.

Dejé el teléfono móvil en la mesita de noche y miré mi habitación con las manos en la cintura. Mi cama estaba llena de conjuntos de ropa que podrían quedar bien pero eso realmente parecía una selva. ¿Por qué siempre me pasaba lo mismo? Siempre dejaba la habitación hecha una mierda.

Yo antes no era así - pensé.

Me probé los conjuntos. El primero, unos pantalones negros ajustados con una blusa blanca muy bonita y converse negras. Son cómodas y no me duelen los pies al final de la noche. También había unos tejanos un poco rotos por la parte de las rodillas que podía combinar con una camiseta negra un poco más atrevida que dejaba ver mi espalda al completo y unos zapatos de plataforma. Y por último, una falda negra apretada con botones y una camiseta básica con las mismas converse.

No sabía cuál elegir. Todos eran muy casuales pero tampoco quería ir muy atrevida porque tampoco tenía ropa así. Yo no era de vestir así.

*Ding Dong*

Alguien picó a la puerta.

- ¡Katherine! Hay alguien aquí que pide verte. - dijo John desde la entrada.

- ¡Voy! - supuse que era Clarie. Pero, ¿cómo sabía dónde vivía? Era muy raro. Elegí el conjunto de la falda ya que era el último que me había probado.

Cuando bajé las escaleras vi a Eddie. Era un chico con el pelo castaño rubio con los ojos marrones, alto y con una sonrisa agradable. Iba vestido muy casual así que yo tampoco iba tan mal con la falda.

- ¿Eddie? - le dije cuando lo vi.

- Hola, Katherine. ¿Estás lista para ir a la fiesta? - me preguntó con toda normalidad.

- Ehm, sí...claro. - dije antes de despedirme con un 'adiós' al aire y cerrar la puerta.

Anduvimos unos metros y me atreví a preguntarle.

- ¿Por qué me has venido a buscar?¿Cómo sabes dónde vivo? - dije extrañada.

- Oh, ¿no te lo han dicho? - dijo sorprendido. - Me dijeron que vivías cerca y pensé que podíamos ir juntos.

- Ah, vale. - pensé que al ser nuevo quería hacer amigos. Realmente tampoco lo había visto hablando con muchas personas desde el primer día. - He quedado con Clarie en la parada del autobús.

- Genial. Pues vamos juntos. - me dijo cuando ya estábamos a punto de llegar.

Vimos a Clarie de lejos y me saludo con la mano. Sabía que estaba sorprendida porque no conocía al chico que tenía a mi lado. Cuando llegamos se presentaron para conocerse.

- Hola, soy Eddie. Estudio Bellas Artes con Katherine. ¿También vienes a la fiesta?

- Sí. Yo soy Clarie y estudio Audiovisuales. Encantada. - dijo con una sonrisa.

Cogimos el bus hasta la fiesta. Según lo que me contó Eddie, estas fiestas eran muy conocidas ya que se celebraban en momentos especiales como el inicio y final de las clases. 

- Ya veréis la casa de la fiesta. ¡Vais a flipar! - dijo Eddie.

Salimos del autobús y anduvimos unos metros. Nos quedamos sorprendidos al ver la casa, o mejor dicho: mansión. Se escuchaba la música desde lejos y las risas de algunos que estaban fuera en el patio.

- Madre mía... ¡Qué casa más grande! - dijo Clarie.

- Waw... - dije sin saber qué más decir.

- Vamos. ¡Que empiece la fiesta! - dijo Eddie empujándonos hacia delante.

Picamos el timbre y esperamos.

- ¡Eh, Eddie! ¿Qué tal, tío? - saludó un chico al abrir la puerta.

- Hola tío, todo bien. - dijo mientras chocaban los puños y se abrazaron.

Entramos en un comedor amplio con un sofá muy largo y una mesa llena de vasos rojos. Todos estaban bailando al ritmo de la música con mucho entusiasmo.

- Vamos a la cocina. - dijo Eddie hablando alto.

Clarie me cogió de la mano para guiarme hasta la cocina y no perdernos entre la multitud. Cuando llegamos Eddie nos sirvió un vaso a cada una y bebimos cerveza un rato.

- ¡Mark, tío! ¡Ehhhhh! - dijo Eddie antes de irse tras de un chico que era amigo suyo. Lo vimos alejarse.

- ¿Y ahora qué hacemos? - pregunto Clarie.

La miré sorprendida y le pregunté:

- ¿Pues qué vamos a hacer? Vamos a bailar - la cogí de la mano y fuimos al comedor dónde todos bailaban.

- Oye, pero que yo no sé bailar... - intentó decirme antes de salir de la cocina.

Noche del 13 de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora