Narrador:
La tarde caía sobre las calles de Tokio, los chicos se encontraban descansando en sus cuartos, Hari caminaba por los pasillos, deseando poder salir a respirar un poco de aire.
Al salir pudo ver el cielo demasiado hermoso, los colores rojizos y rosados hacían que se viera muy lindo y nostálgico que daba paso a la noche.
De un momento a otro su mirada se posó en un chico que estaba al frente de ella, mirándola, esperando cuál sería su siguiente movimiento.
Ella se acercó tímida, esos ojos siempre la intimidaban aunque se hiciera la fuerte no lo podía evitar.
—Tsukki, ¿Que haces aquí? — pregunto la chica sentándose al lado de el, un poco separada para no incomodarlo.
— Nada que te importe — siguió mirando el cielo
— Auch — respondió divertida aunque de verdad le haya dolido un poco, tenía algo para el y sabía que le gustaría, era algo que ella había guardado, su madre se lo había dado a ella cuando murió, era algo especial y ahora quería compartirlo con Tsukishima.
— Tsukki — el la miro con impaciencia — ten, es algo para ti, por favor cuídalo mucho — la chica se lo iba a pasar pero mejor se lo puso ella misma.
Era un collar de plata con un pequeño dije de una luna, se veía tan bonito en el cuello del rubio.
El al sentir los dedos fríos de Hari se estremeció, contuvo su respiración hasta que ella se separó de el pero aún estando tan cerca.
Estaban demasiado cerca uno del otro, Tsukishima veía con intensidad esos ojos verdes pero su mirada se posó en algo mejor, en esos labios rojizos.
Sus miradas se conectaron pero Tsukishima ahora no podía pensar bien, siempre la había visto como una tonta que lo perseguía pero en ese momento se veía tan... Hermosa.
— Kei — susurro la chica estando tan cerca de su rostro, podía sentir sus mejillas calientes y sus manos sudorosas.
En el momento en que escucho su nombre saliendo de los labios de la chica casi se desmaya ahí mismo, sonaba maravilloso, tan delicado así como ella.
¿Se había hecho más linda o que? Pensaba el joven mientras miraba el cabello negro largo caer por sus hombros, los ojos verdes acompañados de unas largas pestañas negras, sus labios y mejillas tan rojos.
¿Que le pasaba? ¿Por qué se sentía así?
Un ruido los hizo separarse rápidamente, "estuvimos tan cerca" pensaba Hari mientras se golpeaba mentalmente por no haber hecho nada.
— El... — ella lo miró — el collar, ¿Por qué? — pregunto Tsukishima mientras la miraba.
— Mm, mi madre me lo dió antes de morir — el abrió sus labios sorprendido, no lo sabía, parece que no sabía muchas cosas de ella — Me dijo que yo era como la delicada luna, de hecho mi nombre significa eso, pero quiero dártelo porque para mí significas eso y más. — Ella sonrió al ver cómo un pequeño sonrojo se asomaba en las mejillas de su amado.
— Mm, está bien — No dijeron nada más, solo acompañando el silencio, viendo cómo la luna resplandecía a través de las nubes que tapaban su luz.
Tsukishima inconscientemente paso su mirada del cielo a la chica a su lado, llevaba todavía el uniforme de manager y una bufanda azul, le parecía tan adorable, sonrió levemente, la chica no lo pudo ver porque su mirada seguía en la luna.
Pero el la veía, por fin pudo verla, pudo darse cuenta de lo hermosa que era, de lo hermosa que había sido durante estos años pero el era muy ciego como para darse cuenta.
— Bonita — susurro tratando de que ella no lo escuchará, y así fue porque ella no lo escucho.
— Hoy te ves menos desagradable que otros días — Hari lo miro confundida.
— ¿Gracias? — no sabía que había sido eso, pero después se rió, haciendo que el chico la mirara molesto.
— Tú también te ves bien Tsukki — lo miro con una sonrisa "tan bonita" pensó el joven.
— Yo siempre me veo bien — Ella rio, y se paró.
— Nos vemos luego Tsukki — se fue dejando al chico con un mar de emociones.
No sabía que sentía en ese momento, se sentía tan confundido, sabía que ella gustaba de el ¿pero el de ella?
Suspiro cansado.
Toda esta situación lo había cansado notablemente y más con los entrenamientos que hacia con Kuroo y Bokuto.
Miro el collar que le había regalado la chica, así que era un regalo de la mamá. Era muy bonito, la pequeña luna brillaba con la luz, sonrió.
Era delicado y hermoso como ella.
Hey hey hey, ¿Cómo están?
Solo les diré una cosa "no todo en la vida es felicidad y color de rosas" jijiji, para que sepan mis bonitas personas, así que ya verán en los siguientes capitulos.
Adiós adiós!!!
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Del amor al odio • Tsukishima Kei
RomanceKatsuki Hari, siempre había estado enamorada de Kei Tsukishima, desde que lo conoció amo su personalidad fría y orgullosa, todo de el le llamaba la atención, era totalmente su tipo, pero lamentablemente Tsukishima solo la veía como una acosadora loc...