Capitulo 11

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Katsuki:

El día pasaba con lentitud, afuera llovía, es como si el cielo supiera cómo me sentía. Después de aquella "charla" con Tsukishima me fui a dormir, shimizu se quedó conmigo hasta que me pude dormir, no pude evitar llorar de nuevo, era tan difícil todo, aún recordaba con nitidez como Tsukishima me había gritado y como me había lanzado el collar, el collar que le regale con tanto cariño, que ahora se encontraba roto.

— ¿Estás bien? — el entrenador se sentó a mi lado, estábamos en un partido del Karasuno contra el Fukurodani.

— Si... — no lo mire, tenía mis ojos rojos e hinchados, no quería que el entrenador se preocupara por mi.

— No lo estás, pero sabes que puedes contar conmigo, ten — mire su mano y en esta tenía una chocolatina, sonreí.

— Gracias — todos los chicos estaban jugando, pero en ningún momento hice algún comentario, Tsukishima estaba ahí, se encontraba ahí como si no le importara nada.

Sabía que todo había sido mi culpa lo más probable es que cuando llegara de nuevo a Miyagi mi hermano me diga que el tenía la razón y si la tenía.

Había estado tan ciega durante todos estos años, yo trataba y trataba de acercarme a el, de hablar con el, pero el siempre me ignoraba o me trataba mal, pero lo que hizo ayer, fue la gota que derramó el vaso.

Se que es mi culpa, nunca lo culparía por lo que yo misma hice, lo sabía muy bien.

— ¡Bien Hinata! — Daichi hablaba y hablaba quería cortar un poco la tensión que había en el equipo pero se notaba desde lejos.

Tanaka seguía super enojado con Tsukishima al igual que Nishinoya, Hinata y Kageyama, los demás trataban de que esto no afectará tanto al equipo.

— Entrenador Ukai — el la miro — Ahora el equipo está así por mi culpa, así que lo mejor y lo he pensado ya, es que me retire como manager —el abrió sus labios sorprendido.

— ¿Que? No... Pero, esto se puede solucionar Hari-chan, no te preocupes, en serio. — ella negó mirándolo.

— No entrenador, esto no se va a solucionar hasta que yo me vaya, lo que pasó con Tsukishima fue mi culpa, yo debo tomar la responsabilidad, además no quiero que el equipo se desmorone cuando están tan bien conectados. — sonreí a medias.

— Pero... Sabes que a los chicos les harás falta, a todos de hecho — ella los miro, los quería, ahora eran como sus hermanos, su familia, pero sabía que la situación no iba a mejorar hasta que no se fuera hasta lo había notado con Yamaguchi, este trataba de poder hablar con los dos pero no se sentía cómodo.

— Lo se entrenador, a mí también me harán falta, pero igualmente puedo venir algunos dias a visitarlos —sonreí nuevamente, mirando como el partido había terminado.

— Hey hey hey, Hari, ¿Salimos hoy? — Bokuto se acercó a nosotros, yo asentí.

— Claro Kou — sonreí, le daba gracias a todos por tenerlos junto a mi, aunque sabía que me habían roto el corazón hacían lo posible por volverlo a construir aunque no fuera culpa de ellos.

— Lo siento mucho Bokuto, pero ella ya tiene con quién salir hoy, y ese soy yo — llegó Kuroo abrazandome e hizo que sonriera de nuevo. "Que lindos" pensé.

— Noo, Hari, ya lo habíamos planeado — ahora sabía lo que iba a pasar Bokuto ya estaba listo para su etapa de depresión, ella se levantó y se dirigió a dónde el, que estaba relativamente cerca.

— Mm y que tal si salimos los cinco. — sonreí mirando al pequeño búho.

— ¿Cinco? —pregunto Kuroo detrás de mi, haciendo que me estremeciera.

— Mm, Ustedes dos, Akaashi y Kenma. —  los demás chicos veían la situación felices, al menos su manager se encontraba un poco mejor después de lo pasado.

Narrador:

Tsukishima veía la situación, sabía que sus compañeros habían visto la escena y se disculparía con ellos, pero ahora estaba tan enfocado en como Hari sonreía con esos tipos, que no lo podía soportar.

Una vena resaltaba de la frente del chico.

— Tranquilízate Tsukki — Yamaguchi lo saco de sus pensamientos, solo asintió, sabía que había tratado muy mal a la chica y lo había pensado toda la noche y se disculparía con ella.

Pero lo que el no sabía es que le resultaría muy difícil, porque ahora Hari lo odiaba bastante como para ser ella ahora la que lo iba a ignorar.

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Del amor al odio • Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora