30 de septiembre del 2018A veces creo que Dios nos esta poniendo en un dura prueba, que nos pone grandes piedras en nuestro solido camino que estamos trazando. Pero a veces, creo que Dios solamente esta reforzando nuestro destino.
Fin de mes, cuando los arboles se tiñen de hermoso colores, el frío comienza a ser mucho más mayor de lo que uno puede recordar. Usualmente en corea, otoño puede ser considerada una de las estaciones más preciosas, tanto para los mismos coreanos como para los extranjeros que vienen a turistear la zona. Era una experiencia única poder asomarte o caminar bajo los arboles, a plena luz del día o en la misma noche, yo hacía lo primero, solía asomarme por mi ventana y apreciar la hermosa vista que me regalaba el mundo; Como un nuevo aire, llenando tus pulmones de algo inexplicable, algo único que nada podría cambiar. Sinceramente extrañaba mucho poder hacer eso, poder observar y simplemente llenarme de la tranquilidad que podía llegar a obtener.
Era un deseo simple, tan simple como sentarse o pestañear, solo era levantarse y asomarse por el hermoso ventanal. No era tan complicado, pero para si lo era y sobre todo por las mañanas, cuando era mucho más notorio las hermosas vistas. Era algo que estaba siendo complicado estos últimos días, solía despertar con el cuerpo entumecido, algunas veces llegaba a marearme con tan solo observar a mi alrededor, pero lo que más me había molestado, era el asco y las nauseas que me golpeaban apenas me removía. Ya casi era imposible para mi poder tener las energías para sentarme como antes, al menos no tan rápido, ya que en algún momento lograba hacerlo para poder hacer mi día a día, intentando ignorar completamente todos los síntomas que me golpeaban.
Se que no era lo peor que podía pasar, que esto era casi como un grano de arroz entre toda la situación. Era lo mínimo y sinceramente en cierta parte de mi mente, estaba agradecido que las cosas hubieran ido un poco más lento de lo esperado. Al menos, había logrado tener mi tiempo de tranquilidad, donde probé cosas nuevas, donde me divertí investigando por mi cuenta y disfrutando de las vistas que me regalaba el día a día. Por lo que en estos momentos a pesar de que era una situación molesta, no podía estar más que agradecido del como había salido todas las cosas. Era tiempo de buscar soluciones, tiempos difíciles donde la lucha seguramente carcomería mucho más fuerte, era tiempo de simplemente esperar lo que fuera que ocurriera, tomarlo de la mejor manera y disfrutar el tiempo que quede.
De todos modos, a pesar de que no podía ver como antes las vistas que me regalaba el día. Aún así podía ver cierta parte de ella desde mi posición, acostado sobre las mantas, simplemente en silencio con la tranquilidad que había a mi alrededor. No sabía exactamente que hora podía ser, lo más seguro es que pasadas de las ocho debido al hermoso amanecer que se teñía sobre el cielo, más, no esperaba que fuera demasiado tarde; Igualmente tampoco es que deseara moverme mucho de mi posición, a pesar del malestar que podía tener, estaba bastante cómodo como era usualmente. Acostado boca arriba, con mi brazo derecho envolviendo el cuerpo más pequeño contra mi costado, tal cual protegiendo que no se llegara a mover y ocasionar alguna caída o herida.
Era ya una rutina que se había creado durante estos tres meses, donde el despertar, siempre estaría el entre mis brazos, dándome seguridad que no estaba solo en este proceso, donde podía apreciar sus facciones y preguntarme mil y un veces como fue posible que un chico como el se fijara en una persona como yo. Seguramente si mis pensamientos fueran escritos, sería algo aburrido saber que todos ellos siempre iban dirigidos a la misma persona. Pero, ¿Cómo no hacerlo?. El era perfecto, incluso en las mañanas cuando apenas comprendía donde estaba acostado, incluso cuando reía de forma extraña o simplemente su mirada se perdía en la misma nada. Para mi, el siempre sería una persona etérea y misteriosa, era casi imposible no pensar en el durante el día e incluso durante las noches.
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𝘌𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘴 || Woosan
Fanfic"El era como la lluvia, misterioso, caótico, divertido y melancólico. Con su sola presencia, hacia un caos en mi débil corazón, su forma de ver el mundo y de verme a mi, cautivaron el más profundo sentimiento de amor y libertad. El, era mi libertad...