Katsuki Hari, siempre había estado enamorada de Kei Tsukishima, desde que lo conoció amo su personalidad fría y orgullosa, todo de el le llamaba la atención, era totalmente su tipo, pero lamentablemente Tsukishima solo la veía como una acosadora loc...
Una llamada me despertó de mi agradable sueño, mire la hora 6:30 a.m, ¿Quién llamaba a esa hora un sábado?
Cogí mi teléfono y revise quién era: ¿TSUKKI?
— Tsukki, ¿Que pasa? ¿Por qué llamas tan temprano? — pregunté, escuché como el suspiro, ¿Estaba mal? ¿Que le pasaba?
— Necesito ayuda, ven por favor. — Susurro, estaba mal, estaba seguro de eso, me salí rápidamente de la cama para ir hacia su casa.
— Ya voy Tsukki, no hagas locuras — El hizo un sonido de afirmación y colgó, que es lo que le pasaba, que me pidiera ayuda era algo que pasaba muy pocas veces y casi nunca lo admitía que la necesitaba, así que si ahora lo estaba haciendo es porque de verdad se encuentra mal o necesita de una ayuda super rápida.
Salí de mi casa corriendo hacia la de el, gracias a Dios no vivíamos tan lejos.
Toque varias veces la puerta y salió Akiteru.
— Oh, hola Tada-kun, no sabias que venías — comento el dejándome pasar, yo sonreí era muy listo y agradable Akiteru.
— Hola Teru-san, es que Tsukki me necesita — el se sorprendió caminando junto a mi hacia el cuarto de el.
— Es muy raro eso, ¿será que le pasó algo? — los dos nos miramos y asustados corrimos hacia la habitación de Tsukki, Akiteru la abrió rápidamente, pero nos relajamos cuando lo vimos en su cama sentado con sus audífonos mientras miraba un dinosaurio pequeño que tenía un corazón rojo, ¿Desde cuándo compra el esos dinosaurios así?
El nos miró, o mejor dicho miró a Akiteru e hizo una mueca de molestia, reí en mis adentros.
— ¿Que haces aquí Akiteru? Necesito a Yamaguchi — el abrió sus labios sorprendido yo igual, que lo dijera en persona era aún más sorprendente.
— ¿Que? ¿Tu necesitando a Yamaguchi? Woah, me sorprendes Kei, pero... Si así como lo dices es porque pasó algo grave, cuéntanos, somos todo oídos — El rechisto, yo volví a reír, me senté en su cama al igual que Akiteru.
— Necesito... Necesito un consejo — susurro, casi no le escuchábamos pero como éramos los únicos en la casa lo oímos a la perfección, Akiteru me miró y yo también a él, luego nos echamos a reír, era graciosa la situación, Tsukki nunca en su vida nos había pedido un consejo — Ven por qué no les digo nada.
— Ya ya Tsukki, cuéntanos, sobre que necesitas un consejo — comenté ya serio.
El se tomó un tiempo pensando pero luego suspiro resignado.
— Antes odiaba a Hari... — Así que ya sabía para donde iba el tema — Pero últimamente no sé que pasa conmigo, pero cada vez que la veo siento algo distinto. — Comento mientras veía al dinosaurio en su mano, era un regalo de ella por supuesto, mi corazón se derritió por lo bello y tierno que era Tsukki pero a la vez un tonto por no admitir que estaba enamorado de mi mejor amiga.
— Hari es... — Akiteru hablo, yo le mostré una foto que tenía con ella en mi teléfono — ¡Oh! Ya la recuerdo la de ese día en el que estaban haciendo cosas sucias — Tsukki se sonrojo, yo volví a reír, este solo me miró mal.
— Es fácil resolver tu problema Tsukki — comenté con una sonrisa, el solo me miró esperando una respuesta más concreta.
— Estás cayendo en los encantos del amor — Canto Akiteru volviendo a reír, este hizo una mueca al oír eso.
— Eso no... No me agrada — Se restregó una mano por todo su rostro mientras se quitaba los lentes.
— Tsukki, estás enamorado de Hari, ¿Acaso no es obvio?, cuando estás con ella tu corazón late más rápido y sonríes con facilidad, puedes hablar con tranquilidad y confianza porque sabes que ella te escuchará cada palabra que digas, estás enamorado de Hari porque no la dejas de ver en los entrenamientos, estás enamorado de Hari porque no quieres que se acerque a Hinata y Kageyama, estás enamorado de Hari Tsukki, todos nos hemos dado cuenta. — Hable rápidamente, yo fui el primero en aprobar la relación y darme cuenta de que el poco a poco se iba encariñando con Hari, y Hari pues... Ella desde siempre quiso a Tsukki, su corazón latía solo por el, eso era demasiado lindo.
El se quedó pensando en mis palabras, el silencio reino en la habitación, pude ver que sus manos apretaban más fuerte aquel dinosaurio y su rostro cambiaba de color a uno más rojito.
— Tada-kun tiene razón Kei, ese día que ella vino luego de que se fuera estuviste con una sonrisa casi toda la noche, y ni me molestaste como siempre lo haces, ella te hace bien Kei. —
Disimuladamente le tome una foto para luego mandársela a Hari, me agradecería después por eso.
Sonreí al ver que me miró por fin, ahora sus ojos brillaban como si porfin se hubiera dado cuenta.
— Gracias Tadashi, gracias Akiteru — nos sorprendimos por lo que acaba de decir — debo irme — tomó una chaqueta, su bufanda y salió rápidamente de la casa.
— ...¿Acaba de darnos las gracias? —
— Eso parace, quédate a comer Tada-kun, haré un rico almuerzo así me cuentas mejor su historia de amor — yo reí asintiendo.
Ojalá Tsukishima haga las cosas bien, el sabe, el se dio cuenta de que Hari siempre estaría en su corazón desde que la conoció de niños hasta ahora que ya podíamos tomar nuestras propias decisiones.
El sabía que ella desde el momento número uno quiso amarlo y cuidarlo pero el muy tonto no quería y no se daba cuenta de lo mucho que le alegraba que hiciera eso, por fin se pudo dar cuenta de que estaba enamorado y eso estaba bien, porque el amor de ellos dos era muy fuerte, era como el destino ya dicho, que a pesar de que se alejaban más y más este no dejaba que su hilo se dañará, si no que hizo acercarlos.
Y eso es totalmente lindo.
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Hey hey hey, ¿Como están? Les quería comentar algo triste pero a la vez feliz, ya solo faltan dos capítulos y se acaba esta historia, estoy muy agradecida con todos aquellos que me han apoyado que desde que les comenté en mi historia de Daichi que la subiría y estuvieron desde el día número uno ahí, les agradezco por eso.
El capítulo final lo subiré aproximadamente el miércoles así que para que estén pendientes mis hermosos chicos.
