23 de octubre del 2018Alejarme fue una de las cosas más dolorosas que viví durante estos días. No era mi intención, pero tampoco tenía más opción. Lo siento tanto mi pequeña estrella.
Nos encontrábamos a finales de octubre, a pocos días de entrar por fin a los días más fríos y a las pequeñas festividades que comenzaban a rondar por las ciudades. Eran sin dudas unas de las mejores fechas para muchos, y por mi parte quizas unas de las más aburridas en cierto punto. No es que me disgustara, era todo lo contrario, amaba poder escuchar las grandes anécdotas que solían hablar entre mis familiares. Pero, era aburrido porque jamás había logrado asistir a una festividad. En cierto punto había comprendido que fue para que no me ocurriera nada, después de todo en estas fechas donde el clima comienza a descender, era donde más solía enfermarme, algo que no era lo mejor por mi condición.
Tampoco es que en algún momento me haya quejado sobre eso, de hecho todo lo contrario, simplemente acepte aquel pequeño destino y quizas mantener silencio mientras comentaban de las grandes festividades. Sin dudas ahora que lo pensaba de ese modo, podría llegar a verse un poco cruel, aunque en ese tiempo solo lo veía como pequeños sucesos de la vida. Aunque de todos modos mi hermano menor siempre intentaba quedarse a mi lado, y por mucho que yo le comentara que fuera a disfrutar como todos los demás. El solía insistir mucho en mantenerse junto a mi, algo que a pesar que me llegaba a generar un poco de preocupación, se lo agradecía demasiado, porque su compañía siempre seria la mejor de todas, aún cuando todo estuviera cayendo en picada.
Fuera de aquel tema de las grandes fechas, el día se sentía pesado en cierto modo. Como si el lugar estuviera nublado y ruidoso debido a las voces que se escuchaban fuera. Era extraño, no puedo negar que aquella sensación me apretaba un poco el pecho, mucho más de lo que era normal. Igualmente tampoco quería tomarle mucha atención a ese detalle, más que nada porque deseaba mantenerme un tiempo más en cama, estaba algo fría eso no podía negarlo, algo que sinceramente me había mantenido un poco más perturbado de lo que yo pensaba que estaría. Y todo aquella sensación era más que nada porque llevaba quizas más de una hora con los ojos cerrados, sin sentir a mi pareja como era usual del día a día. Sinceramente era algo extraño, pero tampoco intentaba darle muchas vueltas, ya que seguramente estaba en el sofá como era costumbre de estos días.
Y seguramente hubiera seguido entre las cálidas mantas, si no fuera porque el sonido de la alarma comenzó a retumbar por el lugar. Eso indicaba que ya eran más de las diez de la mañana, por lo que tenía que levantarme ya que el Enfermero Kang iba a pasar nuevamente por algunas tomas. No es que fuera lo mejor, pero no podía dejar pasar esas cosas, ya que después de todo iban con mi salud en mano. Por lo que un poco en contra de mi voluntad, pase lentamente las palmas de mis manos por mis ojos, deseando que al abrirlos encontrarme con la dulce sonrisa de mi pareja en el otro extremo del cuarto, ¿Y como no desear eso?, si las sonrisas de Wooyoung eran como mi serotonina diaria, aquella que logra que todo mal se retire de mi cuerpo. Y por obvias razones no pude evitar sonreír en tan solo imaginar ese dulce momento a su lado, como todos los días.
Aunque al abrirlos nada fue como yo lo imaginaba, el lugar estaba vacío, sin esa hermosa sonrisa cuando despertaba, sin el calor de un cuerpo ajeno a mi lado, tampoco los suaves labios en mi mejilla, y lo que más amaba, aquella dulce voz diciéndome los buenos días. Wooyoung no estaba conmigo, y supuse que tampoco había dormido a mi lado como era costumbre; Los nervios subieron a mi pecho de forma rápida, obligándome a sentarme de una forma brusca para sostener mi agitado corazón. Respire de forma profunda, intentando llenar mis pulmones de aire, algo que por suerte funciono ya que luego de unos minutos pude calmar un poco el dolor que comenzaba a crecer, más, aun no podía calmar la avalancha que tenia en mi cabeza en esos momentos.
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𝘌𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘴 || Woosan
Fanfic"El era como la lluvia, misterioso, caótico, divertido y melancólico. Con su sola presencia, hacia un caos en mi débil corazón, su forma de ver el mundo y de verme a mi, cautivaron el más profundo sentimiento de amor y libertad. El, era mi libertad...