Katsuki Hari, siempre había estado enamorada de Kei Tsukishima, desde que lo conoció amo su personalidad fría y orgullosa, todo de el le llamaba la atención, era totalmente su tipo, pero lamentablemente Tsukishima solo la veía como una acosadora loc...
Primer partido de las eliminares, todos se encontraban super nerviosos, yo no, me encontraba normal, como siempre, Yamaguchi estaba que se vomitaba a mi lado, solo negué.
— Tsukki, debes disculparte, recuérdalo — yo asentí mientras resoplaba, era hora de hacerlo, había escuchado a Sugawara-senpai y Daichi-senpai hablar de que Hari iría a ver ese partido.
— Lo se —
Ella llegó y fue como si todos los presentes en el lugar ahora tuvieran su mirada fija en ella.
Solo negué, nadie lo sabía pero aquella tonta sería mía, mía y solo mía.
De nadie más.
Nadie más posaria sus ojos sobre ella nunca más, solo yo.
Ella camino rápidamente y nos vio con una sonrisa, bueno, a todos menos a mi.
— ¡Hari-chan! — Hinata grito haciendo que ella solo riera, odiaba a ese peli-naranjo por estar tan cerca de ella.
— ¡Hola chicos, me alegra verlos! — llegó a nuestro lado, pude ver cómo varios chicos posaban su mirada sobre ella, más los del equipo rival, solo frunci mi ceño.
— Cuánto tiempo sin verte pequeña — Suga llegó a su lado y le dió un corto abrazo que ella acepto gustosa.
— Lo mismo digo, ehh... ¿Saben dónde están los baños chicos? No fui antes de venir — Ella sonrió apenada, una bonita imagen para mis ojos, Suga le explicó con una sonrisa tierna en su rostro.
Ella asintió para ahora irse de nuevo.
— ¡Vamos a calentar! — Daichi grito haciendo que el dúo de idiotas corrieran hacia el gimnasio.
— ¡No corran! — Suga negó.
— Vamos Tsukki — Yamaguchi llegó a mi lado con una sonrisa, yo negué.
— Iré primero al baño — este asintió con el ceño fruncido que luego se volvió una sonrisa.
— Ve a disculparte Tsukki — este sonrió aún más, suspiré.
— Eso haré — susurré para ahora caminar hacia los baños.
No estaban ni tan lejos ni tan cerca.
Al llegar algo se revolvió dentro de mi, algo que no me estaba gustando de ver.
Un chico rubio teñido coqueteaba con Hari, ella se veía normal, pero sabía claramente que estaba incomoda.
¿O eso creía yo?
Me acerque con rapidez, ninguno de los dos notó mi presencia, tome su mano haciendo que ella brincara del susto.
Giro su cabeza para ahora mirarme, sus bonitos ojos se pasaron en mi, está confundida iba a hablar.
Pero solo la aleje de ahí arrastrandola conmigo.
— ¡Hey! ¡Porque te llevas a mi chica así! — grito el chico anterior, una vena se estaba apreciando en mi frente.
— Tsukishima, ¡¿Que carajos te pasa?! — se soltó de mi agarre fuertemente. Que idiota era ella.
— ¡Te saque de esa incomoda situación idiota! — Grite de nuevo, me lamente al minuto de decirlo, vi como sus ojos su humedecieron pero no salieron lágrimas de ellos.
— ¡No te atrevas a llamarme así! ¡Y tampoco asumas que estaba incómoda de hecho me la estaba pasando sumamente genial con Yuji-kun! — Así que ese era su nombre, un fuego estaba en mi interior, apreté mis puños sintiendo los celos que ahora estaban en mi garganta a punto de decir cualquier cosa que volviera aquel momento en uno peor.
— ¿Así? — ella asintió, me acerque suavemente a ella, está retrocedió a paso rápido — Ni siquiera me llamas a mi por mi nombre y a ese idiota que acabaste de conocer si. — reí fuertemente, haciendo que ella se pusiera como lo esperaba, nerviosa.
— Ese no es tu problema Tsukishima, yo veré a quien llamo por su nombre — Me acerque aun más, la pared fría se colo en mis manos cuando las puse alrededor de su cabeza, haciéndola ver más pequeña de lo que ya era.
— Deberías de hacerlo conmigo, pequeña Hari, deberías de llamarme por mi nombre. — Susurré más cerca de su rostro ahora, está tenía su rostro sumamente rojo, quería sonreír por la sensaciones que la hacía sentir.
Y también por lo que ella me hacía sentir, era tan inexplicable pero también me sentía nervioso en ese momento, aunque solo lo disimulaba.
— Lo que debería de hacer es golpearte ¿Sabes? Pero no lo haré, porque no quisiera disculparme contigo después, cosa que veo tu no has aprendido — Y se fue, me dejo solo en ese lugar para irse a paso rápido.
Y debía disculparme.
Y no lo hice.
Pero mi corazón ahora latía como loco, negué, esa idiota me hace sacar un lado de mi que no quiero.
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